La tensión cambiaria no cede: el Gobierno usará esta "última bala" para frenar la crisis del dólar
En medio de la turbulencia, asoma una última esperanza de que el frente cambiario pueda controlarse. El mercado espera que la licitación de los bonos en dólares que la Secretaría de Finanzas realizará el 9 y 10 de noviembre sirva para traerle alivio al mercado del dólar contado con liquidación (CCL), que a pesar de los anuncios de Economía dando marcha atrás con algunas de las medidas que había tomado el Banco Central hace un mes, aún no se calmó.
Pero claro, no se trata de un remedio inocuo: los analistas advierten que esta herramienta podría salirle muy cara al Gobierno, ya que la tasa de interés que tendría que pagar hoy por colocar deuda en dólares estaría en torno al 15%, una tasa que quintuplica lo que cualquier país de la región debe pagar hoy para tomar crédito en el mercado internacional, y que se condice más con una economía al borde del default que con una que acaba de cerrar exitosamente un canje de deuda.
Ocurre que el precio que hoy tienen los bonos que fueron emitidos para el canje de deuda -y que podrían tomarse como una referencia para la licitación de los próximos días- están bajos, y la TIR (Tasa Interna de Retorno) que ofrecen como rendimiento está en torno al 15%.
Y si bien no se estima que el interés que tendría que pagar el Gobierno por colocar deuda nueva sería necesariamente igual a eso, es un valor de referencia que el mercado toma en cuenta para hacer una estimación del costo financiero que implicaría esta colocación de deuda.
En todo caso, esa situación da la pauta de la urgencia que tiene Martín Guzmán para tratar de llevar tranquilidad a un mercado con altas dosis de nerviosismo. Hoy, estos bonos, originalmente pensados para darle una salida a los fondos de inversión que habían ingresado al país durante la gestión macrista, como Pimco y Templeton- aparecen como una tabla de salvación.
"La licitación de estos bonos en dólares es una herramienta que le permitirá al Gobierno descomprimir la presión sobre la brecha, pero también tiene su lado B porque implica empeorar la composición de la deuda, ya que desde punto de vista de sustentabilidad el Gobierno emitirá deuda en dólares que era algo que no quería", subrayó Rodrigo Álvarez, economista y director de la consultora Analytica. Y pronosticó que "la deuda que se emitirá será deuda cara, porque el Gobierno no podrá emitir a la misma tasa que otros emergentes, ya que hoy la TIR de los bonos está por encima del 15%".
Gustavo Neffa, analista de Research for Traders, coincidió respecto al efecto que la licitación de los nuevos bonos en dólares tendría sobre el CCL, pero no cree que el Gobierno vaya a poder pagar una tasa de mercado. "No veo una licitación abierta pagando una tasa de mercado, porque sería muy, muy cara", señaló.
Y agregó: "Hay que ver a quién va dirigida y a qué plazo, no es lo mismo si apunta a un mercado institucional que si es abierta donde los minoristas pueden tener su alternativa de inversión. En cualquier caso, el nuevo bono no debería ser emitido a más de cinco años".
Una apuesta a la descompresión
Pero en el mercado, la información que circuló es que estos bonos vencerían entre 10 y 15 años, de modo que sus vencimientos calzarían con los de los títulos emitidos para el canje de la deuda, que tienen vencimientos en 2030 y 2035.
Desde la Secretaría de Finanzas del Ministerio de Economía no han dado ninguna precisión aún, ya que aseguran que están trabajando en los detalles de la emisión de este nuevo bono que buscará conseguir 750 millones de dólares.
En un principio, el ministro Guzmán le había dicho a fondos como Pimco y Templeton que realizaría tres subastas de 500 millones de dólares cada una, una en agosto, otra en septiembre y la última en noviembre. Nada ocurrió en agosto y septiembre, y ahora en noviembre se realizará esta licitación por 750 millones de dólares.
"Tomando eso en cuenta, es muy posible que haya otra por el mismo monto antes de fin de año", dijeron en Economía. Y admitieron que la licitación no será solo para que salgan los fondos que en su momento quedaron atrapados aquí en pesos.
