Efecto dólar en las góndolas: proveedores demoran reposición en los súper y ajustan precios
Era la gran esperanza del Gobierno. Los funcionarios lo dijeron una y otra vez: mayo iba a ser el mes del "clic", en el que debía notarse, por fin, la tan ansiada desinflación.
Tras un primer cuatrimestre caliente en materia de precios, Nicolás Dujovne aguardaba un verdadero "desplome" del índice. Y, tal como ya anticipara iProfesional, está claro que no será así ni mucho menos.
La devaluación le puso mayor presión a un mes que, de por sí, venía muy complicado, al menos en el rubro alimenticio.
Una semana antes del inicio, iProfesional reveló que las fábricas ya estaban enviando a sus clientes -cadenas de supermercados mayoristas y minoristas- nuevas listas de precios con ajustes de hasta un 8%.
Ya consumada la suba del dólar y en plena incertidumbre cambiaria, la novedad de estas últimas horas es que varias de compañías advirtieron sobre la llegada de una segunda ola de remarcaciones.
Más aun, algunas directamente han comenzado a implementar la nueva tanda de aumentos. Lo que más llama la atención de este fenómeno no es que ocurra, sino su alta velocidad.
De hecho, un grupo representativo de alimentos clave se había encarecido sobre el final de abril. Ahora, a raíz de los vaivenes del dólar, han vuelto a ser etiquetados a un precio aun más elevado.
Por citar uno de los tantos ejemplos, Molinos, compañía líder de la industria alimenticia, envió mails a sus clientes informando de la segunda vuelta de incrementos en harinas y algunos de sus subproductos.
Para el caso de los fideos, los aumentos impactaron sobre aquellas líneas más económicas, que venían algo rezagadas. Por cierto, también las más demandadas.
En un par de semanas, estos productos tuvieron dos retoques seguidos, uno atrás del otro, por un acumulado de aproximadamente 15%.
Después del fin de semana, una amplia gama de fábricas alimenticias tomó medidas defensivas frente a la suba de la divisa estadounidense y para cubrirse de la incertidumbre.
Así como algunas remarcaron anticipándose a una posible alza de las materias primas, otras fueron más allá y prefirieron resguardarse cuidando sus stocks: directamente dejaron de vender "hasta nuevo aviso".
"No hay precio". "No tenemos armada la nueva lista y no hay entregas". "Nos quedamos sin stock". "Estamos en plena reestructuración".
Estas frases fueron algunas de las transmitidas por los fabricantes a sus clientes (comerciantes) de modo tal de postergar las entregas hasta que se aclare el panorama.
Las primeras en reaccionar fueron dos de las principales importadoras de enlatados. Comercializan desde atún y caballa hasta choclos en grano y frutas en conserva (cocktails, duraznos y ananás).
Como son todos productos importados (las latas vienen de Brasil, Chile, México, Canadá, España, Italia, Tailandia y hasta de Siria), las encargadas de vender estos artículos prefieren "encanutarlos" hasta nuevo aviso.
Entendiendo que la crisis puede transformarse en verdadera oportunidad para expandirse, varias de las importadoras más chicas cubrieron parte del espacio dejado por las otras. Abastecieron de atún y de otros pescados en conserva, pero claro... con aumentos de entre 15% y 20%.
Los incrementos en la canasta alimentaria incluyeron productos de la denominada "mesa de los argentinos", como fideos, galletitas, café y aceites.
En el caso de las galletitas -uno de los rubros más dinámicos y también de mayor variedad-, los ajustes de la última semana llegaron a ser de entre 10% y 14%.
Se trata de otro de los segmentos que está atravesando la segunda ola de remarcaciones en pocas jornadas: justo antes de que comenzara mayo se habían registrado incrementos de entre 6% y 8%.
En los aceites también hubo fuertes retoques, repartidos en dos tandas: uno anunciado a fin de abril, del 6% promedio, y una segunda vuelta de entre 11% y 13%.
Por su parte, algunas de las arroceras más importantes del mercado han refrendado alzas del 8% en promedio.
Ni siquiera un rubro tan diverso como el de las especias queda al margen de la ola remarcadora: arrancó el mes con suba de 8% promedio en respuesta a la trepada del tipo de cambio, pese a que la mayoría se produce en el país.
A los incrementos en precios de los alimentos hay que añadirle el de otro rubro clave como lo es el de higiene personal y limpieza, cuyos productos se encarecieron en torno al 10% en las últimas horas.
Este último movimiento -tanto en mercadería importada como en aceites y galletitas- está directamente vinculado con la escalada del dólar, costo que los fabricantes y distribuidores no están dispuestos a absorber.
Más aun, las fábricas más grandes son las primeras en remarcar para tratar de no perder puntos de rentabilidad. Y a la espera de que los consumidores convaliden esos nuevos valores.
Alimentos calientes
Los alimentos forman parte del grupo de artículos cuyos precios más vienen trepando.
A lo largo de 2017 lo hicieron 20,7% en promedio, cuatro puntos menos que el nivel general, que se vio impactado por el reajuste de las tarifas.
Este año, el escenario empeoró, al menos en el primer cuatrimestre: el alza ha sido del 6,7%, a la par que el nivel general, también influenciado por los fuertes retoques en luz y gas.
De hecho, en abril, la inflación "núcleo" fue 2,6%, ubicándose tres décimas por arriba del IPC.
Es por esto que cunde la preocupación: si esta tendencia se mantiene habría un indisimulable costo político adicional, ante la perspectiva de un alza en los niveles de pobreza e indigencia.
Hacia adelante, el panorama luce complicado. De acuerdo con el último Relevamiento de Expectativas de Mercado del Banco Central (REM), la inflación núcleo esperada para el 2018 aumentó 1,7 punto porcentual respecto a la medición de marzo último: pasó de 18,1% a 19,8%.
El Gobierno se mostró tímido para enfrentar esta realidad: acaba de confirmar el programa de "Precios Cuidados" para los próximos meses.
Se trata de una nómina de casi 400 productos (164 artículos más que la última versión), que tendrá una vigencia de cuatro meses.
Fuera de estos acuerdos con fabricantes y supermercados, no se han visto iniciativas que ayuden a morigerar los aumentos.
"Tenemos muy pocas herramientas para derrotar a la inflación", había sorprendido Nicolás Dujovne durante el verano, al intentar una respuesta a las remarcaciones de los alimentos.
Con un índice de precios que en cuatro meses habría rozado los dos dígitos y en medio de la devaluación, los aumentos registrados en las pocas jornadas que van de mayo amenazan con quebrar la barrera del 25% anual pretendida por el Gobierno para demostrar una tendencia bajista.
La dinámica en los alimentos es la más preocupante, aunque no exclusiva, ya que los artículos importados registraron reacomodamientos en las últimas jornadas.
Las pinturerías, sin ir más lejos, aplicaron alzas de entre 5% y 10% el último fin de semana.
"Iban a ser menores, pero con la suba del dólar ninguno de los fabricantes quiso quedar expuesto", confesó a iProfesional el gerente comercial de una de las principales pinturerías del país.
"Nosotros no pudimos hacer otra cosa que trasladar esos movimientos inmediatamente", destaca. En general, los materiales para la construcción registraron esos mismos porcentajes de revisión.