¿Cuál es el costo de contratar una caja de seguridad en un banco y cuántos dólares se pueden guardar?
A la hora de resguardar ciertos bienes personales, familiares o empresariales, ya sea por su valor monetario o sentimental, las cajas de seguridad ocupan un lugar destacado en las preferencias de los argentinos. No obstante, cuando se hace referencia a ellas se las vincula inmediatamente con la guarda de dólares.
La referencia no es casual, pues cuando la incertidumbre es moneda corriente y la inseguridad no cesa, la demanda de los cofres no solo se mantiene elevada sino que se renueva en forma constante.
Más allá de que en la actualidad los depósitos en dólares no parecen enfrentar mayores riesgos en cuanto a una expropiación o pesificación, siempre está presente en la memoria de los ahorristas lo sucedido en el pasado y si a eso se suma la nula rentabilidad que proporcionan los plazos fijos en moneda extranjera, se puede comprender la elección de las cajas de seguridad como una opción valedera.
Si bien la oferta de este servicio se concentra en gran medida en los bancos, hace ya varios años que existen compañías que se sumaron a esta actividad.
Caja chica: entran hasta 250.000 dólares
En cuanto al servicio en sí, lo primero que hay que saber es que existe una amplia variedad de tamaños, que van desde aquella que mide 10 x 15 x 60 hasta la de mayor espacio o "extra grande", que es de 30 x 60 x 60. De la comparación surge que este último es nada menos que doce veces más grande que la otra.
Volviendo a la caja de menor tamaño, en ella entran hasta 250.000 dólares, siempre que los 2.500 billetes sean de 100 dólares.
En lo que hace a la pregunta si lo que se guarda en una caja está seguro, cabe recurrir al Código Civil y Comercial, que entró en vigencia el 1 de agosto de 2015, que reguló -por primera vez- ese servicio para dar certeza a los depositantes y a las entidades financieras.
En efecto, el Código establece cláusulas que le ponen un límite a la responsabilidad de los bancos, admitiendo que se puede acordar un tope entre éstos y los usuarios, a los efectos de reconocer una compensación ante la sustracción de todo o parte del contenido.
En general, los especialistas entienden que el banco es responsable de la caja, del contenido y del edificio frente a un robo. En tal sentido, no puede decir que es ajeno a que se haga un túnel para entrar por abajo.
Es entonces que es posible que las entidades bancarias contraten seguros hasta el tope de su responsabilidad autoestablecida en los "formularios de adhesión", no obstante lo cual, su existencia no modifica su relación con el cliente ni la medida de su responsabilidad, sino que es un resguardo que las entidades suelen tomar para afrontar este tipo de hechos.
La odisea de los clientes
Desde ya muchos años conseguir una caja de seguridad se ha convertido en una verdadera odisea para los potenciales inquilinos. De hecho, lo habitual es encontrar como respuesta que la "única posibilidad que se le puede ofrecer es anotarse en lista de espera".
Pero también hay excepciones, dependiendo de la ubicación de la sucursal. Así por ejemplo, en barrios relativamente alejados del microcentro es posible encontrar lo que se está buscando, al igual que en aquellas sucursales ubicadas en el Gran Buenos Aires.
En líneas generales quienes saben del tema sostienen que el nivel de vacancia ronda el 20%, dependiendo de la ubicación. En tal sentido, varias de las entidades consultadas publican en sus páginas de internet las sucursales en las que hay disponibilidad.
¿Cuánto cuesta el alquiler de la caja de seguridad?
De acuerdo a los últimos datos disponibles, el valor anual de una caja de seguridad pequeña parte de los $18.000 y se puede elevar hasta los $45.000. En tanto que las cajas más grandes, dependiendo de los tamaños y las ubicaciones, pueden tener un piso de $48.500 que se eleva hasta $200.000 por año.
Si bien estos son precios "de lista", la mayoría de los bancos ofrecen en sus paquetes de productos, en especial los de más alta gama, todo tipo de descuentos de las mismas, que según los casos pueden oscilar entre el 20% y el 35 por ciento.
Así por ejemplo, Banco Galicia indicó que una caja chica cuesta, en promedio, $5.260 por trimestre, mientras que una grande paga unos $26.754 para el mismo lapso. Ambos precios incluyen IVA, por lo que con dichos valores, anualmente alcanzan los $25.500 y $129.500, respectivamente.
En el caso del Macro, los encargados del sector indicaron que una caja chica cuesta casi $16.000 con pago trimestral, mientras que para una grande la comisión se eleva hasta los 50.000 pesos, por lo que en términos anuales van de los $64.000 a los 200.000 pesos.
En BBVA, en tanto, las cajas más chicas tienen valores que arrancan en los $1.918 mensuales ($23.016 por año) y una de tamaño grande puede costar $7.059, es decir, $84.948 anuales.
En cuanto al Banco Provincia, los precios van de los $5.049 trimestrales o $20.196 anuales para las más básicas y hasta los $14.355 cada tres meses que se convierten en $57.420 anuales.
En el HSBC las cajas de seguridad más pequeñas cuestan $11.285 por trimestre, al tiempo que las de mayores dimensiones trepan hasta los $35.115 para igual lapso. De esta manera, por año se debería abonar si no se alteraran las comisiones entre $45.140 y $140.460 según la necesidad de cada cliente.
Finalmente, en el Banco Nación el cuadro tarifario muestra un mínimo de cerca de $19.000 anuales para los cofres más pequeños.