Jefas, emprendedoras, estudiantes: mirá los datos menos conocidos sobre las brechas de género en 2025
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Anticipándose al Día Internacional de la Mujer, que se conmemorará este sábado 8 de marzo en todo el mundo. Y pese a la creencia popular, el avance para cerrar las brechas de género en todo el mundo se han ralentizado y hasta estancado: el Informe 2024 sobre la Brecha de Género Global del Foro Económico Mundial indicó que se necesitarán otros 134 años para alcanzar la paridad.
En ese marco, las mujeres siguen haciéndose cargo de más tareas de cuidado de terceros y del hogar que sus pares varones, de acuerdo a un informe que se conocerá el 8 de marzo realizado por Voices en la Argentina. Y en el plano laboral, las diferencias también persisten.
Los siguientes son los datos sobre brechas de género en el ámbito laboral y educativo que distintas entidades dieron a conocer en 2025.
Menos jefas, incluso con políticas de equidad
Las políticas de diversidad e inclusión (DEI) hoy están siendo cuestiondas en todo el mundo, apuntando a que generan desequilibrios y prejuicios en las empresas. Otros, acusan que esas políticas no generaron una mejora real ni para las mujeres ni las minorías en el ámbito de los negocios.
De acuerdo a la compañía de talento Randstad, el 65% de los trabajadores argentinos tiene un jefe hombre, a pesar de que el 55% de los encuestados sostiene que su empleador cuenta en la actualidad con políticas de equidad de género. Más aún, pese a que desde 2023 se incrementó en 7 puntos porcentuales el número de compañías que cuentan con esas políticas, la cantidad de personas que dice tener un jefe varón solo disminuyó un 2% en dos años.
Andrea Ávila, CEO de Randstad para Argentina, Chile y Uruguay, señaló: "Si bien cada vez más organizaciones vienen avanzando en los últimos años en la implementación de políticas de equidad de género, los datos arrojados por nuestras encuestas muestran que aún persisten barreras estructurales que dificultan el acceso de las mujeres a posiciones de liderazgo."
"La equidad no se trata solo de intenciones, políticas o normativas, sino de un abordaje integral que contemple también los cambios culturales profundos que se requieren para transformar la realidad del mundo laboral. Especialmente frente a un contexto geopolítico que pareciera pone en duda la necesidad de este tipo de iniciativas, es fundamental que las empresas sigan promoviendo oportunidades reales de crecimiento y desarrollo profesional para las mujeres, buscando cerrar la brecha que aún existe en los niveles jerárquicos más altos, porque la evidencia indica que una mayor diversidad mejora los resultados de las organizaciones", completó.
Pese a ese cambio de tono en cuanto a las políticas de diversidad e inclusión que parece expandirse en occidente desde el año pasado, el 94% de los consultados por Randstad indicó que prefiere trabajar en un equipo en donde haya diversidad de género y el 92% subrayó como positivo que su empleador cuente con políticas para mejorar la diversidad dentro de la organización. Asimismo, el 85% afirmó que los equipos de trabajo en los que se expresa la diversidad de género alcanzan mejores resultados.
También se consultó puntualmente a los participantes si preferirían tener un jefe hombre o mujer. Al respecto, una abrumadora mayoría (89%) respondió que le resulta indistinto tener un jefe hombre o mujer, mientras que un pequeño 6% afirmó que preferiría tener un jefe hombre y solo un 5% que preferiría tener una jefa mujer. Pero solo el 57% de los encuestados afirmó que su actual empleador cuenta con igual cantidad de mujeres que hombres en puestos de decisión. Y solo el 35% dijo que los puestos de CEO o Gerente General son ocupados por mujeres.
¿Se puede decir entonces que las políticas DEI generaron un desequilibrio? Aparentemente no en cuanto a género. Si es posible cuestionar su impacto real, pero la respuesta a ello probablemente no provenga de eliminar o recortar dichas políticas.
