Tras la venta de Edenor, Pampa Energía encara estas inversiones para crecer en producción
De ganar $33.01 millones a perder $31.447 millones en tan sólo 12 meses. Parte de este rojo se debe a un deterioro de activos registrado en el balance por la suba el riesgo país, la devaluación y la inflación que afecta al negocio.
Pero también sirve para marcar el impacto que en Pampa Energía tuvieron el Covid-19 y las consecuencias que las medidas sanitarias adoptadas por el Gobierno para frenar la pandemia tuvieron en los sectores donde participa el holding fundado por el empresario Marcelo Mindlin.
Ocurre que las decisiones tomadas por el presidente Alberto Fernández terminaron por afectar a la industria energética, principalmente durante el segundo y tercer trimestre del año pasado.
Por caso, en el mercado de generación eléctrica, la demanda cayó un 5,7% y 2,0% respectivamente y debido a la menor actividad industrial y comercial.
Asimismo, el congelamiento tarifario y el aislamiento social produjeron demoras en la cadena de pagos de las distribuidoras eléctricas, sumado a retrasos en las contribuciones del Tesoro Nacional, por lo que CAMMESA ha registrado un creciente atraso en los plazos de pago, además de que suspendió el mecanismo de ajuste automático para la remuneración spot.
En cuanto al sector del gas, la producción registró una caída interanual del 9,0% y 10,2%, respectivamente, debido a los efectos limitantes del aislamiento social sobre la actividad. El promedio de precio del gas en boca de pozo ascendió a u$s2,2 y u$s2,4 por MMBTU, aproximadamente 35% menos que los precios de los mismos períodos de 2019. Esta reducción responde a los menores precios subastados en las licitaciones mensuales de CAMMESA, menor actividadindustrial y a la dilución por devaluación sobre el precio del gas vendido a distribuidoras.
Por otro lado, las medidas de aislamiento también afectaron fuertemente la demanda de petróleo que verificó un colapso en los volúmenes vendidos, como resultado de la fuerte caída de la demanda de productos refinados y el agotamiento de la capacidad de almacenamiento.
En este marco y para sostener las operaciones, Pampa Energía encaró inversiones en varios rubros y la recompra anticipada de parte de su deuda financiera. En este caso, encaró la cancelación de instrumentos en oferta pública a precios deprimidos para poder generar liquidez. Lo hizo, por ejemplo, recomprando el 11% del capital accionario original y 10% de las obligaciones negociables internacionales, cuyos vencimientos operan en el 2023, 2027 y 2029.
En cuanto a las inversiones, destinó un total de u$s528 millones, de los cuales u$s347 millones fueron destinados al mantenimiento de activos, y otros u$s181 millones a expansiones, principalmente repartidos entre los cierres a ciclo combinado de Genelba y Ensenada Barragán, más proyectos de midstream en Transportadora de Gas del Sur (TGN), dos de sus empresas controladas.
También y, analizando el panorama complejo e incierto, Pampa Energía mantuvo el plan de reorganización estratégica de su portafolio de activos que, como paso final del 2020, concretó la venta del 51% de las acciones de Edenor a una sociedad propiedad de los empresarios Daniel Vila, José Luis Manzano y Mauricio Filibertti, por casi u$s200 millones.
Se trata de un deal que va en sintonía con ese proceso de cambio de rumbo adoptado por Pampa Energía que busca enfocarse en generación eléctrica y producción de gas natural. Pero que también le permitió "sacarse de encima" una empresa que no resultó económicamente rentable y que le implicó una desvalorización contable de u$s382 millones.
Si bien la operación todavía no se terminó de concretar ya que falta la autorización del gobierno nacional, le permite al holding enfocar sus estrategias futuras a su core business.
Desarrollo futuro
En el caso de la generación de energía, donde participa con el 12% del total, el año pasado incrementó market share con la habilitación del segundo ciclo combinado en Genelba, con una inversión cercana a los u$s320 millones para sumar 400 MW al sistema.
De esta forma y si bien la capacidad nueva representa el 41% de sus 4.955 MW, la contribución al EBITDA es del 78% del segmento en el cual este año espera sumar otros 295 MW adicionales, de los cuales 280 MW provienen del cierre de ciclo de Ensenada Barragán, co-controlada y operada por Pampa Energía y con capacidad existente de 567 MW.
