¿Un vecino está "colgado" de tu WiFi?: podés averiguarlo con esta práctica app
Tu router es la principal puerta de acceso a tu red doméstica de WiFi, y también a todos los dispositivos que tenés conectados a ella. Alguien capaz de acceder a él no solo puede aprovecharse de tu conexión, en el caso de que sea alguien con los suficientes conocimientos podría tener las llaves para poder acceder a los dispositivos que tenés conectados a ella.
Por eso es muy recomendable utilizar una app para comprobar si no hay intrusos conectados y, luego, cambiar el nombre y contraseña de tu red WiFi de casa. Conformarnos con las configuraciones por defecto es uno de los errores más comunes que cometen los usuarios, por lo que te explicaremos de manera sencilla cómo y por qué tenés que cambiar estos parámetros para evitar que te acaben robando WiFi.
¿Quién se conecta a tu red WiFi?
¿Cómo proteger tu WiFi para que no te roben conexión conectándose a ella sin tu permiso? La pregunta aparece cuando de repente todo te va lento y pensás que alguien de fuera de tu casa.
Primero, debes investigar si alguien está conectándose a tu red sin que lo sepas. Una vez hecho esto, debes proteger al máximo tu conexión cambiando algunos parámetros de la configuración de tu router.
Aunque no es algo que deba impedir que protejas tu WiFi al máximo, si tenés dudas de que alguien pueda estar conectándose si tu permiso el primer paso a dar es averiguar si es verdad. Para ello utilizarás dos herramientas. La primera se llama Fing y en su web encontrarás enlaces a Google Play y la App Store.
Fing escaneará la red a la que está conectado tu móvil, y en cuanto lo haga te mostrará todos con los nombres, direcciones IP, fabricantes y códigos MAC de los dispositivos conectados. Para saber si hay intrusos en tu red lo único que necesitarás es el nombre y el fabricante de cada dispositivo, identificar los tuyos y saber cuáles pueden no ser tuyos.
En el caso de que tengas una computadora con Windows, una aplicación sencilla y muy similar a Fing es la de Wireless Network Watcher de NirSoft. El instalador .exe lo encontrarás en su web oficial, sólo que tendrás que descender bastante en su web hasta encontrarlo. Cuando lo hagas, hace click sobre el enlace e instalálo como cualquier otra aplicación.
Al abrirlo, el programa analizará automáticamente tu red local y te listará inmediatamente qué dispositivos están conectados a ella. Una vez más, lo único que tendrás que hacer para saber si hay un impostor es identificar cada uno de los elementos que aparece en tu lista. Recordá que no sólo hay computadoras y teléfonos móviles, sino cualquier cosa que tengas conectada a la red.
Una aplicación muy parecida para macOS es LanScan. Cuando la instales y ejecutes, tendrás que pulsar el icono Lan your Scan que aparece en verde arriba a la izquierda, y analizará tu red listando los dispositivos conectados. Para que los identifiques mejor, te dará varios datos, incluyendo el fabricante y el nombre del producto si lo tuviera.
WiFi: por qué cambiar nombre y contraseña
Las operadoras no piensan ni diseñan manualmente cada una de las claves de los routers de sus miles de clientes. Por lo general lo que hacen es delegar en sus propios algoritmos, los cuales de vez en cuando son descubiertos y filtrados. Cuando esto pasa quedan expuestos a todos los usuarios que no las hayan modificado sus configuraciones por defecto.
Estos algoritmos son fórmulas matemáticas con las que las operadoras diseñan sus contraseñas. Por eso, una vez los atacantes las consigue puede crear aplicaciones especialmente diseñadas para aprovecharlas para generar contraseñas idénticas a las utilizadas por los operadores.
Esto hace que si un atacante sabe que tú eres cliente de un operador X, sólo tenga que generar contraseñas para ese operador hasta dar con la tuya en cuestión de minutos.
