Big Data: ¿por qué es una herramienta necesaria para ser competitivos?
En los últimos años hemos sido testigos de cómo la tecnología y sus avances han ido afectando tanto a la sociedad como a la economía. La tecnología ya es parte central de nuestras vidas y aún los más reticentes tuvieron que amigarse con la informática en una época en que la comunicación y el trabajo en cada campo se maneja a través de ella, sumado a que el flujo de información ha crecido notoriamente con el auge de las redes sociales.
Si nos remontamos a décadas anteriores, podemos ver el inicio de esta masificación de la información con la conversión de todos los datos a formato digital. Hoy, al conjunto de gran volumen de datos y su tratamiento mediante diversas técnicas se lo conoce como Big Data.
Este término que tanto se escucha, pero pocas veces se comprende, engloba todas las herramientas, aplicaciones y métodos que se utilizan con el objetivo común de extraer información valiosa de los datos, para que ayuden en la toma de decisiones y en los desarrollos de negocios.
En la economía, así como en otras áreas, a través de Big Data se propone optimizar el funcionamiento y aumentar la productividad con el descubrimiento de nuevas herramientas fuera de los análisis clásicos, que permitan manejar, interpretar y sacar provecho de la información a gran escala.
Las tres grandes "V"
Ahora que pudimos describir este fenómeno, podemos adentrarnos en algunas de las ventajas y cómo su uso puede mejorar el rendimiento de una empresa. En general, se definen 3 grandes "V"; tenemos que hablar del gran Volumen de datos con un inmenso potencial que se generan diariamente y las estrategias que aporta el Big Data para poder filtrarlos, también la Velocidad en que estos se procesan y la Variedad de formas que pueden adoptar.
La generación de datos en un día es actualmente superior a la de una jornada de hace cincuenta, veinte e incluso dos años atrás. Todos esos datos desestructurados que se guardan tienen un inmenso potencial, pero requieren de buenas estrategias para poder transformarlos en algo útil y valioso.
Elegir un correcto método para poder filtrarlos ahorra tiempo y garantiza un buen tratamiento de la información. Sin hacer esto, muchos se perderían por convertirse en obsoletos rápidamente.
Todo el proceso de tratamiento de datos pide agilidad para marcar la diferencia, pero también requieren una respuesta adecuada a su procesamiento y análisis para extraer el valor de negocio a toda la información que se tiene y que de esta manera no se pierda ninguna oportunidad.
La clave de los datos homogéneos
Una mayor fiabilidad de los datos implica un enfoque completamente distinto a la hora de abordar problemas. Por ello, hay que dar uniformidad a los datos que tienen origen heterogéneo porque una de las fortalezas del Big Data es que se puede conjugar y combinar todo tipo de información para alcanzar un todo homogéneo.
Datos tan diversos y sin estructura alguna, que necesitan un preprocesamiento adicional diferente a lo que solía hacer una base de datos tradicional: se trata de técnicas matemáticas, generalmente basadas en la estadística, que permiten explotar datos tanto de bases, registros numéricos, redes sociales, audios, imágenes, hasta de un mínimo clic.
El tratamiento adecuado permite el análisis de cualquier tipo de dato, obtener así su significado y la integración posterior para llegar a una solución. Hay que resaltar que conocer estos modelos estadísticos no garantizan un manejo inteligente de los datos, todo está supeditado también a la capacidad analítica de quienes lleven a cargo el procesamiento para realizar los estudios correctos y revisar cada medida calculada en función de la necesidad de la empresa, de manera que se arribe así a una conclusión confiable.
El Big Data consiste en una herramienta de mejora del negocio, y como tal su efectividad depende de su correcta aplicación. Justamente el valor que puedan obtener de los datos es su característica más importante.
La base de las preguntas correctas
Toda la información almacenada tiene que aportar valor a las empresas, gobiernos o a la sociedad porque si no pierde sentido almacenar y administrar tanto volumen de datos. En definitiva, la clave está en cómo obtener la mejor información, el mayor valor y conocimiento para sacar la más alta rentabilidad.
Identificar el valor del Big Data no pasa solo por analizarlo, se trata de todo un proceso que requiere que los analistas se planteen las preguntas correctas, identifiquen patrones, tomen decisiones informadas y predigan comportamientos a partir de modelos estadísticos.
Hoy en día, el Big Data se ha convertido en un activo crucial. Gran parte del valor que ofrecen las principales empresas del mundo procede de sus datos, que analizan constantemente para generar una mayor eficiencia y desarrollar nuevos productos.
La transformación de los negocios en este sentido ya es una realidad, por lo que muchas firmas y organizaciones que no han dado aún este paso se encuentran en una desventaja competitiva cada vez más marcada.
(*) Matemática, investigadora del Observatorio de Productividad y Competitividad de la Universidad CAECE