Inversión millonaria y polémica: los peligros del plan de China para producir carne de cerdo en Argentina
La intención del Gobierno argentino de abrochar una eventual inversión del orden de los 4.800 millones de dólares, a concretar en el lapso de 6 años, para abastecer la demanda china de carne de cerdo alienta las controversias más allá de los intentos oficiales por quitarle relevancia al proyecto.
El tenor del emprendimiento alienta los peores miedos entre los popes de la producción porcina local en tanto la decisión de los orientales es controlar todos las instancias de generación del producto, desde la crianza al embarque, pasando por el traslado en tierra, la labor de frigoríficos e incluso el almacenamiento en cámaras, sin que ello requiera de proveedores locales.
En el seno de organizaciones como la Asociación de Pequeños y Medianos Productores Porcinos bonaerenses alertan, además, que cualquier situación de parálisis del consumo en China originaría un excedente de carne en el mercado local que destruiría por completo a los criadores argentinos.
La envergadura del potencial desembolso entusiasma a la administración Fernández-Fernández en general ante la sequía de fondos frescos a partir del default propio y el contexto de parálisis económica y financiera global por efecto del Covid-19.
En las filas del oficialismo reconocen que cerrar un acuerdo con China implicaría dar vuelta por completo un escenario que, dados los esfuerzos truncos por acordar con bonistas y acreedores en general, por estos días se distingue por la ausencia total de fondos inyectados desde el exterior.
"Se celebró fuerte cuando Volkswagen ratificó su inversión a principios de año -800 millones de dólares, aunque viene siendo ejecutada desde 2019-, esto que puede ocurrir con China sería realmente fenomenal", se entusiasmó ante iProfesional Juan Nucelli, ex presidente de la Asociación Argentina de Productores de Porcinos y actual consultor con llegada al Gobierno.
"Si bien todavía no hay nada firmado, esto está al caer: los chinos van a venir. Y probablemente también instalen granjas en Brasil, después de todo es su principal socio comercial. Lo que queda por definir es la forma: si vendrán a asociarse con los productores locales o directamente solos. Ellos quieren solos, por supuesto", añadió otra fuente ligada a la producción de carne de cerdo.
El plan de los asiáticos, según reconocieron en torno a la Cancillería, implica duplicar el número de cerdas madres locales: pasar de las casi 500.000 actuales a una cifra cercana al millón.
Durante el primer año de granjas operativas en la Argentina, según pudo saber este medio, China aspira a sumar alrededor de 120.000 madres al stock doméstico.
"A lo largo de 6 años, se establecerían núcleos de 15.000 madres distribuidos en distintas partes del país -desembolso estimado de 140 millones de dólares por instalación-. La Patagonia, por ejemplo, sería una zona con posibilidades. A los chinos los números les cierran de la mejor manera: producir un kilo de carne de cerdo allá les cuesta cerca de 2 dólares. En Argentina, en cambio, podrían generarlo por 70 centavos de dólar", explicó Nucelli.
La decisión de ahondar en las características del proyecto llevó a este medio a consultar a representantes del Ministerio de Agricultura que lidera Luis Basterra.
"No hay nada firmado por el momento. Pero es lógica la demora: un tema de esta magnitud requiere de una cantidad de trámites institucionales a cumplir. Sobre todo porque se llevará a cabo con un país como China", dijo un asesor.
¿El Ministro se pronunciará respecto de esta iniciativa?, consultó iProfesional. El portavoz respondió que no.
Preocupación en la cadena
Lo hasta ahora omitido en los despachos del Gobierno: el creciente malestar de la cadena de producción porcina local, que da por hecho que la inversión excluye la incorporación de los criadores argentinos como proveedores de China.
A la par, la preocupación de estos mismos actores, que entienden que de activarse a futuro una nueva pandemia en la potencia asiática esta cantidad de carne de cerdo sin demanda terminará volcada en el mercado doméstico destruyendo por completo la producción local.
"Desaparecerían todos los actores de Argentina. De Paladini para abajo", confió otro directivo de peso perteneciente a la Asociación Argentina de Productores de Porcinos.
"Los chinos necesitan compensar el 40 por ciento del stock de cerdos que tuvieron que sacrificar a partir de la peste africana. Hasta ahí todo es interesante desde lo económico. Ahora, si ellos de pronto se quedan sin su mercado, toda esa carne terminará volcada en el país y la región. Ningún actor local podría competir frente a todo ese stock", amplió.
El proyecto en cuestión forma parte de una serie de entendimientos rubricados con China a principios de año, con vistas a la consolidación de nuevos acuerdos comerciales.
Si bien resta la firma final y los detalles en torno al modo en que se llevarán a cabo los desembolsos, las organizaciones de productores comenzaron a intensificar la presión sobre el Gobierno para que este, más allá de la necesidad de dólares, proteja de algún modo la cadena porcina local. Hasta el momento, el oficialismo ha optado por avanzar con las tratativas bajo un manto de silencio.