El informe de Randstad menciona al respecto que "los persistentes mandatos culturales que asignan roles diferentes a hombres y mujeres en relación al cuidado familiar y del hogar, junto con el efecto de invisibilización de la problemática que implica la falta de indicadores vinculados a la equidad de género en muchas organizaciones, contribuyen a generar una percepción alejada de la real situación de desventaja que sigue afectando a las mujeres en todo el mundo."
"La falta de equidad entre hombres y mujeres en el ámbito laboral responde a múltiples causas y factores y a sesgos inconscientes que hacen que los reclutadores y tomadores de decisión sigan prefiriendo hombres para ocupar puestos gerenciales. Cada año, la conmemoración del Día Internacional de la Mujer nos recuerda la deuda existente para equilibrar la balanza en materia de equidad en el mundo del trabajo", sostuvo Andrea Ávila.
"Muchas compañías desconocen realmente su situación en relación a cuestiones de género y suponen que están siendo equitativos cuando, en realidad, están muy lejos de cumplir con parámetros aceptables en relación a igualdad de oportunidades, salarios, no discriminación y acceso igualitario a posiciones de decisión. Por eso desde Randstad, continuamos con la tarea de recopilar año a año indicadores de diversidad, equidad e inclusión para colaborar con información y herramientas para que las organizaciones mejoren sus políticas y así podamos tener un mundo del trabajo en el que hombres y mujeres estén finalmente en pie de igualdad", sentenció la CEO.
Más emprendedoras
Para este Día Internacional de la Mujer varias entidades finacieras salieron a intentar comprender causas y barreras para la independencia económica e inclusión financiera de las mujeres. Es un factor fundamental para no solo equiparar las brechas, sino también reducir la situaciones de vulnerabilidad de distintos tipos que afrontan muchas mujeres.
Algunas de ellas, según relevó Mastercard, están intentando liderar en empresas propias. El estudio "Empoderamiento para Todas: Apoyando a Mujeres Emprendedoras", mostró que Latinoamérica y el Caribe (LAC) es la región con la menor brecha de género en intención de emprender a nivel mundial: a pesar de las diferencias sectoriales, el interés por emprender es prácticamente igual entre hombres (76%) y mujeres (75%).
Y esta tendencia se mantiene para quienes planean abrir un negocio propio en el futuro (76% mujeres vs. 77% hombres), lo que refleja una creciente oportunidad para lograr la equidad en las oportunidades de emprendimiento.
Sin embargo, los hallazgos demuestran que, para muchas mujeres, convertir una idea en un negocio sostenible sigue representando un desafío, siendo la falta de financiamiento y recursos financieros una de las principales barreras en Latinoamérica. Para aquellas que ya tienen un negocio, el cuidado infantil se convierte en un desafío adicional, indicó Mastercard.
El relevamiento muestra que el 49% de las mujeres en la región ya ha emprendido con un negocio propio, consolidando su participación en la economía regional. Sus principales razones para emprender fueron:
- 72% busca generar más ingresos
- 39% desea alcanzar independencia económica
- 37% quiere ahorrar para un objetivo específico
Y los sectores más relevantes para las emprendedoras en la región son:
- Freelancing (28%)
- Venta en línea de productos propios (27%)
Brecha educativa pero no para todas
Diversos estudios demuestran que son más las mujeres que los hombres en Argentina que se anotan en carreras universitarias y que las terminan. Aún así, se suele señalar una diferencia en las áreas de estudio elegidas, que terminan por relegar a las graduadas y alumnas a sectores con menor perspectiva laboral a futuro, alta informalidad y peores salarios.
Se señala menos otra brecha de genero, que no tiene que ver con las elecciones de carrera sino con las posibilidades efectivas de completar los estudios. Eso salió a investigar la consultora DatosClaros, y encontró una menor cantidad de mujeres con un título universitario completo en comparación con los hombres en los niveles socioeconómicos medios y bajos, donde la deserción femenina es mayor. Mientras que el 22% de las mujeres abandona sus estudios universitarios, solo el 8% de los hombres lo hace.
