Embajador de Portugal: "Los salarios reales no crecieron durante la crisis, pero fue la manera de recuperarnos"
La situación actual argentina siempre es comparada por muchos políticos y analistas locales con la profunda crisis económica que vivió Portugal hace unos diez años, que también incluyó un pedido de "ayuda" al Fondo Monetario Internacional (FMI).
Por eso, su salida del "ocaso" es tomada como una guía a seguir para buscar una solución doméstica, más allá que no todo su camino fue un lecho de rosas.
Ya varios de los que serán funcionarios del nuevo gobierno, incluso el propio Alberto Fernández, realizaron un paralelismo entre la situación del país europeo con nuestra actualidad. De hecho, en plena campaña presidencial, en un viaje protocolar a Lisboa, propusieron una "salida a la portuguesa" a los problemas económicos actuales.
Desde lo teórico, en parte hay razones sólidas para comparar que la raíz de la crisis de Portugal es muy similar al caso argentino: elevado gasto público y déficit fiscal, aunque cabe resaltar que hubo algunos matices diferentes entre ambos países.
La principal divergencia es que el país europeo se encuentra en la zona del euro desde principios de 1999, por lo que no tiene una moneda propia flexible que tenga la posibilidad de ser devaluada en casos de emergencia para poder ganar competitividad o eludir una crisis, algo que con el peso argentino no ocurre.
Para analizar estas cuestiones, junto con la alianza Mercosur-Unión Europea, iProfesional conversó con João Ribeiro de Almeida, embajador de Portugal en Argentina, que respondió sobre la coyuntura local y el panorama global.
-El caso portugués fue rescatado por mucha gente del nuevo gobierno de Alberto Fernández como un ejemplo a seguir, ¿qué opina?
-La gente habla mucho del modelo portugués, y acá también costó explicar lo que fue la crisis económica muy grave que sufrimos en 2010/2011 varios países europeos que estamos en la zona Euro, donde también tuvimos la intervención del FMI. Pero se debió aplicar un plus de austeridad muy complicado. Y lo que el actual gobierno hace en Portugal fue intentar retomar su camino sin una gran austeridad, pero eso no quiere decir que la austeridad no haya sido hecha toda antes. Es decir, Portugal ha salido de la crisis después de un gran esfuerzo y sacrificio de su propio pueblo.
-¿Qué puntos similares ve con la crisis actual de Argentina?
-Argentina tiene problemas estructurales, que ustedes conocen mucho mejor que yo. Esta inflación es completamente incomprensible en el mundo. Hay cosas que deben estudiar y comprender respecto a por qué continúan así. Ahora bien, como país hermano y amigo, lo que veo es que más allá que tienen diagnósticos diferentes las crisis en Portugal y Argentina, los principales pilares que sirvieron en nuestro caso para salir de la misma fueron el turismo y las exportaciones. También que no tenemos aumentos salariales muy altos.
Es decir, los salarios reales no crecieron en Portugal, pero fue la manera de recuperarnos y ser uno de los países de la Unión Europea con mejor performance económica.
-En estos dos últimos años el salario real en Argentina también tuvo un fuerte ajuste, ¿qué coincidencias ve con la salida de la crisis de Portugal?
-Sí, en Argentina cayó muchísimo, pero también por otras razones. Lo que pasa es que en Portugal tenemos dos grandes problemas: déficit fiscal y un problema de deuda. En Argentina la deuda respecto al PBI es muchísimo más baja de la que tenemos nosotros, que llega al 120%. Pero en esto somos completamente diferentes a lo que ocurre aquí, porque en Portugal no podemos usar el instrumento cambiario como regulador porque tenemos el euro. Pero tenemos los brazos abiertos para compartir nuestra experiencia de salida de la crisis con las autoridades argentinas.
-Uno de los problemas compartidos entre los dos países es el déficit fiscal, ¿cómo lo bajaron en Portugal?
-Lo bajamos con una caída brutal del gasto público y, sobre todo, de la inversión pública. Recién ahora vamos a llegar a los niveles de inversión que teníamos en la precrisis, es decir, en 2007 o 2008. Sufrimos una caída brutal.
-Pero en este momento de Argentina, si se llegase a bajar más el gasto público podría agravar la situación…
-Sí, podría ser complicado, pese a que no soy profesor de Economía. Pero en Portugal se decidió que, en base a que nuestra economía es muy abierta al mundo, eventualmente una mayor baja del gasto público se podía compensar, por ejemplo, con las exportaciones para la Unión Europea, para que pudiese ser el escenario menos malo. Pero esto depende las opciones que tiene cada país.
-Justo que hablaba de la Unión Europea, ¿cómo considera el tratado firmado con el Mercosur?
-Soy optimista y con esto puedo volver a hablar de la crisis portuguesa, que fue una de las más fuertes de nuestra historia, ya que lo que salvó que no nos caigamos colectivamente por un hueco fueron el turismo y las exportaciones. Estas últimas las logramos porque siempre pugnamos y defendemos los instrumentos de apertura comercial, no lo llamo "libre comercio" porque hoy no es políticamente correcto nombrarlo así. Pero como hecho puedo mencionar que la Unión Europea tenía 70 instrumentos bilaterales con 70 interlocutores en el mundo, que ayudó a que Portugal saliese de la crisis. El hecho fue determinante, las exportaciones se cuadriplicaron para muchos de estos países. Eso nos ayudó a salir de la depresión económica.
Diciendo eso, ¿cómo Portugal no podría estar gratificado con todos los acuerdos comerciales? Además, con el Mercosur el vínculo es mucho más que comercial, es una asociación estratégica y tiene un componente político y de cooperación transversal. No es economía pura y dura, pero sí va a ser útil, vamos a intentar ver si sacamos partido de la parte positiva del acuerdo. La negociación duró unos 20 años, que no fueron interrumpidos por los anteriores gobiernos de la Argentina.
Hay, a veces, muchos prejuicios ideológicos y doctrinarios con este tipo de acuerdos, pero puedo garantizar que, tratados como estos, en una crisis como la portuguesa -y sé de lo que hablo porque la sufrí en persona-, son importantísimos. Ayudó con pocos aranceles a que nuestras exportaciones encontrasen nuevos mercados, además de la creación de empleo en las empresas de Portugal.
-¿Cómo puede impactar esto en varias empresas del Mercosur que tienen menor competitividad que las europeas?
-No creo, mientras todos cumplan con los criterios de sanidad y, en general, todos los requisitos que ya tenemos en el mercado único, no va a haber problemas. Además, por ejemplo, Argentina ya exporta miles de toneladas de carne para Europa, no es que el acuerdo permitirá debutar en este aspecto. Va a poder exportar mucho más y de una manera más segura y con previsibilidad entre los bloques, algo que es muy importante para todos.
-En cuanto a las relaciones políticas, ¿qué expectativas tiene con el gobierno de Alberto Fernández?
-Prefiero no hacer comentarios porque soy embajador de Portugal, pero es un gobierno democráticamente elegido. Estamos para ayudar, como hicimos con el anterior gobierno, porque somos un país amigo y todo lo que el gobierno entrante requiera puede contar con nosotros. Además, también pasamos una crisis y podemos aportar nuestra experiencia.-