Dejó el país para abrir un café en Miami: "El problema de Argentina es que es una montaña rusa"
Martina Fracchia es una de fundadoras de OL’ DAYS, un café que nació en 2014, acaba de abrir su tercer espacio en DoHo, Buenos Aires, factura en Argentina más de 80 millones de pesos al año y también cuenta con una sucursal en Miami.
Además de Martina, a cargo del área de Innovación, Desarrollo y Dirección de Marketing y quien se ocupa de poner en marcha productos y proyectos futuros, el equipo está conformado por Juliana Fracchia y Camila Basigalup. Juliana es la directora de Administración, Gestión y Sistemas de implementación y está a cargo de estandarizar y optimizar los recursos; Camila dirige el área de Recursos Humanos y se encarga de mantener un equipo sólido, unido y motivado.
"Me fui de Argentina a inicios del 2019", cuenta a iProfesional Martina. "Nos mudamos por una capacitación de mi esposo a Vancouver donde estuvimos un año y medio viviendo. Ese año estuve trabajando remoto desde casa y evaluando nuevos proyectos y caminos para nuestra marca. Uno cuando viaja, vive en otra cultura y experimenta un poco salir de la zona de confort y en mi caso, ese tiempo de alejarme de lo cotidiano para ver todo desde otra lupa fue clave".
Según narra, "siempre tuvimos en la cabeza, desde que abrimos OL'DAYS que estaríamos abiertas a nuevas oportunidades, nuevos mercados y básicamente todo se alineó para que se diera como se dio. Fueron muchos factores, primero, por una cuestión familiar tuve que salir de Argentina, tuve que coordinarme para trabajar desde otro país y todo nuestro equipo se tuvo que adaptar a esta situación. Segundo, esa idea que teníamos con las chicas de abrir en Estados Unidos (un mercado donde siempre estuvimos seguras de que nuestra marca tendría muy buena recepción) se vio acelerado por la oportunidades que trajo que yo esté viviendo más de este lado. Tercero, la Argentina siempre tuvo sus altibajos y, si bien a nosotros nos va muy bien y seguimos creciendo en el país, nunca está de más repartir los huevos en diferentes canastas y en ese sentido invertir en Estados Unidos tenía grandes promesas para una marca joven y de nuestras características".
Martina dice que el destino los eligió a ellos y no a la inversa. "Esto no se puede explicar sin decir que existieron en nuestro periodo de decisión, tres momentos muy diferentes entre sí: la pre pandemia, la pandemia y la post pandemia. En 2019 empezamos a explorar nuevas oportunidades para el negocio, teníamos en la mira principalmente Los ángeles, California y Nueva York, lugares que iban perfecto con el target de la marca y con el posicionamiento que buscábamos. Empezamos un proceso de conocer consultores, analizar zonas, distintos escenarios de inversión y retorno en cada caso. Ya teniendo una locación en mente, el ganador era Los ángeles y todo parecía encaminarse correctamente".
Pero en febrero 2020 viajaron a Miami por razones familiares y decidieron, "ya que estábamos", analizar oportunidades ahí. "Un lugar que siempre resultaba atractivo por la facilidad de conexión con Buenos Aires, la cultura más latina, muchos argentinos, algo más cercano a lo que conocíamos bien".
"En ese viaje conocimos a un consultor gastronómico, Ilan Sitt, dueño de Sherpa, una consultora gastronómica muy conocida en Miami, por primera vez nos sentimos más como "pez en el agua", Ilan era uno de los nuestros. No solo es argentino, sino que compartíamos muchas ideas de cómo llevar adelante nuestro proyecto entonces ya nos fuimos de Miami tentadas de tener este destino en la lista. Para nosotras el éxito de un proyecto, obvio, sin descuidar la ubicación y otros factores del mercado, tiene más que ver con las personas que sumes a tu equipo en el momento indicado y en nuestro caso conocer a Ilan y a su equipo nos dio una tranquilidad que hasta ese momento no habíamos encontrado en los otros destinos", comparte.
