Cristina Kirchner pule su estrategia electoral: entre el piso de votos, el guiño a "Wado" y el poder del "dedo"
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En plena interna del Frente de Todos la vicepresidenta Cristina Kirchner adelantó un punto clave de la estrategia electoral que tiene en mente al señalar que lo más importante será el "piso" de votos y a la vez lanzó un guiño que favoreció, en principio, la instalación del ministro Eduardo "Wado" de Pedro como posible candidato elegido, aunque ambas cosas pueden chocar entre sí.
La vicepresidenta mostró su diagnóstico del escenario electoral. Sin la definición de nombres que su feligresía espera, afirmó que las elecciones presidenciales serán "atípicas" porque serán "de tercios" y que en casos así "lo importante más que el techo es el piso" de votos porque la meta es "entrar al balotaje".
Con esto dejó la puerta abierta a que haya más de un precandidato en el Frente de Todos para las primarias (PASO). Y es que en esa instancia del proceso electoral, si hay varias listas sumando para un mismo frente, se puede generar competitividad y subir el "piso" para las generales de octubre, cuando se disputa la entrada a un balotaje que hoy aparece inevitable pero difuso, por la presencia del "tercio" que representa el libertario Javier Milei.
"Wado" de Pedro se mueve hace meses como precandidato, junta apoyos en el peronismo y no le huye a competir en las PASO contra otros dirigentes del oficialismo como el embajador en Brasil, Daniel Scioli, o el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, cuyo lanzamiento oficial es inminente según deslizaron fuentes del oficialismo a iProfesional.
Pero si la candidatura de Cristina Kirchner -ahora abortada por ella- bloqueaba la posibilidad de una PASO competitiva por ser la figura con la base de voto seguro más alto del Frente de Todos, el señalamiento con el dedo de un heredero podría dejar al Frente de Todos en las mismas condiciones y complicar el objetivo de subir el piso para entrar al balotaje.
"Wado" de Pedro: ¿el elegido de Cristina Kirchner?
Haber señalado en su entrevista con C5N su deseo de que "los hijos de la generación diezmada sean los que tomen la posta" hizo que en sectores del oficialismo se interpretara rápidamente un apoyo de la vicepresidenta a De Pedro, el dirigente más cercano a la vicepresidenta entre los anotados para la carrera presidencial, que es hijo de desaparecidos.
El ministro del Interior ya tuvo guiños a su precandidatura de gobernadores como el riojano Ricardo Quintela y el catamarqueño Raúl Jalil. Tras el último "renunciamiento" de Cristina Kirchner la leyenda "Wado 2023" apareció en algunos paredones del conurbano, lo que supone apoyo de una del peronismo bonaerense, además de sectores de La Cámpora, y ahora sumó también el del inoxidable líder del sindicato de Gastronómicos, Luis Barrionuevo.
"Hemos resuelto por unanimidad acompañarlo y queremos que Wado de Pedro sea el futuro presidente de los argentinos", afirmó Barrionuevo en la última cumbre del sindicato (Uthgra). No es un apoyo simbólico más, es estructura y aparato político, necesaria para encarar una elección. Una muestra de que la candidatura del ministro del Interior va en serio.
La mención de Cristina Kirchner favoreció, en principio, la instalación del ministro y cuadro de La Cámpora como precandidato. Pero mientras algunos sectores del oficialismo ya lo imaginan como el posible elegido, otros no se apuran. "Puede ser él pero también puede ser otro de la misma generación", deslizó a este medio una fuente del espacio.
En ese sentido, el nombre del gobernador bonaerense, Axel Kicillof, sigue sonando entre quienes esperan por una definición. Durante la entrevista, la vicepresidenta no lo mencionó y, además, evitó opinar sobre un posible desdoblamiento de las elecciones de la Provincia, como se evalúa cerca del mandatario según cuentan en La Plata.
El kirchnerismo espera la señal definitiva: las dos fechas clave
En el oficialismo creen que la vicepresidenta dejará correr a todos los que quieran anotarse más allá de que De Pedro esté en su consideración y que estirará el suspenso, según supo iProfesional. Nadie sabe con exactitud qué hará ni cuándo, por el hermetismo que la caracteriza, pero hacen apuestas.
"Hay que esperar al 25 de mayo", dijo una fuente consultada por este medio, montada en la expectativa que le puso la propia Cristina Kirchner a su acto: "Los espero a todos y todas en la plaza". En otros sectores de la alianza creen que incluso podría ir más allá, porque hay tiempo hasta el 24 de junio para definir las listas.
En cualquier caso, todos esperan que la vicepresidenta elija en ese período a su candidato, un heredero, y más si hay una PASO. Aquí entra en juego la definición más importante que dio la vicepresidenta en su entrevista: el reconocimiento de que el oficialismo encara una elección difícil, que debe llegar al balotaje y que "lo importante más que el techo es el piso".