Detrás de este fenómeno, pueden esbozarse algunas hipótesis. Nuevamente, la carga de responsabilidades familiares podría ser un factor determinante, especialmente en los sectores medios y bajos, donde muchas mujeres deben asumir el rol de sostén de hogar y relegar su formación académica. Además, la percepción sobre el valor de la educación superior también influye: el 44% de las jóvenes de entre 18 y 25 años cree que un título universitario no les garantiza un mejor trabajo, frente al 25% de los varones de la misma edad, indica otro reporte de Datos Claros.
"Como vemos que la universidad incompleta se da más en niveles medios bajos y bajos, podemos pensar que hay mujeres que empiezan a hacerse cargo de sus hogares como madres solteras y que tienen que abandonar la universidad para poder salir a trabajar, porque esto en los niveles altos no ocurre. Y por otro lado, la diferencia del tipo de trabajo al que puedan acceder, aún con un título universitario en relación a los hombres, hace que no tengan la motivación para terminar esos estudios, sino que salgan a trabajar sin haberlos completado, porque de todas formas no van a obtener los trabajos que quieren", analizó Natalia Gitelman, directora general de DatosClaros.
Brecha salarial
Que hay una diferencia salarial entre lo que cobran hombres y mujeres con igual puesto, trayectoria y formación, es algo que se reitera año tras año y en todos los países. En la Argentina se da además, una particularidad: el salario pretendido de las mujeres es menor siempre en todas las profesiones, menos en una.
La plataforma Bumeran es la que releva la brecha de salario pretendido a nivel local mensualmente desde hace años, por eso en el 8M comunicó que en todas lasáreas los candidatos hombres solicitan salarios más altos que las mujeres al aplicar a una vacante laboral. La única excepción es en Recursos Humanos, donde la tendencia se revierte y ellas piden un 4,21% más, con una pretensión salarial de 1.223.451 pesos por mes, frente a los 1.171.996 pesos por mes que solicitan los hombres.
"Los datos muestran que la brecha en los salarios requeridos según género es una realidad en casi todas las áreas, con diferencias que superan el 20% en algunos sectores. Si bien en Recursos Humanos las mujeres solicitan un 4,21% más que los hombres, esto es una excepción y no la norma. La clave está en entender qué factores impulsan estas diferencias y trabajar en estrategias que promuevan mayor equidad", explicó Carolina Molinaro, Head of Marketing de Jobint.
Bumeran también relevó lo que ocurrió con la brecha salarial de género en el último año: en enero de 2024 alcanzaba el 17,23%, reduciéndose a su punto más bajo en junio con un 4,91%. Sin embargo, desde entonces comenzó a crecer nuevamente, llegando al 10,89% en enero de 2025. Si se amplía la perspectiva a los últimos cinco años, la brecha más alta se registró en octubre de 2023, cuando los hombres solicitaban un 20,45% más que las mujeres.
El último dato es que, en promedio, los hombres solicitan un salario un 10,89% mayor que el de las mujeres por idéntica posición. Mientras ellos aspiran a 1.457.285 pesos por mes, ellas solicitan 1.314.130 pesos por mes.
Ahora bien, los datos muestran además una marcada división de género en las postulaciones laborales. Las mujeres se inclinan mayormente por roles administrativos, comerciales y de atención al cliente, mientras que los hombres predominan en sectores industriales y tecnológicos. En contraste, los hombres tienen mayor presencia en áreas técnicas y operativas, con una fuerte participación en Producción y Manufactura (75,72%), Ingeniería Civil y Construcción (73,58%) e Ingenierías (73,24%). También dominan el sector de Oficios y Otros, con un 60,56% de las postulaciones.
"Esta división también impacta en las brechas salariales: en la mayoría de los casos, los hombres tienen mayores pretensiones económicas, con excepciones puntuales en educación", concluyó Carolina Molinaro