Luego, vino la pandemia y las reglas del juego cambiaron completamente. "En pocos meses Los ángeles no era una opción y Nueva York entraba en caos, una situación muy triste que si bien sabíamos que se recuperarían en el momento el panorama era muy incierto. Nos dimos cuenta que Miami nos abría las puertas con grandes oportunidades ya que se daban 3 factores al mismo tiempo: muchas locaciones buenas que en otras épocas no estaban disponibles quedaban vacantes por el COVID; las posibilidades de negociación eran muy buenas; y de todo Estados Unidos, Miami era uno de los lugares con menos restricciones y mejor clima para escapar del caos que sucedía a nivel mundial", enumera la emprendedora.
Abrieron el local el 13 de noviembre de 2020, ya una etapa de pos pandemia. "En Miami en esa época se vivía un clima de alivio, apertura y vuelta a la normalidad. Realmente, el análisis al momento de abrir fue muy positivo, no podríamos haber estado abriendo en una mejor ubicación dadas las circunstancias del mundo en ese momento", cuenta.
Los primeros pasos
Martina estuvo rodeada de personas que la ayudaron a "no meter la pata", según ella misma expresa. "Es algo que aconsejo a todo el que quiera emprender en otro país: primero, empaparte personalmente de las normas, usos y costumbres del lugar al que vas. En nuestro caso nos apoyamos en diferentes pilares: la consultora que contratamos nos acompañó en todo el proceso de cómo se hacen las cosas acá y en qué momento. Primero desarrollamos un business plan específico para Miami. Luego, ya con todo más claro creamos una empresa con formato de LLC que era la adecuada para nuestra operación y a partir de ahí hicimos nuestro "calendario" de recursos para abrir el restaurante (arquitectura y diseño del local, corredores de permisos para las habilitaciones correspondientes, estudio contable, contrataciones de personal y capacitaciones para llegar a la fecha de apertura). Teníamos 90 días para ejecutar el proyecto, lo hicimos en tiempo récord. Cada día que se pasaba, eran dólares y dólares de no estar operando, eso solo nos generaba más gastos que no podíamos correr el riesgo de asumir".
Emprender en otro país es "es un lindo desafío. En mi caso, la experiencia tuvo muchas más cosas positivas que negativas. En Estados Unidos las reglas están muy claras y si sabés adaptarte y cumplir con ellas todo va a estar bien y para cualquier emprendedor tener normas claras desde el inicio es una ventaja competitiva porque nos deja planificar sobre escenarios medianamente estables a largo plazo, salvando casos extremos como fue el Covid, este tipo de países te da la oportunidad de planificar y cumplir dicha planificación".
Como contraparte, "la gente es más competitiva que en Argentina y nosotras siendo bastante colaborativas en el mundo emprendedor… La rigidez del sistema tan automatizado a veces juega en contra, pero a largo plazo es un beneficio así que personalmente no encontré grandes barreras", plantea la vocera.
En Argentina, las emprendedoras actualmente tienen dos locales. El local original con el que arrancaron en 2014 en Puerto Madero y la primera franquicia que abrió en octubre 2022 en Doho, Villa Urquiza. "Argentina es un país de grandes oportunidades y con gente de gran talento para trabajar, pero el problema principal es que es una montaña rusa, entonces como emprendedor estás todo el tiempo ajustando los planes, eso te demanda mucho tiempo que de alguna manera le estas sacando a concentrar en el negocio en sí. Argentina te da un entrenamiento muy bueno de ese tipo, suena raro dicho así, pero también es un valor que uno lleva adentro para hacer negocios en cualquier otra parte", asegura.
Según analiza Martina, "emigrar implica extrañar muchas cosas cotidianas, la familia, los amigos, el día a día y, al mismo tiempo, salir de la zona de confort, pero tiene muchas sorpresas lindas, siempre que se haga de forma planificada, responsable y con convicción, es una experiencia que vale la pena".
"Ganamos mucho: primero, nuestro negocio hoy creció en todos los aspectos, eso hace que nosotras crezcamos como profesionales y nos desafiemos día a día a nuevas ideas. Segundo, gané experiencias, vivencias que me nutren como persona, como profesional y como líder de un equipo. Por último, pero no menos importante, gané amigos nuevos y la oportunidad de conocerme a mí misma fuera de mi zona más cómoda", agrega.