Según detalla el grupo en el informe de resultados enviado a la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, "el proyecto resulta vital para abastecer el creciente consumo en la zona industrial aledaña al Gran La Plata". Demandará una inversión de u$s200 millones y generará trabajo directo a 800 personas en promedio, además de contribuir a una mejora al medio ambiente reduciendo la huella de carbono.
"Nuestro objetivo en el sector de generación de energía ha sido siempre crecer de manera sustentable, apuntando a la máxima eficiencia a través de energía renovable y unidades térmicas de alta productividad", agrega el documento.
Sin embargo, sus ejecutivos enviaron un mensaje directo al gobierno nacional al reclamar la actualización de la remuneración a la capacidad vieja que, según estimaron, "resulta imperiosa para continuar con el mantenimiento adecuado de dichas plantas, las cuales están siendo remuneradas en los mínimos históricos".
Con respecto al negocio del petróleo, el documento recuerda que el 2020 fue otro año difícil, nuevamente marcado por un fuerte descenso de precios, situación que generó una parálisis de inversión en la industria que empezó a ser evidente hacia mediados del 2019 y que produjo una caída del 11% interanual en la producción nacional de gas.
En este sentido, el paper de Pampa Energía destaca que, pese a todas las vicisitudes, "logramos mantener prácticamente estable la producción, posicionándonos como el sexto mayor productor de gas del país, y buscando nuevos caminos para monetizar nuestros productos como que por primera vez exportamos crudo Medanito y durante el período estival, enviamos gas a Chile".
También hacen referencia a la "acertada" decisión de las autoridades locales de lanzar la licitación del Plan Gas.Ar como punto de inflexión para el negocio que busca promover y contractualizar la producción del gas natural y morigerar el gasto en divisas para importaciones.
Hasta ahora, Pampa fue la tercera empresa de Cuenca Neuquina con mayor oferta en la subasta, lo cual implica un compromiso de crecimiento del 15% promedio en la producción anual, y una suba del 28% en el inverno, el momento más crítico del año.
Los planes para este segmento se basan en darle continuidad a su participación en el esquema licitatorio para enfocarse en el desarrollo de tight gas, con una inversión superior a los u$s250 millones hasta el 2023 que le permitirá un aumento de su rentabilidad y generación de caja.
Pero también Vaca Muerta juega un rol importante en los negocios del holding de Mindlin y en donde, a pesar de la coyuntura del sector, registró por tercer año un índice de reposición de reservas positivo de 1,4, alcanzando reservas probadas por 142 millones boe y una vida promedio de aproximadamente 8,6 años.
Respecto del negocio petroquímico, pese al contexto recesivo que vivió el país, se logró un récord de volumen exportado de caucho a Brasil y una creciente demanda de estirénicos y bases octánicas, asociada al repunte de la industria y flexibilización de la cuarentena.
Perfil corporativo
En la actualidad, Pampa Energía opera una capacidad instalada de energía de 4.955 MW, que equivale a aproximadamente el 12% del total del país, siendo una de las cuatro generadoras independientes más grandes y esperando sumar otros 295 MW.
En el segmento de petróleo y gas, centra su actividad en exploración y producción en 13 áreas productivas y en 5 áreas exploratorias, alcanzando un nivel de producción en el ejercicio finalizado el 31 de diciembre de 2020, de 6,9 millones de m3/d de gas natural y 4,4 mil boe/d de petróleo.
Los principales bloques productores de gas natural están ubicados en las provincias de Neuquén y Río Negro.
En el sector petroquímico opera tres plantas de alta complejidad que producen estireno, caucho sintético y poliestireno, con una participación de mercado local entre el 85% y 98%.
Y a través del segmento Holding y otros negocios, participa en los negocios de transmisión de energía y transporte de gas a través de sus acciones en Citelec, sociedad controladora de Transener que se dedica a la operación y mantenimiento de la red de transmisión en alta tensión de 21.090 km, con una participación de mercado del 85% de la electricidad transportada en Argentina.
En el negocio de transporte de gas, co-controla CIESA, a su vez dueña de TGS, empresa licenciataria del transporte de gas natural, con 9.231 km de gasoductos en el centro, oeste y sur del país, y dedicada adicionalmente al procesamiento y comercialización de líquidos de gas natural a través del Complejo Cerri, de Bahía Blanca. Por otro lado, Pampa Energía posee una participación directa del 28,5% en Refinor, la cual cuenta con una refinería con capacidad instalada de 25,8 kb de petróleo por día y 91estaciones de servicio.