"La normativa es abierta, no es exclusiva para esos fondos", aclararon. "De lo que se trata es de sacar al mercado del contado con liquidación del tembladeral en el que se lo metió", añadieron.
Lo que buscan en Economía es estabilizar el mercado, más que provocar una baja en el precio del dólar CCL: "Queremos darle un horizonte, que no ande infectando a todos, especialmente al blue", admitió una fuente del Palacio de Hacienda. Claro que para eso, probablemente paguen un precio alto.
¿Mayor el costo que el beneficio?
Sin embargo, tanto en el Gobierno como en el mercado se preguntan: ¿qué costo es mayor, el de emitir deuda en dólares en este momento a una tasa mucho mayor a la que pagan nuestros vecinos o correr el riesgo de que el dólar CCL se siga disparando y eso provoque fuertes desequilibrios en este escenario de incertidumbre?
"Está claro que no hay nada más costoso que una devaluación, no hay nada más costoso que eso para la política, para la economía y para el frente social. Porque acelera la inflación, deteriora el poder de consumo de las familias, achica la actividad y por lo tanto reduce el PBI", explicó Rodrigo Álvarez. Y añadió: "Claro que la idea de realizar una licitación de bonos es una herramienta sola que no debería ser analizada sin tener en cuenta un plan económico que, lamentablemente, no conocemos y que debería haberse presentado mucho antes, cuando se cerró el canje de la deuda".
Para el director de la consultora Analytica "todas estas medidas son vistas como paliativos extemporáneos por el mercado". Y consideró que "el Gobierno llega tarde y esto le cuesta. Y llega tarde de una manera incompleta, porque de la impresión de que ninguna de estas herramientas por sí sola alcanza".
La idea de que las medidas son pocas o insuficientes parece ser algo que se instaló en el mercado. Tal vez por eso, a pesar de que consideran que las decisiones que anunció Economía esta semana van en el sentido indicado, los analistas advierten que el mercado no está reaccionando de manera positiva.
"La noticia está buena para descomprimir un poco el mercado del contado con liquidación, y los nuevos bonos son importantes para los tenedores de bonos en pesos que necesitaban tener dolarizadas sus tenencias, además de que para el Gobierno quitar del mercado del contado con liqui a quienes se quieren ir, también es una solución", sostuvo Santiago López Alfaro, analista de Delphos Investment. Sin embargo, advirtió que "estamos en momentos de incertidumbre y desconfianza, que cualquier noticia que llega no alcanza para estabilizar el mercado".
En el mismo sentido opinó Neffa, quien subrayó que "la reacción del mercado fue totalmente contraria a lo esperado. Y eso es preocupante. Porque las medidas no fueron en el sentido incorrecto, fueron en el sentido correcto, pero el mercado te está mostrando que hay un problema mayúsculo. Hay un problema de credibilidad importante".
Tal vez uno de los pocos analistas que mostró cierto optimismo, sea el economista y consultor Salvador Di Stefano, quien considera que "el mercado se va a calmar". Claro que para que eso ocurra, asegura, hará falta que se den una suerte de situaciones.
"Si Guzmán manda señales al mercado de que va a frenar la emisión de pesos, es más, si manda señales de que va a comenzar a absorber parte de los pesos que emitió, y soluciona con esta licitación el tema de los que quieren salir para que no presionen sobre el contado con liquidación, puede empezar a generar las condiciones para que el dólar empiece a bajar", aseguró Di Stefano.
Y resumió: "El mercado se va a calmar cuando vea señales del Gobierno de que restringe la emisión de pesos y, cuando no haya tantos pesos dando vueltas para comprar blue, entonces podría comenzar una curva descendiente".
Por ahora, desde Economía buscan al menos estabilizar el mercado del dólar CCL asegurándole a aquellos fondos que habían quedado atrapados en pesos que puedan salir del merado sin tener que pasar por el "contado con liqui". El resto, se irá viendo sobre la marcha.