Y es aquí donde entran en juego los nombres de usuario. Ellos de por sí no marcan una diferencia significativa a la hora de proteger directamente tu WiFi, pero pueden delatar a quienes prestan menos atención a sus configuraciones por defecto.
Si tu red tiene el nombre de usuario por defecto de un operador X, tenés más posibilidades de que utilices también la contraseña por defecto que un vecino cuya red WiFi se llame ELVECINODEALLADO.
A parte de este nombre, si tu contraseña la creaste vos y no se rige por las fórmulas matemáticas de ninguna operadora, a un atacante le costará mucho más poder resolverla en el caso de que sea segura.
Y es que al final no hay una contraseña 100% segura, pero cuanto más difícil se lo pongas a tus atacantes más posibilidades tienes de que desistan y busquen otra víctima más sencilla.
Cómo cambiar el nombre de tu WiFi y su contraseña
El primer paso para cambiar las credenciales de tu router es obtener su IP local o puerta de enlace predeterminada. Para ello, si estás en Windows, abre el menú de inicio, escribe cmd, y cuando se te sugiera la aplicación Símbolo de sistema, ejecútala.
Entrarás en la terminal de Windows, donde sólo tendrás que escribir el comando ipconfig y se te mostrarán tus diferentes direcciones IP. La que te interesa a ti es la de la puerta de enlace predeterminada, que reconocerás porque suele empezar con 192.168.xx.xx. Copiála y escríbela en la barra de dirección de tu navegador para entrar a la configuración del router.
Al hacerlo te pedirá un nombre y contraseña que te vendrá pegado en el aparato, te lo habrá el instalador al darte de alta, o encontrarás escribiendo en Google el nombre completo del modelo de tu router.
Cómo cambiar el nombre de tu WiFi y su contraseña en una Mac y en Linux
En macOS también puedes obtener tu IP local escribiendo ipconfig en su terminal, pero también entrando en Preferencias de sistema -> Red y haciendo click sobre tu conexión.
En las distribuciones GNU/Linux como Ubuntu debes hacer lo mismo, sólo tienes que entrar en el panel de Configuración, elegir la opción Red y pulsar sobre tu conexión.
Modificar el nombre de tu WiFi y su "password": la clave del SSID
Cada fabricante tiene su propia página de configuración para el router, por lo que es difícil dar indicaciones precisas para todos. Aún así, los puntos y opciones principales deberían ser los mismos, y sólo tienes que navegar por los menús hasta encontrar el apartado Nombre de red (SSID), que es el nombre con el que aparecerá tu WiFi cuando intentes conectarte a ella.
Por lo tanto lo primero que tenés que hacer es cambiar este nombre SSID predeterminado. En algunos routers se llega en el apartado Inalámbrico, y dentro de él en la opción Red principal. Pero el camino hasta llegar al SSID puede variar dependiendo de tu router.
A continuación tenés que cambiar la clave precompartida de WPA. Si no lo ves inmediatamente buscá en la configuración hasta dar con el término WPA. A su lado aparecerá la clave que has estado utilizando hasta ahora, o sea que cámbiala y pulsa sobre el botón guardar para aplicar los cambios. Al cambiar estas contraseñas debes tener en cuenta un par de medidas de seguridad que debes tomar.
En primer lugar evitá crear contraseña especialmente sencillas, ya sean combinaciones simples, como como datos personales o fechas que puedan obtenerse mediante la ingeniería social.
Tampoco generes unas tan difíciles que luego se te olviden, intenta encontrar un buen equilibrio. Y por último, has visto cómo la propia página de configuración del router tiene también una contraseña fácil de encontrar.
Por eso es importante que esta también la cambies por otra elegida por vos mismo. En el caso de nuestro router está en la sección Contraseña dentro de la categoría Router, pero una vez más esto podría cambiar dependiendo del modelo.
