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Chau baja inflación: por qué los economistas ven inevitable una fase de aceleración de precios

Los pronósticos para agosto rondan el 3% y se prevé que, en la medida en que se normalice la actividad, reaparezcan factores de suba que estaban reprimidos
24/08/2020 - 10:50hs
Chau baja inflación: por qué los economistas ven inevitable una fase de aceleración de precios

En la última reunión de directorio, antes del fin de semana, de uno de los bancos privados líderes del país no se profundizó en el tema cambiario, ni en la actividad económica ni en las últimas medidas del Banco Central. Después de darle un rápido repaso muy por arriba de las últimas novedades económicas, los ejecutivos le dedicaron tiempo a explorar lo que, para ellos, es el tema que más los inquieta: la inflación.

No porque los demás temas no sean relevantes, todo lo contrario. En esa reunión, los banqueros admitieron algo que los angustia: la dinámica de precios está lejos de su dominio, observan que el Gobierno tendrá dificultades para mantener el actual sendero de aumentos y temen que el escenario empeore en los próximos meses, a medida que se levanten las restricciones por la pandemia, con las complicaciones sociales y políticas que eso implicaría.

El dato que llamó la atención de los financistas fue el informe de una consultora que anticipa una inflación de entre 3% y 3,4% para agosto. Con posibilidad de un agravamiento en el último cuatrimestre del año.

La sensación entre algunas consultoras que relevan los precios todas las semanas es que el alza de las naftas marca un hito en la dinámica inflacionaria.

No por el impacto de esa suba en el índice de precios -de un par de décimas- sino por el efecto contagio hacia el resto de la economía. A nadie escapa la influencia histórica que tienen los combustibles sobre los costos.

Los economistas prevén que, en la medida en que se normalice la actividad, se acelerará el ritmo de los precios
Los economistas prevén que, en la medida en que se normalice la actividad, se acelerará el ritmo de los precios

En verdad, el ajuste de las naftas coincide con la dinámica de reapertura gradual de la economía pandémica, y esa realidad es la que está impactando sobre los precios.

Consultoras como Eco Go, la de Orlando Ferreres & Asociados y Ecolatina son menos temerosas para el índice de este mes.

En Eco Go, la consultora dirigida por Marina Dal Poggetto, la inflación de agosto se ubicará por debajo del 2,5%. Mientras que a Ferreres le da entre 2,5% y 3%. Justamente, 3% es el número que les da a los técnicos de Ecolatina. En ese mismo nivel se ubica MacroView, la consultora de la dupla Melconian-Santángelo. Todos números que están por debajo de lo que atemorizó a los financistas del banco líder, antes del fin de semana.

¿Entonces? La atención de los economistas ya no se focaliza en estas pocas jornadas que restan para que termine agosto sino en los meses que vienen.

"Nunca me pasó que proyecte una inflación mayor para el próximo año. Cuando se hacen proyecciones, uno siempre trata de ser optimista. Pero esta vez no, al menos con los precios. La duda es si la dinámica empeorará demasiado, y nos vamos a una dinámica por arriba del 50% anual", cuenta el director del banco líder en cuestión.

La noticia tranquilizadora en este contexto es que nadie está viendo la posibilidad de un riesgo hacia la hiperinflación. En un reciente reportaje público a Carlos Melconian, el economista respondió que esa posibilidad es "baja" y "absolutamente evitable" en la Argentina.

El ritmo de las tres inflaciones

La observación de los economistas consultados por iProfesional se dirigió a mostrar una preocupación por lo que pasará con los precios ahora que la actividad económica tiende a una normalización. Y prestan atención al costado fiscal y monetario de la era post pandemia,  y por el manejo que vaya a hacer el Gobierno de ahora en más sobre el panorama macro.

Marina dal Poggetto plantea que el Gobierno tiene margen para lograr una recuperación de largo plazo, pero para lograrlo deberá dar señales concretas sobre el panorama fiscal por venir.

Puntualmente sobre la inflación, Dal Poggetto plantea que existen "tres inflaciones distintas".

