• 8/3/2025

La ciencia reveló si se puede entrenar el cuerpo para dormir menos

Una especialista se refirió a la posibilidad de adaptar al cuerpo para reducir las horas de descanso y poder rendir de la misma manera durante el día
Por J.M.
21/02/2025 - 12:02hs
sueño descanso

En el vertiginoso mundo actual, donde las jornadas parecen insuficientes, la idea de reducir las horas de sueño para ganar tiempo durante el día, ya sea para trabajar o disfrutar de algún otro tipo de actividad, se ha vuelto una tentación para muchos. Sin embargo, la pregunta clave es: ¿es realmente posible entrenar al cuerpo para necesitar menos descanso? La ciencia del sueño ofrece una respuesta clara: probablemente no.

¿Se puede entrenar al cuerpo para dormir menos?: qué dice la ciencia

Un artículo publicado en Popular Science aborda esta cuestión, citando a la Dra. Elizabeth B. Klerman, profesora de neurología en el Hospital General de Massachusetts y la Facultad de Medicina de Harvard, quien explica que los dos factores principales para determinar las cuestiones del sueño son la genética y la edad, que marca la cantidad de sueño que necesitamos. Por lo general, los bebés, los niños pequeños y los adolescentes requieren más sueño que los adultos para un correcto crecimiento y desarrollo.

La Dra. Klerman es enfática al afirmar que "no hay evidencia de que el estilo de vida pueda influir en la necesidad de sueño". Es fundamental distinguir entre las personas que duermen poco de forma natural, como por ejemplo aquellas que funcionan correctamente con seis horas de sueño o menos, y aquellas que dependen de despertadores, café u otros estimulantes para sobrellevar el día. Estas últimas, según la Dra. Klerman, "no están obteniendo suficiente sueño". Si bien se puede desarrollar una tolerancia a la privación del sueño, esto no significa que realmente se necesite menos descanso.

La mayoría de las personas necesitamos entre siete y nueve horas de sueño por noche para funcionar de manera óptima. Dormir menos de lo necesario conduce a un pensamiento lento, tiempos de reacción más lentos y puede aumentar el riesgo de problemas de salud a largo plazo. Por lo tanto, dentro de lo que permita nuestra agenda, es crucial escuchar a nuestro cuerpo. Intentar forzarnos a adoptar un modo de sueño corto es una batalla perdida. La Dra. Klerman, citando al científico del sueño Till Roenneberg, compara esta práctica con "detener una lavadora en medio del ciclo de centrifugado: ¿por qué alguien haría eso?".

En resumen, la ciencia nos indica que no podemos modificar nuestra necesidad biológica de sueño. Si bien existen estrategias para optimizar la calidad del descanso, como mantener horarios regulares, crear un ambiente propicio para dormir y evitar estimulantes antes de acostarse, intentar reducir drásticamente las horas de sueño puede tener consecuencias negativas para nuestra salud y bienestar. Priorizar un descanso adecuado es fundamental para un rendimiento óptimo y una vida saludable.

Cinco claves para dormir mejor y de manera reparadora

Es importante tener en cuenta que estos hábitos se deben incorporar a la rutina, algo que lleva tiempo, y se debe tener paciencia para que puedan impactar y dar resultados. De acuerdo a un artículo titulado "The effects of improving sleep on mental health (OASIS): a randomised controlled trial with mediation analysis", que fue publicado en The Lancet, estos son algunos de los cambios que podrían ayudar a mejorar la calidad del sueño.

  1. Mantener el café en el desayuno: La realidad es que no se debe subestimar el poder psicoactivo de la cafeína. Si bien es cierto que no a todas las personas les afecta de la misma manera, la realidad es que es una sustancia con impacto psicoactivo que se recomienda mantener lejos de las horas de sueño, es decir, tener cierto control de las horas en las que se toma café.
  2. Mindfulness: En diversos estudios, esta técnica se ha mostrado efectiva para gestionar ciertas experiencias vinculadas a la ansiedad e incluso al dolor. Idealmente, se debe realizar de la mano de un profesional del área, alguien que sepa guiar en ese proceso y que entienda qué necesita cada persona.
  3. Respetar el lugar de descanso: Aunque parezca un detalle menor, el ambiente en el que se duerme es un punto central de la calidad del sueño que cada persona obtiene. En este sentido, el artículo citado destaca la importancia de prestar atención a cada elemento de la habitación que pueda estar afectando el sueño. La luz, los ruidos, la temperatura, son, entre otros, algunos de esos aspectos que pueden afectar el sueño.
  4. El ejercicio es otro punto central en el sueño: Hacer actividad física también ayuda a conciliar el sueño, aunque los profesionales recomiendan mantenerla lejos del horario de dormir. Además, el trabajo mencionado anteriormente indica que se debe tratar de mantener una rutina lo más ordenada posible en cuanto a días y horarios en los que se practica deporte.
  5. El trabajo y los horarios: Del mismo modo, en el que es importante tener cuidado con los momentos en los que se hace ejercicio, también hay que llevar un cierto control sobre las horas de trabajo. Lejos de contribuir a la relajación, el trabajo activa la mente —aun si después de trabajar la persona queda agotada—. Entonces, el problema en ese caso es que muchas veces la mente queda activa, permanece en un estado que se encuentra lejos del descanso y de la predisposición para un buen dormir.
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