Cómo blindar tu conexión WiFi en casa
Si descubres que alguien se está conectando a tu WiFi, es hora de entrar en acción para que no lo haga. Y aunque no encuentres a nadie conectado, es recomendable realizar los siguientes pasos igualmente para evitar que lo puedan hacer en el futuro.
El WPS es un sistema que tiene por funcionalidad básica la de ofrecer una manera controlada de conectarse a una Wi-Fi escribiendo sólo un PIN de 8 dígitos en vez de la contraseña completa. Esto hace las cosas fáciles, pero su PIN tiene un máximo de 8 dígitos, lo que lo hace muy inseguro y fácil de adivinar con las aplicaciones adecuadas.
La mayoría de los routers modernos vienen con esta función desactivada, pero el primer consejo siempre será el de asegurarte de que el WPS no esté activado sólo por si acaso.
La manera de desactivarlo puede variar dependiendo del router, aunque es común ver un botón físico en el propio router para gestionar el modo, y una luz dedicada a él para saber si está apagado. El siguiente paso es el de cambiar el nombre y contraseña de tu WiFi como ya te lo hemos explicado arriba en esta misma nota.
Ya te hemos enseñado a identificar los dispositivos que hay conectados. Si con ese método descubrís que hay un aparato que tiene acceso a tu WiFi y querés bloquear ese dispositivo concreto, tendrás que tomar nota de la dirección MAC que te dan las aplicaciones con las que buscas los dispositivos conectados y bloquearla.
La MAC es una dirección única que tienen todos los dispositivos, por lo que al bloquear esa dirección estarás impidiendo que ese equipo concreto pueda acceder.
Para hacerlo, tenés que buscar la opción Filtrado de MAC o MAC Filter, activarla y escribir la dirección del dispositivo que no quieras que pueda conectarse a tu WiFi.
Apagá el router cuando salís de viaje
Entre las medidas de seguridad, hay una que consiste en no dar tiempo para poder acceder a tu WiFi. Cuando estás en casa podés ver que de repente algo va lento o hacer pruebas como la que te hemos dicho para descubrir a los intrusos, pero cuando no estás en casa estás dejando algo de margen para que se tomen un tiempo para entrar en tu computadora si está encendida o incluso poner a tope al WiFi con descargas sin que te des cuenta de que se ralentiza.
Por eso, nunca está de más apagar el router cuando te vayas de casa, sobre todo durante largos periodos de tiempo. No es un método de seguridad comparable al anterior, pero no cuesta nada darle a un botón cuando vas a salir.
Trucos para mejorar la velocidad del WiFi de tu casa
Una de las razones de una conexión inalámbrica más lenta de lo normal se encuentra en la ubicación del router WiFi. Pero existen otros motivos tal vez menos obvios que tienen una gran incidencia en la calidad de la transferencia.
Hoy en cada casa conectada a Internet hay en general vinculados a la red dos o tres aparatos electrónicos a la red inalámbrica, desde el teléfono móvil, una tableta, la consola de sobremesa, el televisor o un dispositivo inteligente como un asistente digital.
Esto en principio puede reducir el ancho de banda. Dependiendo de la tarifa contratada, más de uno ha sentido que la velocidad se ha reducido en comparación con esos primeros días en donde todo marcha sobre ruedas. Antes de llamar al técnico es posible poner en práctica algunos consejos útiles para que vuelva a funcionar, o al menos intentarlo, en condiciones.
Reinicio del router del WiFi de tu casa
Lo primero que hay que hacer es, aunque suene obvio, comprobar si es verdad que la velocidad es inferior a la contratada inicialmente. Existen aplicaciones para móviles que actúan a modo de test de velocidad como Speedtest, SpeedOff, Fing, Fast o Test de Velocidad de Google en la que recoge datos de la velocidad de subida y la de descarga.
En caso de que se sospeche de la existencia de algún problema técnico es conveniente reiniciar el router WiFi. Es una medida que suele tener efectos inmediatos. Pasados unos segundos, lo más probable es que funcione la red inalámbrica como se esperaba.
