Robó joyas en toda Europa, lo buscaba Interpol y lo detuvieron en Argentina por amor
Esta es la historia de Zvjezdan Begic, un hombre de 46 años nacido en Montenegro que perteneció a la banda Pink Panthers, en alusión a la película de Blake Edwards, La Pantera Rosa, en la que el protagonista es un ladrón que intenta robar el diamante más valioso del mundo.
La Interpol lo buscaba por al menos dos robos a joyerías: uno en Cannes y otro en Milán. Es que los Pink Panthers es un grupo criminal al que se le adjudican golpes millonarios en joyerías de toda Europa.
La División Investigación Federal de Fugitivos y Extradiciones del Departamento Interpol de la Policía Federal Argentina (PFA) detuvo a Begic la semana pasada, a la mañana, cuando salía de su departamento de Núñez.
En la detención le encontraron 57.600 pesos, 870 euros, 2.134 dólares y 2.000 guaraníes. Tambinén tenía un DNI argentino y una licencia de conducir.
Quiénes son los Pink Panthers
A los Pantera Rosas se les adjudica, entre muchos robos, uno en 2018, en Milán (Italia), cuando ingresaron a la joyería Paradiso Luxury, y tres integrantes del grupo se llevaron 20 relojes Rolex, Patek Philippe, Hamilton y Cartier, y dos brazaletes de 242.000 dólares cada uno.
También se los culpa de otro en Dubai, Emiratos Árabes Unidos, en 2007, en dodne llegaron al Wafi Mall en dos Audi y circularon hasta una joyería donde, en menos de un minuto, se hicieron de un botín de 8 millones de dólares.
En 2005 ingresaron a la joyería Saint-Tropez, en Cannes (Francia): en 75 segundos llegaron, robaron y escaparon en una lancha a motor con un botín de 2,5 millones de dólares.
El ladrón que vino a la Argentina
Zvjezdan Begic habría participado del robo de Cannes, entre otros. Según el diario francés Libération, uno de los cómplices de Begic fue detenido. Cometió un error que lo llevó tras las rejas: en un bar situado a pocos metros de la joyería bebió una gaseosa y su ADN quedó en el sorbete de plástico. Fue apresado poco después en Ámsterdam, capital de los Países Bajos.
En cuanto a Begic, había escapado porque pesaban sobre él 15 años de condena por uno de sus robos. El delincuente logró ingresar a Argentina en 2016 por la Triple Frontera con un documento ucraniano a nombre de Tymoffi Ivanenko.
Actualmente vivía en un departamento en avenida Del Libertador y Ramallo, en el barrio porteño de Núnez, con su esposa y dos hijos, en donde fue detenido.
Nadie sabía que ese hombre de tan bajo perfil y que se hacía llamar Eduardo René Díaz era un experto ladrón buscado en el mundo.
Begic fue detenido en la calle cuando salóa del edificio y comenzaba a caminar. Allí fue que lo esposaron y subieron a un automóvil.
En la Argentina se reencontró con su mujer, a la que habría conocido en Italia. A partir de esa investigación aportada por colegas italianos comenzamos a seguir sus rastros.
"Las arduas tareas de investigación realizadas por parte del personal policial con el fin de determinar posibles relaciones con familiares, amigos o conocidos en el país permitieron establecer que el mismo se encontraría oculto en el barrio porteño de Núñez", explicaron desde la PFA, en un comunicado de prensa.
Según fuentes policiales, Begic quedó a disposición del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº 7, a cargo del Sebastián Casanello, quien ahora deberá definir su extradición.