¿Fin de la "nueva Miami"?: hay celulares y notebooks más caros en Chile, por baja de impuestos en Argentina
Hasta 2016, Chile era, a ojos de los argentinos, una plaza imbatible a la hora de comprar productos electrónicos.
Apodada como "la nueva Miami", la nación trasandina se convirtió en un fuerte imán para turistas que viajaban en vacaciones de verano o invierno o que simplemente hacían una escapada de fin de semana y aprovechaban para ir de shopping.
Según el "Índice Falabella", que iProfesional confecciona desde el año 2012, más allá de variaciones provocadas por el tipo de cambio, los altos costos internos y la elevada presión impositiva siempre fueron responsables de las grandes brechas de precios.
Artículos como televisores, tablets, teléfonos y computadoras portátiles podían costar, cómodamente, entre un 100% y un 150% más en un comercio de la Ciudad de Buenos Aires que en un local de Santiago.
Sin embargo, este verano está marcando lo que, para muchos expertos del sector, es un significativo cambio de tendencia: Chile sigue siendo un imán para los turistas pero la posibilidad de comprar tecnología pesa cada vez menos a la hora de planificar un viaje hacia ese destino.
Básicamente porque el enorme gap que mostraban los precios de la tecnología de un lado y otro de la cordillera se achicó con fuerza en los últimos meses, en especial, luego de que el Gobierno de Macri avanzara con una reducción de impuestos y aranceles a los electro.
Esto, sumado al marcado aumento en el nivel de oferta de marcas y modelos importados -que barrió, por ejemplo, con la producción local de notebooks- llevó a que cada vez más dispositivos hoy estén más baratos en la Argentina que en el país vecino, una vez pagados los tributos correspondientes.
"Es una realidad: está bajando el furor de viajar para traerse televisores y tecnología, porque los precios se fueron equiparando. Actualmente, en el rubro donde persisten las diferencias más grandes es en la ropa", afirma a iProfesional Martín Romano, gerente para la Argentina de Atrapalo, una agencia online creada en España y que cuenta con presencia en diez países.
"La gente sigue viajando a Chile, por los valores de los servicios y la cercanía. Es un destino que continúa siendo demandado. Pero la adquisición de electrónica hoy influye menos. Más considerando que el último año los comercios de ese país avanzaron con una fuerte suba de precios", acota.
En paralelo, el gerente comercial de una de las dos mayores cadenas de artículos del hogar de la Argentina, asegura a este medio que "no corre más eso de que un televisor o una notebook cruzando la cordillera cueste una quinta parte de lo que sale acá".
"Este último año incorporamos nuevas marcas y una variada oferta de modelos y a precios más competitivos. Y el público está respondiendo. La mayor demanda que registramos implica que hubo una parte de la demanda que dejó de mirar hacia Chile", recalca.
¿Adiós a la "nueva Miami"?Al momento de trazar un comparativo de los valores vigentes en comercios de Buenos Aires y Santiago, se observa que los celulares y las notebooks son los artículos donde más se recortaron las diferencias.
En el caso de un teléfono Samsung modelo S8 Plus de 64GB liberado, en la Argentina se consigue a partir de los $21.000 que, al tipo de cambio oficial, representa unos u$s1.100.
Como contrapartida, en la cadena Tiendas Paris de la capital vecina este mismo modelo cotiza a casi 700.000 pesos chilenos, lo que representa unos u$s50 más (+4%).
Claro que, si un argentino adquiere este teléfono y regresa por vía terrestre (donde la franquicia libre de impuestos es de u$s150) y abona el gravamen aduanero correspondiente, este mismo dispositivo le terminará costando u$s1.657.
Como consecuencia, adquirir ese mismo teléfono en el mercado local, con la posibilidad de pagarlo en tres o seis cuotas sin interés –dependiendo de la tarjeta- y con el plus de contar con garantía local, terminará resultando un 33% más barato que hacerlo en Chile.
Si se considera otro celular, como el LG G6 de 64GB, en el país trasandino se ofrece por el equivalente a u$s660.
En Buenos Aires, en tanto, se consigue por u$s772. Se trata de una exigua diferencia del 17% que no justifica por sí solo la realización de un viaje.
Claro que, en el caso de que el comprador regrese en auto y deba declarar el celular en la Aduana fronteriza, entonces el precio del dispositivo adquirido en la nación vecina terminará saltando hasta los u$s915.
En ese caso, el precio del teléfono en la Argentina resultará casi 16% más económico.
Con respecto a las computadoras portátiles, la llegada de más marcas y modelos a las estanterías de los comercios nacionales, sumado a la eliminación de impuestos a la importación, posibilitaron que se diera un boom de ofertas.
