No son las acciones: cuál es el instrumento que más se negocia en la Bolsa porteña
Cuando se habla de la Bolsa o del mercado bursátil prácticamente todo gira en torno de las acciones y salvo contadas excepciones poco y nada se comenta que sucede con el resto de las opciones que se le ofrecen a un potencial inversor. Lo curioso del caso es que el volumen operado en acciones es ínfimo, ya que es ampliamente superado por otros instrumentos.
Si se toma como referencia la información que suministra el Instituto Argentino del Mercado de Capitales (IAMC) correspondiente a noviembre de este año, surge que el volumen operado por las acciones, sobre un total de $91 billones, equivale a apenas el 2,1% del total, solo superando levemente, entre los activos más difundidos a los CEDEARs, que pesan un 1,5% y a las ON con el 0,9%.
En cuanto a los títulos públicos, estos aglutinan más de un tercio del volumen efectivo negociado, pero son las cauciones las que se llevan la mayor parte de la actividad, con el 57% del total.
Si se comparan estos porcentajes con los correspondientes a noviembre de 2023 se observan marcadas diferencias en la mayoría de los segmentos. Empezando por las acciones, estas apenas llegaban al 1,3% del total al igual que los CEDEARs, quedando dos décimas por debajo de las ONs. En el caso de los títulos públicos, su participación rozaba el 31%, mientras que las cauciones aglutinaban las dos terceras partes del mercado.
Los cambios en la participación pueden atribuirse en el caso de las acciones y de los bonos a las expectativas sobre la actividad económica, en tanto que para las cauciones tiene un peso significativo la abrupta caída de la tasa de interés.
¿Qué son las cauciones?
Las cauciones, que también son denominadas como el "plazo fijo bursátil" son una alternativa a corto plazo, que opera bajo ciertas condiciones bastante particulares, determinadas por la Bolsa de Comercio. Se trata de un instrumento ideal para los inversores que buscan diversificarse en Renta Fija en pesos y que permite tener dinero disponible para operar todos los días.
El plazo mínimo para realizar cauciones es de 1 día y el máximo de 120 días, según las normas vigentes. Es precisamente esa posibilidad de hacer colocaciones a menos de 30 días, que es el mínimo exigido por el Banco Central para plazos fijos, lo que les da cierto atractivo.
En esencia, existen dos posturas: una colocadora y otra tomadora y a diferencia de una operación bancaria tradicional, desaparece el intermediario financiero.
En la práctica, quien demanda los fondos es un inversor que posee títulos, para lo cual previamente los debe dejar depositados en garantía, que son avalados por el mercado de valores. Una vez determinado el valor efectivo de los mismos, el Merval le aplica un aforo y determina el monto al que puede acceder. Según fuentes del propio mercado, este es del orden del 80% y se fija para evitar que potenciales fluctuaciones en las cotizaciones perjudiquen las garantías otorgadas.
A manera de ejemplo, un inversor que tiene en cartera bonos o acciones por un millón de pesos, los puede depositar en el mercado, solicitar que se le aplique el aforo correspondiente y negociar el excedente. Entonces, si la "quita" es del 20%, podrá salir al mercado por los $800.000 restantes.
El interesado en tomar esta caución puede concretar la operación a través de las páginas de las sociedades de bolsa en las que es cliente, determinando al momento de hacerlo el monto, el plazo y la moneda, ya que la tasa de interés surge del juego de la oferta y la demanda.
Cabe señalar que en la actualidad, las tasas nominales anuales que pagan las cauciones para operaciones a menos de 15 días rondan entre el 27% y el 31,5%, es decir prácticamente idénticas a las que pagan los bancos para imposiciones a 30 días, en tanto que quien las coloca debe pagar en promedio medio punto por encima de esos porcentajes.
Al vencimiento de la operación, el deudor debe pagar el capital más los intereses al tomador y una vez cancelad la misma recupera la libre disponibilidad de sus títulos, si bien nunca perdió su titularidad.