Decisivo para el precio del dólar: ¿la inflación puede controlarse o hay riesgos de espiralización?
Terminó mayo y se entró en un compás de espera hasta que se publiquen los datos oficiales de inflación del mes. Esta vez, el dato llegará a mediados de junio, precisamente el 16.
Se viene de un primer cuatrimestre de 2021 caliente, con un nivel total de inflación del 17,6%, distribuida en un 4,1% para enero, un 3,6% en febrero, 4,8% en marzo y 4,1% en abril.
"Más allá de la expectativa generada por el Gobierno el año pasado, cuando envió el proyecto de Ley de Presupuesto Nacional, que contempla una inflación anual del 29%, el inicio del 2021 no fue muy auspicioso", resume un informe reciente del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI).
Y es que, tal como indica a iProfesional el economista jefe de Ecolatina, Matías Rajnerman, con los números registrados hasta el momento, es previsible que este año la inflación esté por arriba del 40%.
Sin embargo, el mayor problema y la principal preocupación para el oficialismo radica en el aumento de los precios de los alimentos, que, según el relevamiento en comercios de cercanía de 20 distritos del conurbano bonaerense que realiza mensualmente del el ISEPCI, tuvieron picos del 4,5% en enero, 5,18% en marzo y 4,29%, en mayo.
El gran problema de esta tendencia es que lo que más se deteriora con el aumento de los alimentos es el poder adquisitivo de los ingresos de los sectores populares y trabajadores y también preocupa el hecho de que las políticas que el Gobierno ha instrumentado para combatir estos incrementos hasta ahora no han dado resultados.
¿Hay riesgo de espiralización o no?
Ante esta situación, la pregunta que surge es cómo incidirá esa variable en el resultado promedio de la inflación del mes que dará a conocer el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) en unos 15 días. ¿Se está ante un posible proceso de espiralización o tenderá a la baja, ratificando la tendencia que se inició en abril tras la fuerte subida de marzo?
"No veo un riesgo de espiralización de la inflación en los próximos meses en un mercado tan controlado. Tendría que pasar algo antes en el mercado cambiario, como una disparada del dólar, pare empezar a esperar una situación de ese tipo", responde a la pregunta Rajnerman.
Así, anticipa que, para mayo, Ecolatina proyecta una desaceleración de la inflación hacia un nivel del 3,7%. "Es una baja bastante pronunciada respecto de marzo y más moderada a comparación de abril", señala el analista, pero reconoce que aún continúa en niveles elevados y advierte que eso es preocupante.
En un sentido similar, Federico Furiase, director de EcoGo, afirma que ellos proyectan una inflación del 3,6% para mayo y destaca que un elemento clave para lograr esta caída en el índice respecto del mes anterior ha sido la intervención del Gobierno para controlar el mercado cambiario, sobre todo el dólar financiero, como ancla, lo que se ve reflejado en una desaceleración transitoria y gradual de la inflación, que podría mantenerse si continúa este sendero.
Por su parte, Claudio Caprarulo, economista principal de Analytica, proyecta una suba de precios de 3,8% en mayo y asegura que "la actualización de tarifas, de combustible y de prepagas, a la par de la suba de los bienes con estacionalidad, fueron elementos que presionaron al alza el índice".
En tanto, señala que la inflación núcleo, o sea "los bienes y servicios que no están regulados y tampoco oscilan de acuerdo a la época del año, tuvieron un crecimiento bastante menor que en meses anteriores".
Los pronósticos de estos expertos están en línea con el REM, que publicó el viernes pasado el BCRA, en base a las proyecciones de cerca de 40 consultoras y expertos, el cual arrojó un índice previsto del 3,6% para mayo.
Hernán Lechter, titular del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), coincide con sus colegas al señalar que "la inflación de mayo probablemente esté por debajo del 4,1% de abril, aunque se mantendrá en guarismos relativamente altos". Y explica que esto es en función de una serie de aumentos que se registraron en prepagas, medicamentos, combustibles, comunicaciones y electricidad.
"El dato de Índice de Precios Mayoristas de mediados de mayo hablaba de un 4,8%, impulsado por productos agropecuarios y algunos insumos intermedios, lo que es indicador de un piso para el tema inflacionario en el mes", advierte Lechter.
Asimismo, afirma que, en mayo, por segundo mes consecutivo, hubo un ancla nominal vinculada a la variación del tipo de cambio, ya que el dólar mayorista se movió solo 1,3% y en abril lo hizo en un 1,9%, con un resultado de inflación del 4,1%. "Eso configuraría el tercer mes en el que la variación del tipo de cambio se encuentra aplacada mientras la inflación cuenta con guarismos sensiblemente superiores", advierte.
Inflación: qué esperar en el segundo semestre
En esta línea, Lechter señala que, si bien es prematuro aún anticipar un dato, para junio se esperan aumentos en las cuotas del Monotributo, en telecomunicaciones y gas. "Son menos incrementos que los que se vienen registrando hasta ahora y eso hace pensar que debería verse una desaceleración de precios significativa", prevé.
Así, asegura que el debate de que la inflación se iba a recrudecer por el aumento de tarifas, ya se vio reflejado en mayo y junio, motivo por el cual, observa que "queda despejado el escenario para la segunda mitad del año en ese sentido".
Desde Analytica, Caprarulo dice que también proyectan una caída en la tasa de inflación para los próximos meses. Al igual que Lechter, indica que, desde marzo, la depreciación del peso cayó, y tocó en mayo su valor más bajo en el 1,3% de mayo.
Por eso, prevé que "el ancla cambiaria, la política sostenida de absorción de liquidez de parte del Central y el freno en las actualizaciones de tarifas reguladas explican el menor aumento de precios que esperamos ver durante los próximos meses".
Furiase, coincide con la visión de Caprarulo, pero alerta que, si bien el sendero para junio va a depender de si el BCRA sigue controlando la brecha cambiaria, es decir, el dólar financiero, "será clave también cómo siga hacia adelante la dinámica fiscal y monetaria".
En este contexto, los analistas del mercado -según el REM- proyectan que la inflación minorista se ubicará a fin de año en torno al 48,3% interanual.
Por cierto, se trata de un aumento de 1 punto porcentual respecto de la estimación que tenían el mes pasado, confirmando que hay una alta expectativa inflacionaria para 2021 en el mercado y que la misma se ubicará por encima del ya muy envejecido Presupuesto 2021, que postula una inflación del 29% para este año.
Salarios y gasto fiscal: dos temas a seguir
Considera, en este sentido, que "si el Gobierno sigue tirando de la cuerda del déficit fiscal para asistencia ante la pandemia y para poner plata en el bolsillo de la gente de cara a las elecciones, financiándose con emisión monetaria, probablemente se complique lograr una desaceleración nítida del ritmo de la inflación en el corto plazo".
Y, por otro lado, el economista de EcoGo indica que un riesgo nuevo que ha aparecido es que lo sindicatos, que hasta ahora venían calmos, dado que la inflación no ha bajado, están reclamando una mayor recomposición salarial y adelanta que eso podría conspirar contra una desaceleración de la inflación en el segundo semestre.
No obstante, para Rajnerman -y su visión coincide con el consenso general de los expertos- es posible que, para junio, la inflación esté en descenso, aunque por arriba del 3%.
"Hasta el segundo semestre no creemos que vaya a perforar ese piso, pero tampoco no vemos que vaya a haber un riesgo importante de espiralización", concluye de cara a lo que queda del año.