Wall Street le "corre el arco" al Gobierno: esta es la agenda post canje que ahora impulsan los bancos de inversión
El canje de deuda que finalmente llegó a buen puerto es un paso necesario pero no suficiente para que la economía argentina salga del estancamiento en el que está. La visión en Nueva York, con algo de esperanza, es que resolver el tema de la deuda habilite discusiones mucho más profundas que reestructurar pasivos con el sector privado: que aparezca un plan económico sostenible, algo que -para Wall Street- aún no existe.
Los bancos de inversión ya venían palpitando un desenlace positivo y eso se vio reflejado en los precios de los activos argentinos este martes, que estuvieron lejos de "volar" como algunos pensarían. Los ADRs de acciones locales habían arrancado muy positivas pero se pincharon, lo mismo que los bonos, que terminaron arriba pero nada superlativo: de hecho el riesgo país que mide la evolución de la deuda ley extranjera quedó sin cambios en 2.111 puntos.
"No creo que hay mejoras en los activos muy evidentes. En bonos, muchos aprovecharán para salir post emisión de los nuevos bonos", explicó el trader de un banco europeo que opera en Manhattan a este medio. Los bonos en dólares que se operaron en Nueva York llegaron a subir 4% pero quedaron 2% arriba; mientras que el contado con liquidación para arbitrar hacia afuera activos estuvo en $115 pero cerró en $119.
Mucho ruido y pocas nueces
"Fue un movimiento típico de ´buy by the rumor, sell the news´", describió el operador. Para parte importante de Wall Street, el cierre del canje no hará necesariamente que las tasas que pagan los bonos argentinos compriman mucho. "El mercado va a esperar más señales de cómo encauzar el tema fiscal, la deuda con el FMI y la economía en general para convalidar spreads más bajos. No creo que bajen mucho más en el corto plazo", explicaba el jefe de la mesa de una entidad estadounidense, en diálogo con este medio.
El tema de cómo sigue la economía y el dólar para los bancos de inversión, es clave. El Citi afirmó en un paper publicado horas después de conocerse el arreglo por la deuda que a pesar del acuerdo, no ven posible que el Gobierno relaje los controles cambiarios dada la cantidad de pesos emitidos por el BCRA para financiar el Tesoro. Si lo hiciera, acota la entidad, el exceso de pesos seguramente se iría a dólar. "Todavía no existe plan económico para corregir los desequilibrios", enfatizó el Citi.
En la misma línea, un informe de Bank of America-Merrill Lynch (que actuó como banco colocador de la deuda junto a HSBC) dice que el Gobierno aumentó controles de capitales para aliviar presión cambiaria debido a monetización del déficit, "obstaculizando la inversión, la importación y la producción".
"No está claro si las reservas crecerán rápido como para levantar controles a ritmo decisivo", afirman. Dicen que las reservas internacionales están estables en u$s43.000 millones desde octubre (u$s10.000 millones netos) "a pesar de las condiciones favorables (bajas importaciones, alta estacionalidad de las exportaciones y ningún pago de deuda en dólares a acreedores privados desde abril). "Pero la brecha entre dólar oficial y paralelo sugiere que se espera una devaluación o tal vez sea necesaria para restaurar una dinámica externa saludable", consideró Bank of America.
Yendo a la macro, en Wall Street no están necesariamente optimistas. "Este (por el arreglo con los bonistas) es el inicio, ahora te queda una economía destruida, pobreza elevada, y la negociación con el FMI por delante. Ahora comienza el trabajo en serio", afirmó en diálogo con iProfesional, Jorge Piedrahita, CEO de Gear Capital desde Nueva York. Para el especialista, la economía va a tener un rebote cuando empiece a abrirse más en medio de la cuarentena.
La economía preocupa, y mucho
"Los mercados tienen memoria frágil y eso te permite un ciclo de cierto optimismo que te pone un piso en el precio de los bonos. Una vez que se sale en 2021 de la pandemia vas a seguir teniendo un mundo donde las tasas van a ser negativas, y la búsqueda de rendimientos va a ser atractiva. Puede ser que las tasas vayan al 10%, 9% u 8%. Pero habrá oportunidades puntuales, no un rally", vaticinó.
Diego Ferro, presidente de M2M desde Manhattan, dijo a este medio que celebrar un acuerdo es "surrealista" porque dada la economía argentina "esto puede llegar a ser impagable dentro de cuatro años, y probablemente lo sea". "Es mejor haber arreglado, es más prolijo, pero si no cambian las políticas no creo que entre un dólar. El entusiasmo de ahora es de rebote y de expectativas por si algo cambia, pero no creo que haya mucha gente desesperada por entrar en Argentina. La pregunta es si va a poder pagar y eso no queda claro", afirmó Ferro.
"El acuerdo anunciado por Argentina para restructurar u$s65.000 millones de deuda bajo legislación extranjera, que permitirá al país evitar procesos judiciales extensos y costosos con los bonistas, establece un aplazamiento temporal de los pagos de deuda y reduce los pagos de intereses en adelante. Será fundamental que el Gobierno argentino fije política fiscales y monetarias creíbles y sostenibles para dar apoyo a un eventual regreso a los mercados de capitales internacionales, lo que asegura el pago total y oportuno de los nuevos bonos reestructurados y respaldará las perspectivas económicas de largo plazo del país", reseñó Gabriel Torres, Vice President -Senior Credit Officer de la calificadora de riesgo Moody's.
La situación de la economía es algo que preocupa a los inversores. Por eso algunos creen que el canje, en valores de u$s54,8 de recupero, es un oportunidad única para salir de Argentina (pero no para volver). O sea, que se podrían llegar a desprender de los bonos para "limpiar" las carteras.
BTG Pactual, el banco de inversión brasileño, se mantiene sin cambios en términos de su recomendación de inversión (en la jerga, marketweight). "Fuimos constructivos en una resolución de la deuda a pesar de los riesgos pero creemos que los rendimientos de salida seguirían siendo relativamente altos", remarcan. Y con el tipo de cambio, dicen que no afectará demasiado al dólar (quizás marginalmente) "en parte porque un acuerdo exitoso ya tenía un precio con casi un 90% de probabilidad y porque la entrada esperada de flujos no cambiarán sustancialmente".