Navidad y Año Nuevo: cómo respetar la Ley de Alcoholemia para evitar sanciones
Si bien el vino, la cerveza, como también los tragos y el clásico brindis con sidra o espumante son bebidas casi infaltables en las celebraciones de fin de año, como la Navidad y el Año Nuevo, conducir después de consumir alcohol no solo pone en riesgo tu vida y la de los demás, sino que también puede acarrear severas multas si eres detectado en los controles de alcoholemia.
De hecho, estos controles se intensifican durante estas fechas. Superar el nivel permitido de alcohol en sangre no solo implica sanciones económicas, sino que también puede llevar a la inhabilitación para conducir por períodos variables e, incluso, al arresto.
Qué dice la ley de alcoholemia
Publicada en el Boletín Nacional del 10 de febrero de 1995, "la Ley 24449 establece un límite en el consumo de alcohol cuando conducís. Beber alcohol afecta tus sentidos y es causa de innumerables accidentes de tránsito", aclara la web oficial del Gobierno nacional.
La ley prohíbe conducir cualquier vehículo con un nivel de alcoholemia superior a cero (0) miligramos por litro de sangre. El consumo de alcohol debe evitarse previo a conducir porque este tipo de bebidas "disminuye tus reflejos, altera tu percepción de las distancias, aumenta tu sensibilidad a la luz, reduce tu campo visual, entre otros efectos que pueden provocar accidentes".
Una norma complementaria a la Ley 24449 es la Ley 24788, sancionada el 05 de marzo de 1997, que dice: "prohíbase en todo el territorio nacional, el expendio a menores de dieciocho años, de todo tipo de bebidas alcohólicas (...) créase el programa nacional de prevención y lucha contra el consumo excesivo de alcohol (...) inclúyase a la patología del alcohol dentro de las coberturas que deberán reconocer las obras sociales (l 23660), recipiendarias del fondo de redistribución de la ley 23661, y las entidades de medicina prepaga (...) sustitúyase el artículo 48 de la ley 24449".
¿Cómo se realizan los controles de alcoholemia?
El procedimiento conocido como control de alcoholemia consiste principalmente en medir el nivel de alcohol mediante un alcoholímetro, un dispositivo que detecta la cantidad de alcohol en el aire exhalado. La autoridad competente realizará el control utilizando el método aprobado por el organismo sanitario correspondiente.
Si conducís tras haber ingerido alcohol, pueden detenerte, secuestrarte el vehículo y hasta arrestarte.
Qué pasa cuando bebés alcohol y conducís
- Visión afectada: el alcohol reduce tu visión periférica y puede causar visión doble, lo que dificulta percibir lo que sucede a tu alrededor y calcular distancias con precisión.
- Falsa euforia y confianza: genera una sensación de seguridad exagerada y desprecio por el peligro, lo que puede llevarte a ignorar normas básicas como usar el cinturón de seguridad o el casco.
- Menor coordinación y atención: disminuye tu capacidad para reaccionar rápidamente, aumentando el tiempo que tardás en tomar decisiones ante imprevistos.
En estas fiestas de Navidad y Año Nuevo, es crucial recordar que el consumo de alcohol no debe afectar nuestra capacidad para conducir. Aunque bebidas como cerveza, vino o sidra son comunes en las celebraciones, manejar bajo los efectos del alcohol no solo pone en peligro nuestra vida, sino que también puede acarrear severas multas y sanciones legales.