• 25/12/2024

La declaración jurada de Trump da una pista: ¿en que criptomoneda invierte? (no es Bitcoin)

El magnate se ha propuesto como el salvador de una industria azotada por el rechazo del Gobierno y de la SEC y se ha rodeado de representantes del sector
07/11/2024 - 10:36hs
Declaración jurada de Donald Trump: ¿en que criptomoneda invierte? (no es Bitcoin)

En una imagen generada por inteligencia artificial que circula en X (antes Twitter), el símbolo del bitcoin ondea sobre el despacho oval de la Casa Blanca. Aunque ficticia, la escena refleja una de las principales expectativas de los seguidores de las criptomonedas, quienes ven en Donald Trump, recientemente elegido presidente de Estados Unidos por segunda vez, una oportunidad para el sector cripto. La victoria de Trump sobre Kamala Harris impulsó el valor del bitcoin, que registró un alza de hasta un 9%, superando su récord histórico.

Este escenario también reabre interrogantes políticas y económicas sobre el futuro de EE.UU. y su relación con el mundo. Temas como la política migratoria, la defensa de derechos civiles y el enfoque hacia conflictos geopolíticos —particularmente en Ucrania y Oriente Próximo— se presentan como algunos de los mayores desafíos de la nueva administración.

No obstante, para la industria cripto en particular, la llegada de Trump a la Casa Blanca representa un nuevo comienzo, ya que muchos de sus partidarios lo ven como una figura clave para el impulso de este sector.

Criptomonedas en la agenda política de Donald Trump

Trump, quien declaró en su última presentación financiera una cartera de criptomonedas de más de un millón de dólares —principalmente en ethereum y NFT—, no ha ocultado su interés en la tecnología blockchain.

 Durante su campaña, se acercó de manera activa a la comunidad cripto, buscando apoyo financiero y electoral. Esta estrategia marca una diferencia notable con la administración demócrata saliente, liderada por Joe Biden, y con el presidente de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC), Gary Gensler, conocido por su enfoque restrictivo hacia las criptomonedas.

En su campaña, Trump ha prometido medidas específicas para beneficiar al sector cripto, como la creación de una reserva de bitcoins, incentivos para la minería y una regulación más flexible. También fundó una compañía de criptomonedas, World Liberty Financial, la cual ayudó a consolidar su vínculo con la comunidad de activos digitales.

 Entre sus propuestas más destacadas se encuentra la destitución de Gensler como presidente de la SEC, una acción que busca abrir camino a políticas más favorables para el sector.

El respaldo de figuras influyentes y el enfoque hacia la regulación

Pese a sus limitados conocimientos sobre criptomonedas, Trump se ha rodeado de destacados empresarios favorables a este sector, como Elon Musk, y otros socios como Zak Folkman y Chase Herro.

En los medios estadounidenses, estos colaboradores han sido descritos como "crypto punks", y han jugado un rol importante en la consolidación de su imagen entre los inversionistas de activos digitales. Este respaldo podría facilitar una agenda cripto favorable, especialmente considerando el control republicano en el Congreso, lo que daría margen para impulsar leyes beneficiosas para la industria.

Varios representantes del sector cripto han manifestado su optimismo respecto a la presidencia de Trump. Jonathan Jachym, jefe de política global del exchange estadounidense Kraken, expresó su disposición para colaborar con la nueva administración en políticas que extiendan los beneficios de las criptomonedas a toda la ciudadanía.

Desde Bit2Me, su director de ventas, Abel Peña, destacó que Trump es el único candidato que ha apoyado abiertamente el sector. Javier García de la Torre, director de Binance España y Portugal, espera que las políticas de EE.UU. promuevan la innovación en el campo de la tecnología blockchain y la web3.

Las contradicciones en la agenda económica de Donald Trump

Pese al optimismo en el sector cripto, algunos analistas han señalado posibles contradicciones en la política económica de Trump. Judith Arnal, investigadora del Real Instituto Elcano, destaca que la propuesta de Trump de establecer aranceles del 100% a los países que no acepten el dólar contradice su supuesto apoyo a las criptomonedas.

Las criptomonedas, concebidas originalmente como un medio de pago, podrían entrar en conflicto con la protección del dólar como moneda de reserva global, un objetivo claro en la política de Trump.

Para Arnal, el respaldo de Trump a las criptomonedas podría interpretarse como una forma de controlar este mercado sin antagonizarlo, considerando que, si bien es favorable a las criptos, también busca proteger la posición del dólar.

En esta línea, Gustavo Martínez, profesor de finanzas y analista de mercados, argumenta que Trump opta por "aliarse con el enemigo" al regular las criptomonedas, un enfoque que podría servir para fortalecer la posición del dólar en el sistema financiero global.

Impacto de la elección en la Unión Europea y el marco regulatorio MiCA

La llegada de Trump a la Casa Blanca podría influir también en el enfoque regulatorio de otros países, en particular de la Unión Europea, que se prepara para implementar el marco regulatorio de Mercados de Criptoactivos (MiCA). Esta normativa, prevista para entrar en vigor a finales de año, busca uniformar la regulación de criptomonedas en el bloque, ofreciendo una estructura clara y segura para las empresas de este sector.

Sin embargo, según Arnal, la regulación europea podría resultar insuficiente frente a la competencia de EE.UU., donde una política laxa de Trump haría más difícil el control del mercado global de criptomonedas. Esto plantea un dilema para Europa: mientras MiCA busca asegurar una normativa transparente para los consumidores, el enfoque estadounidense, menos regulado, podría atraer a las empresas interesadas en operar con menor supervisión.

No obstante, Arnal también destaca que la seguridad jurídica y la estabilidad ofrecidas por MiCA son elementos que atraen a ciertos operadores del mercado, quienes prefieren entornos regulatorios estables. La incertidumbre de una política flexible en EE.UU. podría generar dudas sobre la protección del consumidor y el desarrollo de proyectos de dudosa fiabilidad, lo que afectaría la credibilidad del mercado a largo plazo.

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