Alucinaciones post-covid, una falsa realidad para el 96% de los pacientes
En el Centro Hospitalario Benito Menni de Valladolid se encuentra la primera Unidad de Rehabilitación post COVID puesta en marcha en España, liderado por la doctora Socorro Martínez, médico especialista en Rehabilitación.
La experta en este último año pudo ser testigo en primera persona de una realidad que a nadie le gusta, la era post COVID.
Según Martínez, en apenas un año de andadura que lleva esta Unidad de Rehabilitación post COVID han descubierto que el 96% de los pacientes han sufrido alucinaciones, "algo hasta ahora novedoso" y, según reconoce, recogen pocos estudios de Estados Unidos o Reino Unido.
"El 55% de los pacientes post COVID con alucinaciones habían pasado por la UCI y el resto habían estado en planta. Al principio se pensó que podía deberse a una mala sedación de UCI, que sucede muchas veces, o bien porque el paciente necesitara más sedación. Pero después nos dimos cuenta de que también las alucinaciones aparecían en quienes no habían tenido sedación", advierte esta especialista en declaraciones al sitio español Infosalus.
Martínez explica que hasta la fecha se han descrito en Estados Unidos estas tres teorías factibles sobre por qué surgen estas alucinaciones tras padecer la infección del coronavirus:
- El COVID-19 causa infartos cerebrales, los de pequeño calibre radiológicamente no tienen repercusión, pero sí disminuyen el oxígeno en el paciente, de forma que la alteración cerebral sí se produce, aunque no se detecten a nivel de imagen.
- Las alucinaciones pueden producirse porque la afectación neurológica del virus va más allá del nervio olfatorio y de las papilas gustativas, llegando al sistema nervioso central esta invasión viral.
- La tormenta citoquinas que provoca la infección en el organismo también puede estar implicada en estos procesos.
Cómo son estas alucionaciones
Así, Socorro Martínez detalla que estas alucinaciones consisten en experiencias "negativas y muy vividas", que sufren incluso semanas después de haber superado el COVID-19, y como consecuencia de los daños neurológicos que genera el virus.
Sostiene también que estos delirios perduran durante periodos de tiempo prolongados, ralentizan la recuperación de los pacientes, a la vez que aumentan el riesgo de problemas psicológicos o cognitivos.
"Muchos casos son alucinaciones de perjuicio, sienten que han secuestrado a un familiar suyo, o que alguno ha muerto. Por eso pensamos que no nos cuadra con la patología de sedación de UCI, sino algo más común porque con sedación de UCI puede cada uno interpretar su entorno de una manera, pero todos interpretan la alucinación igual", subraya. Al mismo tiempo, afirma que incluso personas que han superado una COVID asintomática o leve pueden sufrir pesadillas.
Cuenta la historia de una señora de 60 años, que a día de hoy vive en un bajo y tiene muchas flores puestas en la ventana. Es una paciente que padeció el COVID y que ya goza del alta hospitalaria, pero que actualmente sufre alucinaciones: "La gente se para a mirar las flores de su casa porque deben ser muy llamativas y me ha comentado más de una vez que ha tenido que bajar la persiana porque cada vez que se para alguien o ve una sombra se le eriza el vello y se pone malísima porque su cerebro interpreta que las alucinaciones de secuestro le vuelven. En estos casos, la ayuda del psicólogo es imprescindible".
Además, en este contexto de alucinaciones, la doctora reconoce que muchos de estos pacientes se encuentran en una situación de Alzheimer leve o de inicio, favorecida por esa invasión viral del cerebro, que suele revertirse en gran parte de ellos gracias a la labor del equipo multidisciplinar que hay en la Unidad de Rehabilitación, en especial del neuropsicólogo.
"En muchos casos, las alucinaciones retrasan la recuperación motora en los pacientes con un alzheimer leve. A lo mejor en dos meses podrían estar andando en su casa, pero ahora ante este problema, puede demorarse la vuelta a casa hasta los dos meses y medio, que es la media", apostilla.
Pueden afectar a los jóvenes
En concreto, a su unidad de rehabilitación acuden no solo personas que han sufrido COVID de forma grave o moderada, sino también personas que la han padecido de forma leve o asintomática. Asimismo, Martínez llama la atención sobre el hecho de que en su mayoría son personas entre los 50 y 60 años, aunque también han ayudado a personas más jóvenes.
"Casi todos cumplen con un mismo perfil, vienen prácticamente tetrapléjicos, no medular sino consecuencia de la invasión viral, y por ejemplo algunos pueden mover una mano o los dedos pero son incapaces de llevarse un vaso a la boca o de rascarse si les pica la cabeza; siendo conscientes en todo momento de lo que les pasa. A esto, por supuesto, hay que añadirle el hándicap emocional", llama la atención la responsable de la Unidad de Rehabilitación post COVID del Centro Hospitalario Benito Menni de Valladolid.
Dice que a muchos, consecuencia de la infección, se les afecta también la musculatura deglutoria, por lo que el trabajo del logopeda es fundamental en estos casos, a la vez que a muchos les es imposible dado su estado el volver a desenvolverse en las tareas cotidianas (ducharse, utilizar los instrumentos de comida, etc.). "Hay que reintroducirles en todo eso. Es volver a empezar de cero, pero se logra", confía esta médico.
Por todo ello, Martínez recomienda siempre consultar con el médico cualquier síntoma raro del que sospeche una persona, aunque se haya pasado la COVID-19 de forma asintomática o leve. En su hospital dice que han abierto una unidad ambulatoria donde poder acudir este tipo de personas y vaticina en que esta unidad de rehabilitación post COVID derivará en cuanto pase un poco más la pandemia en una unidad post UCI, donde ayudar también a estos pacientes.