Encontrar una buena ubicación y posición del router del WiFi de tu casa
"La posición ideal para tu router afecta", informó la empresa Devolo, que señala varios motivos por los que la velocidad de Internet puede ir más lenta de lo normal. Entre ellos, tener en cuenta si el router está o no demasiado lejos del salón, que es la ubicación donde en general se suelen conectar más los aparatos. "Esto seguramente causará problemas con el alcance", añadieron las mismas fuentes.
Lo más interesante es que el receptor de la señal se encuentre en un lugar diáfano cuyas ondas no se vean interrumpidas y lo más cerca de donde se vayan a utilizar los dispositivos electrónicos.
Lo más recomendable es pensar en una posición elevada, por ejemplo, encima de un mueble o un armario. En caso de que el router cuente con antenas externas, es posible colocarlas en diferentes posiciones o ángulos para ver si la recepción de la señal presenta diferencias. Si no, es posible cambiar de antena, aunque no todos los routers lo permiten.
No satures la red o aleja a los vecinos
Las redes WiFi de los vecinos pueden ser la causa de posibles interferencias en tu WiFi. Algunos dispositivos de tu hogar también generan interferencias. Aléjalos de tu router o apágalos si no los necesitas.
Es importante no saturar la red inalámbrica. Y esto es fácil hacerlo con solo apagar los dispositivos que estén conectados por Wi-Fique no se esté utilizando en esos momentos.
Actualizar el router del WiFi de tu casa
Otro de los posibles motivos de una señal deficitaria se encuentra, a veces, en la necesidad de instalar algunas actualizaciones de software del router que, como aparato electrónico conectado a Internet, también necesita de algunos ajustes.
Se trata del "firmware", un programa interno que controla el funcionamiento. Para ello, hay que consultar la web del fabricante en donde se informará de los pasos, a través de una página web desde donde introducir nombre de la red y la contraseña, desde donde aparecerá una opción en "Administración" que permita comprobar si existen actualizaciones disponibles. Si tampoco da resultado hay que empezar a pensar en otras cosas.
Instalar un repetidor del WiFi de tu casa
Aunque esto sucede más bien en casas grandes, en el mercado existen alternativas de repetidores WiFi pensados para distancias cortas. Más que nada para suplir algunas zonas de la vivienda en la que, por diseño y construcción, falta más cobertura o no llega la señal.
Cuantas más paredes o plantas deba atravesar la señal, más lenta puede ir la conexión. Y, con ello, los cabreos y "cuelgues". Gracias a estos pequeños aparatos se puede ampliar la señal, aunque es necesario comprobarlo para saber si tiene efecto.
Cambio de canal del WiFi de tu casa
Es posible, aunque no lo parezca, conectarse a los canales menos colapsados. "A veces, en la página de administración de tu router, hay una opción llamada control del canal que sirve para elegir uno de los canales en los que puede operar tu route", informó Devolo.
Los routers modernos pueden configurarse para que de manera automática encuentre el mejor canal para la red y analizar, desde un mapa, la saturación para poder elegir el que mejor se adapta a las necesidades del usuario. Esto es algo que se puede comprobar fácilmente desde servicios digitales instalados en móviles.
Regreso al cable
Recurrir a los cables no sirve para los teléfonos móviles o las computadoras portátiles, pero puede ser una opción conveniente para las consolas de sobremesa de tipo PlayStation 4 o Xbox One, cuyos usuarios juegan a menudo con otros jugadores por Internet.
Conectarla directamente al router a través de su puerto Ethernet puede ayudar a la mejora de la velocidad. Con ello logramos que el aparato reciba la señal más potente. También se puede conectar algunos aparatos en otra frecuencia, la de 5 GHz, y otros a la más extendida de 2.5 GHz, pero no todos los routers cuentan con esta posibilidad. Lo más drástico es cambiar de router Wi-Fipor por uno más actual o, incluso, valorar la oportunidad de contratar otra tarifa.