¿Falta de competencia en la TV por cable? Esto respondieron las cableras a la justificación que dio Alberto del DNU telco
Así como el coloquio de IDEA se desarrolla en forma virtual, el radiopasillo se dio a través de las redes y Whatsapp. Luego de que el presidente Alberto Fernández justificara que una de las razones del DNU 690 que convirtió en servicios públicos a la telefonía móvil, a la TV paga y a internet fue que falta competencia en estos dos últimos segmentos, las cableras rechazaron esa afirmación y señalaron que, por el contrario, se trata de un sector "supercompetivivo".
En una serie de consultas que iProfesional realizó entre cableras de distinto tamaño el malestar fue notorio y todas prefirieron el off debido a la sensibilidad que las declaraciones con nombre y apellido pueden provocar. La reglamentación del decreto debe definirse antes de fin de año debido a que incluyó el congelamiento de los precios de los servicios hasta el próximo 31 de diciembre y en estos meses debería estar definiéndose la salida, tal como lo han anticipado funcionarios del área. Desde ningún segmento o empresa de los servicios TIC quieren terminar "apuntados".
"Se sabe bien que la internet fija es supercompetitiva. Vivo en una ciudad de 70.000 habitantes y acá 10 proveedores dando internet fija. Hacé la relación en el resto del país y ciudades más grandes y vas a encontrar que hay pueblos de 4.000 habitantes y cuatro proveedores", dijo a iProfesional, una fuente de una de las prestadoras que brinda servicios en las provincias.
El sector del cable es diverso en la Argentina. Está conformado por grandes empresas, pymes y cooperativas. Estas últimas siempre brindaron servicios públicos y la incorporación de la TV por cable fue para ofrecer otra prestación que los sacara de ese lugar inicial para, justamente, pasar a un terreno marcado por la competencia.
"Las diferencias entre las cooperativas y las pymes en relación al servicio público son dos muy importantes. Las cooperativas comenzaron como operadoras de telefonía fija, con características de empresa social sin fines de lucro. Eso llevó a que cambiaran mucho los procesos de toma de decisiones", señaló otra fuente del mercado participante de la TV por cable.
Ambos informantes describieron lo que, luego, ampliara una tercera voz a este medio: por necesidad, por obligación, por evolución, "hubo un desarrollo de la industria de la TV por cable que compitió con la infraestructura de las telefónicas incumbentes. Nuestra industria es, por demás, dinámica, logrando popularizar los accesos de banda ancha, ubicándose ante los usuarios como una opción de alta calidad, logrando significativas bajas en los precios de los abonos y sustanciales aumentos en la velocidad de conexión".
¿Todos tienen razón?
Lo descripto por estas tres fuentes distintas, en tono de queja frente a la afirmación del presidente sobre la falta de competencia, es real, como también lo es que hay zonas en donde tal competencia no se dio del mismo modo.
Uno de los ejemplos es Mendoza donde la industria de la TV paga estuvo reducida a un solo operador durante décadas y, atado a ello y a la inexistencia de competencia, también el mal desarrollo de internet. Un ejemplo que mostró la falta de capacidad del Estado para fomentarla en la cuarta provincia en importancia por cantidad de habitantes, y que se replica en distintos puntos del país.
Hoy Mendoza no sólo tiene urgencia en favorecer nuevos despliegues por el impulso que le está dando a la economía del conocimiento sino que, a su vez, necesita que los reguladores tomen decisiones contundentes respecto de la compartición de la infraestructura que está impidiendo nuevos despliegues en los departamentos del sur de esa provincia, como San Rafael y Malargüe, y localidades más pequeñas. Caso que se replica por decenas a lo largo del territorio nacional.
La industria de la televisión por cable está conformada por 700 empresas entre pymes, cooperativas, empresas medianas y la más grande, Cablevisión -hoy Telecom-. Entre todas emplean a más de 30.000 personas en distintos puntos del país.
Las inversiones realizadas por este segmento de las telecomunicaciones siempre fueron a riesgo y sin legislaciones o exenciones, se ocuparon de apuntar, y el 70% de los argentinos accede a la televisión a través del cable, más allá de que existe la Televisión Digital Argentina (TDA) que, creada en 2010, cubre al 80% de la población pero sufrió un fuerte deterioro durante la administración de Mauricio Macri.
La televisión por cable en su conjunto resiste ser declarada servicio público -y el sector TIC en general- más allá de que en el decreto se especifique que se trata de prestaciones en competencia. La justificación dada por el presidente para cambiar su status puede tener asidero en algunos casos, pero no en otros porque competencia hay aunque despareja tal como sucede con el acceso a internet que, además, sufre de mayores problemas de calidad.