El asesinato del cajero del Banco Nación abre una guerra de relatos por la seguridad bancaria
El asesinato de Germán Chávez, empleado del Banco Nación en la localidad de Isidro Casanova, durante un intento de asalto se convirtió en mucho más que un lamentable hecho de inseguridad.
Alrededor de esta tragedia se comenzó a desplegar rápidamente una guerra de acusaciones entre dirigentes sindicales, autoridades y militantes que la colocan en el plano político.
El gremio del sector, la Asociación Bancaria, lanzó durante la mañana un comunicado en el que anunció un paro de dos horas el próximo lunes (de 10 a 12) en las entidades de todo el país en reclamo de más medidas de seguridad. Pero lo notable del texto fue que cargó las culpas sobre la gestión macrista, con nombres y apellidos.
"Esta muerte es consecuencia de la desregulación de la seguridad bancaria ejecutada por los presidentes del Banco Central durante el macrismo: Federico Sturzenegger, Luis Caputo y Guido Sandleris", advirtió el sindicato comandado por Sergio Palazzo.
En el documento de la Bancaria se remarca que los "trabajadores de la seguridad en general, irresponsablemente tercerizados, no cuentan con la formación suficiente, lo que es responsabilidad de los bancos, acompañada por una fuerte reducción de los mismos paralela a la instalación de un endeble monitoreo a distancia y falta de coordinación con la seguridad pública".
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La interpretación política que realizó el gremio afín al actual gobierno no cayó bien entre los militantes de Juntos por el Cambio o, simplemente, "anti-K". Sobre todo desde las redes sociales, se subrayó que el asalto al banco y el asesinato fueron hechos delictivos y, por lo tanto, se concentraron críticas sobre la actual ministra de Seguridad Sabina Frederic.
Incluso, algunos refirieron que la actual administración del Banco Central habría relajado las medidas de seguridad en una comunicación oficial del 27 de diciembre (A 6853).
La respuesta del BCRA no se demoró y durante la tarde emitió un comunicado en el que afirma que "la modificación normativa del 27 de diciembre de 2019 solamente habilitó el uso del DNI digital, siendo las reformas en materia de seguridad bancaria efectuadas en gestiones anteriores, las que han sido cuestionadas y serán analizadas en profundidad".
Y anunció que "revisará la normativa para garantizar la seguridad de los usuarios y de los empleados" tanto en sucursales como en corresponsalías bancarias.
Asimismo, anticipó que en las próximas horas, autoridades del BCRA mantendrán reuniones con diversos organismos para obtener mayor información sobre lo ocurrido y con directivos de las Asociaciones de Bancos y de la Asociación Bancaria a fin de recibir sus opiniones respecto a las condiciones de seguridad en las entidades financieras.
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Un crimen violento
Al menos cuatro delincuentes ingresaron este viernes la una sucursal del Banco Nación en el centro de la localidad bonaerense de Isidro Casanova y asesinaron a uno de los cajeros, para luego sostenter un enfrentamiento armado con un efectivo que custodiaba el lugar.
La víctima fatal, Germán Chávez, de 31 años, era cajero del banco e integrante de una banda de música en sus ratos libres.
El hecho sucedió alrededor de las 10:00 de la mañana, cuando los asaltantes irrumpieron en la filial bancaria encapuchados y provistos de armas largas.
El banco se encuentra ubicado sobre la calle Roma 3271, a pocos metros de la avenida Juan Manuel de Rosas, en la zona oeste del conurbano bonaerense.
"Varios natalias a bordo de un Suran gris con vidrios polarizados ingresan al Banco Nación fuertemente armados con ametralladoras hirieron y asesinaron a uno de los cajeros", confirmó un audio policial difundido por la señal TN.
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El joven empleado fue virtualmente fusilado por los asaltantes cuando al percatarse del robo intentó alejarse de la caja de atención al público a su cargo.
En el momento del tiroteo dentro de la sucursal, numerosos clientes formaban filas en el local esperando ser atendidos.
Tras el asesinato, y mientras se enfrentaban a un efectivo policial, los ladrones se dieron a la fuga en el mismo vehículo en el que habían llegado a la sucursal.
Según los testigos, se escucharon al menos cinco disparos y uno de los delincuentes habría portado una ametralladora.
Algunas versiones indican que uno de los asaltantes podría haber resultado herido en el enfrentamiento con el policía.
El automóvil en el que escapó la banda, un Renault Fluence con pedido de secuestro, fue hallado abandonado poco después a cuatro cuadras del banco.