  • Una la del IPC del Indec -que está construido con tarifas que se encuentran congeladas y controles de precios en distintos rubros.
  • Otra inflación con "los precios libres", que incluye a rubros que se encuentran condicionados por la pandemia: servicios como gimnasios, restaurantes y hoteles.
  • Y otra que tiene en cuenta a los "precios dolarizados", con productos desde autos a notebooks, que están evidenciando fuertes presiones alcistas e incluso de escasez.
Marina Dal Poggetto, directora de Eco Go, diferencia entre tres inflaciones, cada una con su propia velocidad
Marina Dal Poggetto, directora de Eco Go, diferencia entre tres inflaciones, cada una con su propia velocidad

Dal Poggetto, como así también Pablo Goldín -director de MacroView- y Fausto Spotorno (OF&A), están convencidos de que este mes se inició una aceleración inflacionaria. Un proceso que se sabe cómo empieza pero no así su evolución ya que dependerá del manejo que el Gobierno haga de la macro.

"Mi sensación es que agosto será el mes más caliente desde que comenzó la pandemia. Y que a partir de acá notaremos una suba en el escalón inflacionario. Se vuelven a mover los precios que estuvieron encuarentenados o controlados. Y me parece bien: prefiero estos movimientos a que haya una inflación reprimida que en algún momento salte como un resorte", analiza Goldín, en diálogo con iProfesional.

Hacia adelante, Goldín cree que ese salto de agosto-septiembre se consolidará pero que puede no ser la definitiva. Se refiere a la posibilidad de que, en algún momento de la primavera-verano, el Gobierno se vea forzado a una devaluación. "Si fuera así, la inflación mensual saltaría a un rango de 4% a 5%", afirma.

Spotorno también nota la aceleración inflacionaria. E incluye a los alimentos en esa tendencia. "La inflación tiende a escalar, y eso se nota en la brecha en el tipo de cambio. Según mis cálculos, incluso, hoy tenemos una inflación reprimida de por lo menos diez puntos, y eso sin sacar el cepo", afirma en diálogo con iProfesional. Se refiere básicamente a los controles que mantienen congeladas las tarifas de los servicios públicos.

En tanto, Matías Rajnerman, economista de Ecolatina, se suma al equipo que observa una aceleración inflacionaria. "Para los próximos meses entendemos que esta aceleración seguiría: la relajación de la cuarentena en el AMBA que traería la reaparición de algunas presiones salariales, más un dólar que seguiría subiendo no dejarán que la inflación baje del 2,5% en lo que resta del año. Como resultado, la suba de precios terminaría 2020 apenas por debajo del 40%", concluye en su diálogo con iProfesional.

La lupa en el presupuesto

La dinámica de los precios será clave para la economía 2021, (se supone) ya en la era postpandemia.

Esa tendencia dependerá, como suele ocurrir en la Argentina, de varios factores, empezando por la suerte que corra el tipo de cambio. Las actuales tensiones en el mercado cambiario no auguran un buen pronóstico, pero lo que sí se sabe es que el Gobierno tratará de evitarlo. ¿Podrá?

Mucho dependerá de lo que suceda en las próximas semanas. Se vienen jornadas claves. Con el cierre del capítulo de la deuda, hacia finales de este mes, con la posibilidad cierta de que no queden holdouts tras el acuerdo con los acreedores.

Y con la presentación del proyecto de Presupuesto 2021, a mediados del mes que viene. Será un momento trascendente: a falta de un plan económico, el Ejecutivo quiere que esta iniciativa sea su mapa económico para el año que viene.

Desde el Palacio de Hacienda ya admiten que será la forma de generar las expectativas para lo que viene. Seguramente allí se planteará la magnitud de la recuperación tras la pandemia. El gremio de los economistas profesionales, sin embargo, observará más allá de ese número indicativo: todas las miradas estarán puestas en el escenario fiscal. O sea, el plan que pondrá el Gobierno sobre la mesa para emprolijar la súper expansión de este año signado por el Covid-19.

Ahí, justamente, quedará expuesto el escenario inflacionario para el año que viene. Clave para imaginar si habrá crecimiento sustentable y también para la puja distributiva.