¿Es inevitable un salto del dólar oficial?: este es el veredicto de un reconocido consultor
El ex Bank of America Merrill Lynch y actual socio de Alberdi Partners, Marcos Buscaglia, dialogó con iProfesional sobre la compleja situación económica que vive Argentina. La diagnosticó como una crisis de confianza. Consideró que las últimas medidas del Gobierno fueron muy leves y afirmó que se debe revisar el presupuesto para mostrar un sendero fiscal y monetario más creíble.
-¿Cómo definirías hoy la situación de Argentina?
-Me parece que la situación es de una clara falta de confianza en las medidas del Gobierno y de exceso de pesos. Creo que el Gobierno tiene un diagnóstico equivocado que, en lugar de ver esos dos fenómenos, limita cada vez más la compra de dólares y no toma medidas complementarias. Hay un montón de cosas que están pasando en Argentina que aceleran la falta de confianza, como por ejemplo el impuesto a la riqueza, la toma de tierras, el ataque al sector privado...
-El precio de los bonos está manifestando esta desconfianza, ¿no?
-Sí, es tremendo. Me parece que hay algo de capitulación de algunos inversores con respecto a Argentina. Claramente, la gente se da cuenta que este es un Gobierno sin rumbo. Acá se hizo una reestructuración, mal hecha y tardía, pero se hizo y era una oportunidad para empezar a salir adelante, a converger a tasas más bajas, a abrir el financiamiento del sector privado y a una economía que crezca. Y estamos para el otro lado. Es bastante loco lo que pasó. No creo que haya en la historia de las reestructuraciones una post reestructuración tan catastrófica como esta. Argentina tenía la posibilidad de ser el gran trade del año para los inversores de mercados emergentes y resultó un desastre. Entonces hay gente que capitula.
-¿Qué debería hacer el Gobierno para ganar esa confianza?
-Me parece que hay una cuestión que es fundamental, una condición necesaria, y es convenir bien cómo va a ser el sendero fiscal y de financiamiento monetario del Gobierno de los próximos meses y del próximo año. Con un presupuesto más realista y un déficit más acotado que el que presentó el Ministro de Economía.
-¿Lo ves posible, dado que lo presentaron hace poco más de un mes?
-Lo van a tener que cambiar, aunque sea de hecho.
-El blue cerró la semana en $195, ¿las medidas que viene tomando el Gobierno no surten efecto?
-Si toman medidas y el blue no baja es porque la gente no retoma confianza. A mí lo que más me preocupa no es solamente eso sino también lo que se está empezando a escuchar sobre faltantes de productos y empresas que no pueden producir porque no tienen insumos, y el impacto que está teniendo esto en la actividad económica.
-¿Puede ayudar un respaldo del FMI a restaurar en algo la confianza perdida?
-Sí, pero no creo que el FMI respalde a Argentina hasta que el país no tenga un plan para resolver estas cuestiones. El FMI no nos va a salvar de la resolución de estas contradicciones. Nos podrá acompañar para disminuir el impacto de la resolución de estos problemas pero nunca para evitarlo.
-¿El FMI entonces no desembolsará dinero para apuntalar las reservas?
-No, en este momento, no.
-Las medidas que se tomaron para estimular las exportaciones, ¿son suficientes?
-No, ninguna. Todas las medidas que se han tomado son muy débiles. Bajar el parking, un poquito de suba de tasas, un leve incentivo a los exportadores. Es todo muy poquito a esta altura.
-¿Cuál sería un plan un poco más consistente para el Gobierno?
-Básicamente, ir a un esquema donde tengamos un sendero fiscal más creíble y acotado. El Presupuesto es poco creíble porque tiene un supuesto de inflación poco creíble. Entonces, deberían ir a un presupuesto creíble, con una convergencia fiscal rápida y, probablemente, negociar con el FMI para conseguir algo de financiamiento en 2021. El objetivo tiene que ser que la gente vea que no se van a imprimir tantos pesos el año que viene. Ya se imprimieron un montón este año. Entonces, si hay que financiar $1 billón en déficit el año que viene, cuando este año ya se emitieron casi $2 billones... Es mucha plata. Para comparar, la base monetaria entera son $2,3 o $2,4 billones. Por eso me parece que básicamente hay que reducir la idea de que habrá más emisión en los próximos meses porque si quien tiene pesos sabe que van a venir muchos más, no demanda pesos ahora.
-¿Es inevitable una devaluación?
-Yo lo veo muy difícil de evitar.
-¿Y en qué horizonte?
-Eso no se sabe, aunque es claro que están intentando llevarla a 2021.
-¿Hay algún mecanismo adicional para tratar de sumar reservas y ganar un poco de tiempo?
-Podría ser el swap pero no sé por qué razón no lo están usando. Podrían también vender el oro, aunque tiene un costo reputacional hacerlo. Hay todavía algunos bolsones de liquidez ahí.
-Algunos economistas plantean un desdoblamiento cambiario, ¿lo ves posible?
-Nunca se descarta ninguna cosa. No sé qué van a hacer. Claramente, el sendero que siempre han tomado es tratar de evitar la devaluación a toda costa, inclusive con un daño muy duro para la actividad económica, con medidas que podemos llamar administrativas. Entonces, el desdoblamiento no se puede descartar. Hay un dilema ante un desdoblamiento: qué hacer con las deudas del sector privado. Si las llevaran al financiero, podrían hacer quebrar a un montón de empresas que no van a poder pagar deudas en dólares. En cambio, si las dejan al comercial, los pueden acusar de un seguro cambiario. Nada es fácil porque nada sustituye a lo que hay que hacer, que es generar confianza. Para ello se necesita un plan creíble y dejar de atacar al sector privado.