Devaluar o desdoblar: las dos polémicas opciones que tiene el Banco Central para atacar la brecha cambiaria
La aceleración de los tipos de cambio paralelos y la creciente brecha cambiaria preocupa (y mucho) en el Banco Central. Por estas horas, Miguel Pesce -el titular de la entidad- le sigue prendiendo una vela a que el canje de Martín Guzmán salga bien para detener las presiones con el dólar. No sólo al Central se le escapan las divisas sino que el aumento del dólar blue y las cotizaciones vía arbitraje de activos (contado con liquidación y MEP) hacen que el desenlace de esta historia sea -indefectiblemente- traumática. En el mundo de los consultores económicos y bancos privados saben que las alternativas que tiene Pesce son, básicamente, dos: desdoblar o devaluar. Y cualquiera de las dos tiene un costo político y económico.
A pesar del mega cepo cambiario y la menor demanda de divisas por la súper recesión, a Pesce le cuesta sumar reservas. De hecho, en lo que va del mes, están inalteradas mientras crece la demanda del dólar atesoramiento para aprovechar una brecha cambiaria cada vez más grande. El dólar blue en $140 y el oficial todavía debajo de $100 sumando el impuestos del 30% es una invitación a "sacarle" reservas del Central.
Recientemente Pesce mandó a los bancos que le cierren cuentas a los que recibían transferencias "sospechosas" en dólares. La búsqueda de que no le metan la mano en la billetera con la compra de los u$s200 mensuales disparó el blue que se fue a $140, subiendo 10 pesos en una semana. ¿Habrá sido peor el remedio que la enfermedad?
"No van a tener muchas alternativas que las ya conocidas. O desdoblás o devalúas para acercar la brecha del oficial. No hay mucho misterio. Siempre en la historia económica argentina se salió así. Por lo general, devaluando que además te permite licuar el gasto público que está volando", remarcó un ex funcionario del BCRA, ahora en la actividad privada.
Que suba por el ascensor y no por la escalera
Axel Kicillof, al frente de Economía, con Juan Carlos Fábrega en el Central hicieron eso en 2014 cuando enero subieron al dólar 25% en dos días. Ahora, Pesce mantiene su crawling peg de mini devaluaciones "para que no se note" pero es no altera ni la liquidación de divisas por parte de los exportadores ni la demanda.
Claramente la opción "C" sería la de endurecer aún más el cepo e intentar perpetuar un modelo que no fomenta el ingreso de divisas al canal oficial. Tanto Guzmán como Pesce creen que el país tiene que salir de esta batería de restricciones cambiarias post arreglo por la deuda. Pero nadie sabe si será vía un salto del dólar oficial o imponiendo múltiples tipos de cambio.
Consultatio, la compañía de Eduardo Costantini, advierte que el escenario base es el de una aceleración de la inflación y del ritmo de devaluación antes de fin de año o, lo que es lo mismo, en el segundo semestre. "Una aceleración marcada en la nominalidad (inflación y tipo de cambio) es el desenlace más o menos inevitable que tenía la macro, incluso antes de la pandemia. Sin embargo, el timing en el que se materializará la corrección es mucho más incierto", afirman.
Para Consultatio, las cuatro medidas que el Gobierno puede tomar para tratar de que los desequilibrios se expresen más tarde que temprano son: (i) suba de tasas; (ii) endurecimiento del cepo; (iii) más controles a la oferta de dólares; (iv) atraso de precios regulados (incluido el dólar). "Llegado el caso, creemos que la más probable es la última (aunque no descartamos una combinación de todas)", advierten.
Y reconocen que si bien las experiencias pasadas muestran que la economía puede mantenerse bastante tiempo acumulando desequilibrios, hay razones para pensar que la situación actual es diferente: los grados de libertad son menores y los incentivos desde el punto de vista político (elecciones 2021) apuntan a no dilatar la situación.
Los que están a favor del desdoblamiento cambiario tienen argumentos contundentes. Por un lado, hay que blanquear que el dólar en la Argentina no es el que publica el BCRA. No sólo pocos (los importadores) pueden acceder al precio que fija la entidad sino que los que liquidan sus divisas ni siquiera acceden a ese valor subvaluado.
Un informe de Fernando Marull, el titular de la consultora FMyA, actualizó el ejercicio de la brecha entre el precio de soja en la Argentina. Básicamente, dice a cuanto vende hoy el productor argentino. Para eso toma los $17mil por tonelada, que calcula de la siguiente manera: precio FOB de exportación en dólares de u$s360, descontada las retenciones de 33% y a dólar oficial de $71 comparado con lo que debería valer si vendiera esa tonelada de soja "sin retenciones" y a "dólar libre" (cerca de $41mil por tonelada, u$s360 menos 0% de retenciones por $115 de contado con liquidación.
Blanquear los distintos precios
"Es un ejercicio simple y refleja tanto la pérdida por retenciones como lo que se pierde por vender a un dólar menor al libre, por lo que hoy arroja una brecha en el precio de soja de 60%. Es un termómetro que dice que esta brecha puede incentivar a los productores a no vender su producción (la de resta de 2020 y 2021), ya que es la peor brecha desde 2013, cuando también existía una brecha de 60%", dice Marull, que calcula el dólar soja a $48 versus los $140 del blue.
Cada vez hay más voces a favor de esta alternativa. Recientemente el ex súper ministro de Economía Domingo Cavallo, durante una conferencia de Fundación Mediterránea, fue claro. "Sin eliminar los controles de cambio que hoy existen, debería haber un mercado para los dólares que negocian los exportadores e importadores (hoy el MULC), y otro para quienes son turistas o ahorristas, y este último tendría que ser libre. Que no se vendan más esos 200 dólares por persona por mes, pero a los exportadores hay que darles más márgenes", se despachó "el Mingo".
Así, con este desdoblamiento del mercado cambiario según Cavallo, quienes tienen sus dólares fuera del sistema financiero los traerían porque podrían venderlos a un precio mayor, y eso fomentaría la inversión en la Argentina, lo que ayudaría a salir de la recesión en la que estamos y estaremos inmersos al finalizar la cuarentena por la pandemia del Covid-19. Pero, fue pesimista respecto de la posibilidad de que el Gobierno pongan en marcha una idea como esa. "No lo harán por una cuestión ideológica, y los pocos dólares que están acá terminarán por irse, en vez de que regresen los que están afuera", aseguró.
Según la consultora Invecq, si el frente fiscal y monetario no logran ordenarse en los próximos meses, las "presiones cambiarias continuarán incrementándose hasta provocar un salto de la cotización oficial como mecanismo corrector de una brecha cambiaria que puede ir en ascenso y reservas internacionales en caída". "La posición de reservas netas que muestra hoy el balance del BCRA es muy inferior a las que tenía cuando se implementaron los primeros controles cambiarios. Al mismo tiempo, el saldo de la cuenta corriente, a pesar del fuerte ajuste de la actividad económica de los últimos dos años, no es superavitario, sino que intercala meses de equilibrio con algunos de ligero déficit", dice.