Dólar, salarios y precios: aún sin acuerdo con FMI, se viene el plan "vivir con lo nuestro"
El Gobierno avanza con la idea de aprovechar el "viento de cola" que está teniendo la economía y planea -en el año electoral- "vivir con lo nuestro" para pagar el menor costo político posible de cara a octubre. El discurso de Alberto Fernández en el Congreso va en esa dirección y en el mercado ya no tienen dudas. "No habrá acuerdo con el FMI hasta después de octubre e intentarán utilizar la mejora de la economía de este año para sellar la suerte electoral. Habrá más kirchnerismo que nunca", resumió un importante banquero privado a iProfesional.
Lo cierto es que el Presidente volvió a transmitir la sensación de que el acuerdo con el Fondo puede esperar. "No queremos apresurarnos en cerrar el acuerdo con el FMI, nuestro único apuro es el de poner de pie a la producción y el trabajo de miles de familias que han sumidas en la pobreza", dijo Fernández. Esto se enmarca en las definiciones que off the record dieron fuentes oficiales desde México en la gira presidencial la semana pasada. Todo indicaría que no se quiere que un acuerdo con el organismo, por más "amigable" que sea, traiga cuestionamientos en el año electoral.
Sin apuro y la espera del "regalo" del Fondo
Tal como adelantó en enero y luego en febrero iProfesional, el equipo económico puede dilatar un acuerdo con el FMI si el organismo finalmente emite sus Derechos Especiales de Giro (DEG) a todos los países miembro (como la Argentina) en el marco de las políticas para asistir a los países en medio de la pandemia. Esa "ayuda caída del Cielo" para Martín Guzmán serían unos u$s3.300 millones que irían directamente a las reservas.
Ese dinero se puede aplicar para el pago de los intereses que caen este año con el FMI y que, sin un acuerdo, habría que pagar. En términos netos, Guzmán le puede pagar al Fondo con la misma plata que éste le regala. Un "win-win" para el ex Columbia.
El consultor Fernando Marull dice que con estos u$s3.300 millones más los u$s1.000 millones que hoy están en las reservas netas del BCRA, alcanzaría para pagos al Club de París en mayo (por u$s2.300 millones) y al FMI hasta septiembre (por u$s2.400 millones). La otra opción que baraja el mercado es defaultearle al Club de París (que no tendría consecuencias concretas) y utilizar esos fondos exclusivamente para para cancelar al FMI. Se verá.
El Gobierno se puede "dar el lujo" de estirar una negociación con el FMI y lanzar su plan electoral (desdolarización de las tarifas) aprovechando que el clima cambiario está muy calmo. La brecha, que sigue siendo un problema para la economía real, bajó lo suficiente como para salir de la temática diaria de los argentinos. Hoy el blue vale menos que el que imaginariamente el BCRA deja comprar como "dólar solidario".
El inicio de mayo encontró al Banco Central otra vez comprando dólares fuertemente: se llevó u$s100 millones. Se estima que en febrero las compras oficiales totalizaron u$s 630 millones superando la marca de diciembre del año pasado.
El "veranito" se extendió mucho más de lo que creía el mercado y ahora Miguel Pesce espera que ingresen los dólares de la cosecha en marzo/abril. Esperan holgura hasta las elecciones. Claro, a un alto costo: el Central frena importaciones y aprovecha el rebote de las exportaciones para quedarse con los dólares.
Si los precios de las materias primas siguen altas (léase, soja por sobre los u$s500 la tonelada) y se consolida la reactivación global (con Brasil a la cabeza) es muy probable que el superávit comercial sea el soñado por Alberto Fernández. Se llega a octubre sin devaluar y con un tipo de cambio oficial aún "barato" porque se cree que los paralelos sí reaccionarán y harán crecer la brecha en la segunda mitad del año.
La economía, fundamental para cualquier intento electoral, llegaría incluso mejor de lo que se pensaba. La caída del 10% del año pasado y los datos que mostró enero pronostican un "arrastre" estadístico relevante que haría que el PBI recupere entre 5% y 6% este año.
Inflación y salarios, la clave electoral
Claro que el talón de Aquiles para este esquema económico sigue siendo la inflación. Después del 4% de enero, las consultoras económico esperan algo similar para lo que fue febrero. Desde LCG dicen que en la última semana del mes, el índice de precios que realizan reveló una inflación de alimentos del 1,2% semanal, lo que implica una aceleración de 0,7 puntos porcentuales en relación a la semana previa. "Con esto, el mes cierra con una suba promedio del 4,1% mensual (3,2% acumulada contra la última semana de enero), dejando un arrastre de 1,3% para marzo", explican. El mercado -vía el REM- sigue creyendo que la inflación este año será en torno al 50% versus el 30% que pronostica Guzmán.
El ancla que tendrá el plan económico será el dólar. Pero se duda su alcance. La clave en el año electoral será que los salarios crezcan más que los precios, léase que se recomponga el poder adquisitivo. "Cada sector debe estar dispuesto a contribuir. Nadie se salva solo. Es central coordinar esfuerzos para que el salario le gane a la inflación", dijo el Presidente ante la Asamblea Legislativa.
"Pero buena parte del voto se define en los meses previos de los comicios y en la percepción del rumbo que se perciba en esos meses. La pobreza en niveles del 40%-45% son un problema para un gobierno que intenta repetir los resultados de octubre 2019, independientemente de quien sea el principal gestor de la misma", acota LCG.
Y en ese sentido, que los salarios se actualicen en línea y por encima de la pauta del ministro Guzmán, hace que aún sea incierto si el poder de compra al menos le empatará a la inflación real (sea la que estima Mecon o el mercado). Sin mejora en el poder de compra las elecciones serán un calvario para el oficialismo. Si logra el objetivo oficial en contener precios y que el salario crezca, ni "vacuna Gate" ni desequilibrios claros de la economía opacarán la performance del Frente de Todos. El Gobierno cree que lo logrará y por eso se prepara para mantener el status quo que le permitió estabilizar el barco en medio de la marea.