Así las cosas una Asus con procesador Intel Core i5, en la nación vecina se puede conseguir por unos 550.000 pesos chilenos, equivalente a u$s905.
Como contrapartida, ese mismo modelo se ofrece en Garbarino a un valor más bajo: u$s899.
Pero la diferencia puede ser mayor: si el comprador viajó solo y en auto o micro y paga los gravámenes indicados, ese mismo modelo en Chile terminará costando u$s1.285.
De modo que el valor de la notebook en Buenos Aires, realizando ese comparativo, terminará saliendo un 30% menos.
En el caso de los televisores, ya no se observan brechas superiores al 100% en favor de la capital trasandina, como sí sucedía años anteriores.
Los LED o Smart TV de 32" –siempre bajo el supuesto de un único viajero y que cruce en micro o auto-, terminarán resultando apenas entre un 12% y un 30% más caros en la Argentina.
El siguiente cuadro resume el comparativo de valores y pone de manifiesto cómo determinados dispositivos pueden terminar costando menos en un local porteño que en uno de Santiago:
Un dato no menor, que evalúan todos los turistas, es el tema de la franquicia para el ingreso de artículos.
Mientras que por vía terrestre el límite libre de tributos es u$s150 por persona, quienes opten por viajar en avión cuentan con un tope de u$s300.
Al ser acumulable, una pareja que aterrice en Aeroparque o Ezeiza podrá contar con un techo de u$s600 sin tener que abonar ningún gravamen. Traspasada esa cifra, se debe tributar un 50% del excedente.
Lo interesante es que, incluso bajo estas circunstancias, hay precios de dispositivos electrónicos que resultarán similares o más económicos en la Argentina que en Chile.
Si se toma el caso de la notebook Asus, en Buenos Aires se podrá adquirir por el equivalente a u$s899, mientras que una pareja que haya optado por comprarla en Santiago, una vez abonados los impuestos en el aeropuerto, habrá tenido que desembolsar un total de u$s1.060.
Así, el precio en la Argentina resultará un 15% más bajo, con la posibilidad de pagar en cuotas.
Algo similar ocurre en el caso de una notebook Lenovo Gamer Core i5: en una tienda porteña cuesta unos u$s1.243.
¿Cuánto terminará saliendo este mismo producto comprado en Chile e ingresado por una pareja con una franquicia de u$s600? Cerca de u$s1.300, un 5% más.
El siguiente cuadro resume el comparativo de valores en ambos países, considerando el tope de u$s600 libres de gravámenes:
Bajan los preciosSegún consigna el analista Damián Di Pace, de Focus Market, "a partir de la eliminación en 2017 del arancel de 12% promedio para la importación de componentes para producir computadoras y desde abril el de 35% para la importación de notebooks, tablets y computadoras, se redujo la brecha entre mismos equipos entre Chile y Argentina".
Desde uno de los principales retailers de la Argentina coincidieron en señalar que la apertura de las importaciones posibilitó ofrecer hoy en el país la mayoría de las principales marcas que tienen presencia en el mundo.
"En los últimos años sólo contábamos con equipos de producción local. Ahora tenemos más modelos, de mejores prestaciones y a precios más económicos, en términos de dólar", señala el gerente comercial.
Según revela, en los últimos doce meses, los valores de las computadoras portátiles experimentaron una baja promedio del 20% a nivel nominal, en un contexto en el que la inflación alcanzó el 25%.
"Esto significa que en términos reales la reducción fue todavía más profunda. Gracias a esto, en diciembre vendimos un 200% más de unidades que en el mismo mes de 2016. Muchos de estos compradores son los que antes preferían adquirir un dispositivo en Chile", recalca.
En el caso de los televisores y otros dispositivos, desde Focus Market confiaron en que brecha se irá reduciendo a partir de la medida adoptada por el Gobierno, de una baja gradual del impuesto interno para los equipos importados y de una quita automática para aquellos producidos en Tierra del Fuego.
Lo cierto es que, por la mayor oferta, los precios ya han experimentado fuertes bajas, según se desprende de un relevamiento de la consultora Market Research & Technology para iProfesional.
En el caso de un modelo LG de 32", actualmente se consigue por $7.380, un 33% menos que lo que costaba en enero de 2017.
En el caso de modelos de alta gama, como un Samsung 4K, pasaron de valor $17.500 a unos cerca de $14.000, una reducción del 20%.
Por lo pronto, las cifras que dejó 2017 son elocuentes: según el gobierno vecino, más de 3,3 millones de argentinos visitaron Chile el año pasado, dejando en esa economía unos u$s1.353 millones.
Sin embargo, reportes ya marcan una ralentización -por ahora muy incipiente- del flujo de turistas hacia ese país y una consolidación de otro destino como meca del "turismo shopping": Paraguay.