Los fondos comunes de Inversión suben hasta 200%: los que mejor rinden y qué se espera para los próximos meses
Para la industria de los fondos comunes de inversión, 2022 terminó mucho mejor de lo que se preveía a mitad de año. En tal sentido, el año cerró con 6,7 billones de activos bajo su administración, lo cual implica un crecimiento del 93%. Esto está muy por arriba del promedio de 70% anual de los últimos 5 años y del 67%, si se lo compara desde 2012. No obstante, si se la ajusta por inflación, esta tasa fue levemente negativa, lo cual no sucedía desde el 2019, cuando la caída real fue de 13 puntos porcentuales.
Medido en dólares, el patrimonio nNeto es de u$s19.000 millones, un 14% más que en 2021 y cerca de duplicar el mínimo de 2019. No obstante, se mantiene lejos de los máximos del 2017. Su crecimiento promedio mensual en dicha moneda fue del 2%, siendo los mejores meses febrero y marzo con subas en torno al 10 %.
Inversiones: ¿cómo cerraron el año los segmentos líderes?
Un detallado informe realizado por los analistas de Portfolio Personal Inversiones (PPI) sostiene que si se considera el rendimiento por segmento en 2022, la renta variable fue nuevamente la de mejor performance, con una suba del 136%, casi duplicando la suba del 2021 y en línea su benchmark, el S&P Merval, que ganó 6 puntos porcentuales más.
En lo que hace a los fondos con mayores rendimientos, el gran ganador del año fue Delta Recursos Naturales, con casi el 200 por ciento, seguido por Galileo Acciones, con el 171% y Gainvest Renta Variable, que subió otro 169 por ciento.
Estos fondos invierten en acciones locales y/o internacionales en forma de Cedears, al menos, hasta donde la regulación lo permite (un 25% de la cartera). En acciones, y a diferencia de la deuda soberana e incluso las ONs, el dato más importante es la elevada concentración de sus carteras. En efecto, las primeras 10 tenencias explican cerca del 70% del PN del segmento. El podio lo ocupan YPF, Pampa y Ternium con el 13, 11, y 9% del total. El primer Cedear, que es Vista, recién aparece en el puesto 16 con el 1,1 por ciento.
Detrás de la renta variable se ubicaron los fondos de renta fija, con un retorno promedio en torno al 75%. Si se los analiza por activo, estos muestran una clara la preferencia por el ajuste CER y por el cortoplacismo. De hecho, los primeros tres instrumentos (dos letras y un bono) son con esta indexación, explican el 33% del total de la deuda soberana en pesos y vencen antes de abril de este año.
Cabe apuntar que este segmento se vio fuertemente afectado por la crisis de la deuda soberana en especial en junio, no obstante lo cual logró arribar en segundo lugar por rendimiento al final del año. En lo que hace a los fondos con mayores rendimientos, son los siguientes:
En cuanto al el segmento de los Money Market, en un año caracterizado por la incertidumbre y la búsqueda de opciones de muy corto plazo, fue el refugio natural para recibir flujos de corto plazo. Su liquidez inmediata, y composición cuentas remuneradas, plazos fijos y cauciones fueron la clave.
En el caso particular de los T+0, en el año acumularon así una suba promedio del orden del 54% con un rendimiento promedio mensual que fue subiendo de alrededor del 2% en los primeros meses a poco más del 5% en los últimos Esto último apoyado sobre las subas de las tasas impulsadas por el BCRA.
Fondos comunes: qué deparará 2023
De acuerdo con los analistas de PPI, a lo largo de este año varios son los factores que podrán presionar sobre la volatilidad de las carteras y obligarán a mantener estrategias de inversión activas. En tal sentido, consideran al menos cinco grandes temas que podrían marcar las oportunidades para los inversores dentro de los fondos.
- Contexto macro: La falta de credibilidad y expectativas deterioradas, como una economía en muchos casos intervenida son cuestiones que mantienen la sensibilidad alta. Es por ello que ya no sólo sirven los anuncios, sino que la atención estará en su ejecución. La marcha del ajuste fiscal (en especial, en un año electoral) será, por ejemplo, un dato relevante. Todo un marco, además, que debe leerse en conjunto con los desafíos (no menores) que también enfrenta el contexto internacional en general, y regional (Brasil y Chile) en particular.
- Año electoral: La agenda política será un dato clave en particular para los Portfolio Manager de los fondos que deben buscar anticiparse a los movimientos de mercado. De hecho, el camino a las elecciones presidenciales es largo, pues habrá numerosos hitos en el mismo. Sin dudas que para el trazado del mismo será relevante la forma en que se configure el escenario político en los próximos meses, y tendrá como primera parada en marzo/abril con el comienzo del calendario electoral en las Provincias. Luego se iniciará el largo periplo hasta las PASO en agosto y si el calendario electoral se cumple, culminará en octubre con las elecciones presidenciales. "Por ende, arriesgar hoy a un trade electoral parece ser complicado, o bien sólo opción para los agresivos", advierten desde Portfolio Personal Inversiones.
- La deuda en pesos: el temor a un reperfilamiento de la deuda de pesos será una amenaza que estará vigente a lo largo del año, pues ante la magnitud de vencimientos previos a las PASO la sensibilidad de la misma a cualquier dato negativo será alta y por ende, el riesgo soberano podrá por momentos seguir siendo un factor de volatilidad sobre las carteras de los fondos.
- Inflación: Tras la marca del 95% alcanzada en 2022, la inflación no dejará de ser un tema este año, y en consecuencia, podrá mantener alto el apetito por la cobertura. De hecho, aún con cierta baja puntual en las expectativas para los próximos meses, se estima que la inflación seguirá elevada, a partir de que la emisión vinculada al fisco nunca paró y la demanda de dinero podría ser muy inestable en un año electoral.
- Tipo de cambio: la multiplicidad de tipos de cambio vigente no parece tener demasiadas chances de que se pueda modificar, al menos, antes de las elecciones. Básicamente, porque sincerar este punto en el actual escenario, sería aceptar una suba del piso del tipo de cambio oficial. Incluso las restricciones para el acceso a las divisas se mantendrían, y hasta quizás podrían hasta profundizarse si la incertidumbre crece.
En conclusión, según surge del informe difundido por PPI, 2023 será un año que muy probablemente obligará a replantear las estrategias en más de una oportunidad, y en consecuencia, los FCIs pueden ser un buen vehículo para los inversores, ya que son eficientes a la hora del armado de una cartera diversificada, pero un punto que será clave para buscar minimizar los riesgos.