Y es que si la vicepresidenta señala a un candidato le trasladaría su "piso" de votos, que al ser el el más alto del Frente de Todos podría restarle competitividad a la PASO como si se hubiese presentado ella misma y nada impide que también le traspase, sin querer, su "techo" y sus propias limitaciones electorales.
El poder y el riesgo del "dedo" de Cristina Kirchner
"Al ser tercios lo importante es entrar al balotaje. Es una elección diferente. Hay que entender porque hay tercios y no lo hubo en el 2019. No hablemos con nombre y apellido, hablemos de tercios", remarcó Cristina Kirchner durante la entrevista. Una señal de que está pensando en el desempeño del Frente de Todos más que de un candidato puntual en las PASO.
Todas las encuestas que circulan desde fines del año pasado muestran que con Cristina Kirchner en la cancha ni Alberto Fernández ni el ministro de Economía, Sergio Massa, ni ningún otro dirigente tenía chances de ganarle la interna. Sin ella y con De Pedro, los sondeos habitualmente muestran que el referente camporista tiene un piso bajo, como Scioli y como Rossi.
La expectativa alrededor de que Cristina Kirchner diga "este es mi candidato" supone que todo o buena parte de su capital electoral se volcaría hacia ese elegido. Pero de ser así, los otros precandidatos del oficialismo tendrían una derrota asegurada y además, el "piso" del Frente de Todos no crecería, quedaría igual, solo que con otro nombre en lugar del kirchnerismo.
Con los distintos sondeos que señalan que el Frente de Todos está detrás de Juntos por el Cambio más los que indican la posibilidad de que no entre al balotaje, entra en duda si el piso de votos actual del oficialismo sería suficiente para asegurar el objetivo que marcó la líder del espacio.
¿Cuál es el "piso" del Frente de Todos y de Cristina Kirchner, según las encuestas?
En marzo una encuesta de Solmoirago sobre 4.800 casos arrojó que el Frente de Todos en una PASO con Cristina Kirchner alcanzaba un piso de 31% y sin ella caía a 26%. El mismo sondeo mostraba en ese escenario a Kicillof con el 8,7%, seguido por Fernández con el 6,7%, Massa con el 5,8%, Scioli con el 2,8% y por último "Wado" De Pedro con el 2,1%.
Similar resultado arrojó la consultora Synopsis a fines de abril, cuando mostró que con Cristina Kirchner el oficialismo reuniría unos 30 puntos entre el 17,5% de la vicepresidenta, el 5,8% de Massa, el 3% de Fernández, el 2,3% de Scioli y el 1,4% de Wado de Pedro.
Todos estos cálculos empiezan a quedar muy abstractos. Massa ya hizo llegar a sus socios su rechazo a competir en una interna y tanto Fernández como Cristina se bajaron de la carrera, pero es la vicepresidenta la que tiene mejores posibilidades de trasladar sus votos. Si bien hay quienes solo la votarían a ella, también están los que harán lo que ella diga. Ese es el "piso" más firme.
Una encuesta de Opina Argentina en abril le dio a Cristina Kirchner un piso de voto seguro, fiel, de 14%. En el mismo mes, Management & Fit le dio 13,7%. Poco antes, en marzo, Poliarquía le atribuyó un piso de 22%. El techo (la sumatoria entre voto "seguro" y voto "probable") de la vicepresidenta roza los 30 puntos en todos los sondeos.
No obstante, los sondeos también le dan un nivel de rechazo (los que "jamás" la votarían) superior al 60%. Con esos guarismos, la estrategia que empezó a esbozar Cristina Kirchner deberá contemplar la conveniencia de señalar a su candidato con el dedo o, en lugar de ello, apoyar la competencia entre varios para ganar volumen.
La carrera por entrar al balotaje: el objetivo de CFK
El traslado de su piso de votos, de su rechazo y el hecho de que pueda mover todo o apenas una parte hacia un elegido, sumado al riesgo de reducir drásticamente a las demás ofertas del Frente de Todos, son factores que pueden favorecer o bien complicar la estrategia que empezó a sugerir la vicepresidenta.
Ocurre que si el candidato que compite en octubre fuera alguien señalado por ella y, para más, plenamente identificado con su figura como sería el caso de De Pedro, posiblemente ese postulante deba lidiar con el alto rechazo que tiene la vicepresidenta.
En ese caso, el oficialismo podría depender de otros factores para llegar al balotaje, como la lista final que surja de Juntos por el Cambio y la fuerza con la que llegue Milei a los comicios de octubre. Tanto en el oficialismo como en la oposición temen lo que pueda ocurrir si el libertario resulta el más votado individualmente en las PASO de agosto, especialmente con la economía.
El límite para confirmar las listas que competirán en las PASO es el sábado 24 de junio. Esos comicios serán el 13 de agosto y las generales el 22 de octubre. Si ninguno de los candidatos a presidente alcanza el 45% de los votos o el 40% con 10 puntos de ventaja sobre el segundo, el balotaje será el domingo 19 de noviembre. Hasta entonces, todas las posibilidades están abiertas.