Dólar, un mal negocio en la era Milei: así perdieron ahorristas en los últimos seis meses
En los últimos cinco años, la inflación en dólares en Argentina fue del 30%. Esto surge de comparar la evolución de la inflación y el tipo de cambio mayorista. En igual período, en Estados Unidos, la inflación fue del 22,7%. Estos datos nos sirven para revelar que quien adquirió dólares y los dejó en caja de seguridad, perdió poder de compra en Argentina y en el exterior.
Mucho se habla en nuestro país de qué valor tiene que tener el dólar. Sin embargo, su precio no es proclive a la voluntad de un funcionario o miembro del FMI, ya que surge de la estructura de funcionamiento que imponga la política económica vigente.
La estrategia de Javier Milei para contener al dólar e inflación
En la actualidad, la administración de Javier Milei logró 5 meses consecutivos de superávit fiscal, con el cual se podrían comprar u$s2.693 millones en el mercado mayorista, algo pocas veces visto en la Argentina.
Además de esto, debemos considerar cómo evolucionó la emisión de dinero del Banco Central. Hasta el 7 de diciembre, la circulación monetaria era de $ 6,6 billones. El último dato de circulación monetaria, lo tenemos con fecha de 14 de junio y suma $ 11,5 billones.
Si tomamos el período desde el 7 de diciembre al 14 de junio, tenemos que la circulación de moneda subió el 74,2%. Si tomamos la inflación entre el mes de junio 2024 (estimada en 5,5%) y diciembre 2023, en 7 meses tuvimos una inflación del 127,5%. Esto implica que en términos reales la circulación monetaria cayó el 23,5%.
En materia de reservas, el dato al miércoles 19 de junio es de u$s29.944 millones, mientras que el stock de reservas al 7 de diciembre es de u$s21.209 millones, lo que implica una mejora del 41,2%.
Está claro que el Gobierno está trabajando en dos bandas, con superávit fiscal en tesorería, y mejorando el balance del Banco Central. Por ejemplo, los pasivos monetarios remunerados al 7 de diciembre eran de $22,9 billones, y en la actualidad son de $ 26,3 billones. En ambos conceptos, se incluyen los pasivos en moneda extranjera, y el aumento fue del 14,8%. Debemos decir que una parte de esta deuda mutó del Banco Central a la Tesorería, algo que veremos más adelante.
En la actualidad, si tomamos las reservas y los pasivos monetarios en moneda nacional, el precio de equilibrio del dólar sería $1.209. Este precio no quiere decir nada, es una cuenta que el mercado realiza para saber dónde está parado, puede bajar o subir, sin que esto indique nada concreto sobre la competitividad que puede tener la Argentina.
Otro dato interesante es la evolución de la deuda pública durante este Gobierno. Pra ello, tomamos el stock de deuda que heredó Javier Milei el 30 de noviembre del año 2023, que suma u$s422.826 millones de la tesorería y pasivos monetarios remunerados del Banco Central por u$s65.189 millones.
Ambos conceptos suman la friolera de u$s488.015 millones. Si medimos estos mismos indicadores al 31 de mayo pasado, la deuda de la tesorería suma u$s433.233 millones y los pasivos monetarios remunerados del Banco Central u$s31.033 millones. Esto nos da un total de u$s464.256 millones, lo que implica que la deuda combinada entre la tesorería y el Banco Central bajó en los primeros 6 meses de gobierno de Javier Milei el 4,9%.
¿Por qué comprar dólar fue el peor negocio en la era de Javier Milei?
Las reservas han crecido, pero no todo lo deseado. Sin embargo, la circulación monetaria cayó en términos reales. Esto nos dejó como resultado un fortalecimiento del peso.
Los dólares alternativos aumentaron mucho menos que la inflación. Por ejemplo, el dólar CCL al 30 de noviembre estaba en $ 854,40, y el día miércoles cerró en $ 1.291,63. Esto nos da una mejora del 51,2%. Si tomamos la inflación entre el mes de junio 2024 (estimada en 5,5%) y diciembre 2023, en 7 meses tuvimos una inflación del 127,5%. Esto implica que -en términos reales- el dólar CCL cayó el 33,5%.
Cualquier inversor que hubiera realizado un plazo fijo UVA le habría ganado al que compró dólares, esto para comenzar a conversar, porque quien compró AL30 entre junio y el 30 de noviembre gano en pesos 136,2%, superando a la inflación del 127,5% estimada, y a la evolución del dólar CCL. El índice Merval mostró una mejora del 93,8% que es inferior a la inflación esperada, pero superior a la suba del 51,2% del dólar CCL.
Los 5 meses de resultado fiscal positivo son una hazaña para un Gobierno que heredó una economía desbastada. Por otro lado, la capitalización del Banco Central, con el traslado de deuda a la tesorería no deja de ser una gran noticia para el mercado. Todavía resta mucho camino por recorrer: hay que incrementar reservas, y bajar deuda futura en dólares como los Bopreales.
La deuda pública tomó un nuevo contorno, ya que hoy sobre el total de la deuda de la tesorería más el Banco central, 55% es deuda en dólares, 30% es deuda en pesos ajustada por inflación y 15% es deuda en pesos a tasa fija. Esto obliga al Gobierno a aferrarse más que nunca al superávit fiscal, ya que 85% de la deuda se actualiza y difícilmente la pueda licuar vía una devaluación. No emitir sin respaldo sería una locura en este contexto.
La deuda en pesos ajustada por inflación fue la mejor inversión en los últimos 7 meses, por ejemplo, el TX26 subió el 144,2%, cuando la inflación fue del 127,5% y la suba del dólar CCL del 51,2%.
El dólar dejó de ser una buena inversión. Desde el 30 de noviembre a la fecha perdió contra bonos en dólares, bonos en pesos que ajustan por inflación y contra el índice Merval. Contra la inflación, perdió un 33,5%, lo que le quita poder de compra sobre cualquier bien. Esto se da en un marco de gran suba de la inflación en Estados Unidos, lo que le quita poder de compra en el exterior.
La suba de precios en EE.UU. fue del 3,3% en los últimos 12 meses; del 7,5% en los últimos 24 meses; del 16,7% en los últimos 36 meses; del 22,4% en los últimos 48 meses; y del 22,7% en los últimos 60 meses. Con todos estos datos, damos por culminado todo el debate sobre el dólar y su evolución en el mercado en los últimos meses, claramente fue un fiasco.