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La educación a distancia para 13 millones, en su prueba de fuego: problemas de conectividad y preparación docente

El Gobierno pidió a las tecnológicas cooperar en educación. Las herramientas están disponibles pero los procesos de adopción tienen otros tiempos
18/03/2020 - 17:14hs
La educación a distancia para 13 millones, en su prueba de fuego: problemas de conectividad y preparación docente

El coronavirus lo impone: unos 13 millones de estudiantes de la primaria, la secundaria y la universidad de la educación común, especial y de adultos tendrán que continuar con sus procesos de aprendizaje a través de la vía virtual.

Se trata de un proceso conocido pero no fácil de implementar rápidamente, sobre todo en los espacios en los que la virtualización no era utilizada.

Ahora, todo esto cobra más relevancia luego de que el Gobierno les pidiera a las empresas de tecnología colaboración para cumplir con el distanciamiento social.

El hecho es que la educación -en todos sus niveles- atraviesa una prueba de fuego. Implementar teletrabajo o teleeducación no siempre es fácil. Testimonios de los últimos días revelan que no todo el sistema está preparado de la misma manera. Tampoco las personas. Porque, como siempre sucede con la tecnología, no se trata de una cuestión técnica sino, principalmente, cultural.

Hasta ahora, unas 73 naciones en el mundo decidieron suspender sus ciclos lectivos. En América Latina, prácticamente todos los países tomaron esa medida. Se trata de unos 520 millones de alumnos fuera de las aulas en todo el planeta, de acuerdo con de la UNESCO.

Por su parte, la Argentina tiene el desafío de dar continuidad a la enseñanza para 12,8 millones de estudiantes, de acuerdo con los datos oficiales de 2018.

La disparidad de uso de la conectividad depende de los niveles educativos, de los establecimientos, de su ubicación geográfica, de las políticas públicas, y hasta de focalización del negocio, especialmente cuando se trata de universidades privadas.

Este conjunto de situaciones diversas forma parte de los desafíos que el sistema en su conjunto enfrenta para poder darle continuidad a la educación en tiempos de aislamiento.

En una reunión vía videoconferencia con unas 30 empresas de tecnología del país, el presidente Alberto Fernández valoró las herramientas digitales que se propusieron en estos días y los instó a "empezar a trabajar en conjunto y en concreto para que las ideas se vuelvan acciones".

"Estamos en presencia de una pandemia y necesitamos que se cumpla el distanciamiento social", remarcó el primer mandatario. Les pidió cooperar en el desarrollo de cursos y estrategias de capacitación en herramientas digitales ante el conjunto de medidas tomadas para reducir el impacto en el país del coronavirus COVID-19.

La prueba a superar es grande. El pasado martes el INDEC informó que en el país hay 7,5 millones de accesos fijos de banda ancha, además de 31,8 millones de accesos de banda ancha móvil. Esto muestra que, más allá de la buena penetración de ambos servicios, hay todavía una población importante que no tiene conectividad.

Esto implica que no toda la población va a poder acceder a los servicios que se brinden por la vía virtual mientras dure la cuarentena. De ahí se puede inferir el pedido que, un día anterior, realizó el primer mandatario a las empresas de telecomunicaciones para garantizar la conectividad.

Primeras acciones

Diversas plataformas virtuales dedicadas a la educación tomaron la decisión en estos días de abrir sus servicios para que sus clientes y usuarios pudieran subirse rápidamente a las demandas que imponían las distintas medidas que se tomaron a nivel local y regional.

Lo hicieron empresas como Blended y Go School, mientras otras se volcaron a crear nuevos contenidos en YouTube disponibles para los chicos del primer nivel y, así, buscar un modo de mantener el ritmo escolar.

El objetivo, en todos los casos, apuntó a que los colegios accedan a estas plataformas de comunicación y aula virtual de manera gratuita durante los próximos dos meses sin asumir un costo de implementación extra. En el caso de Blended, sin límites de usuarios ni de almacenamiento. Esta decisión permitió, en este caso, que las escuelas pudieran implementar la herramienta en apenas 48 horas.

"Es responsabilidad de todos asegurar que puedan seguir accediendo a una educación de calidad, aunque sea desde su celular", destacó Nicolás Giménez, CEO de Blended.

Más allá de las decisiones de las proveedoras de estos servicios educativos, el desafío pasa por cómo, luego, esto se implementa en el día a día entre los profesores y los alumnos.

Otro caso fue el de Cisco que, desde febrero pasado, cuando el coronavirus comenzó a tomar otra relevancia en el mundo, experimentó un crecimiento exponencial de las suscripciones gratuitas a su plataforma, orientada tanto para el teletrabajo como para la educación: siete veces por encima de las tasas de suscripción previas al brote. Y esos índices se fueron replicando en las distintas regiones a medida que Italia cerraba parte del país.

"Ninguno de los países estaba preparado en un 100% para una situación así porque las instituciones educativas desarrollan, básicamente, la modalidad presencial, más allá de algunas excepciones. Tienen lo virtual pero no es el corazón de su servicio", explicó a iProfesional, Gabriel Sakata, CEO de Cisco, una de las empresas que, a través de otro referente, mantuvo la reunión virtual con el presidente.

Y salvo casos excepcionales la mayoría de las escuelas, primarias y secundarias, e inclusive las universidades, tenían la cuestión virtual como algo incipiente. Esta situación está impulsando una aceleración de la adopción de estas herramientas. Aquellos que ya tenían algún tipo de práctica lo podrán hacer de una manera más fácil. Los que venían más retrasados tendrán más dificultades.

Esos problemas quedaron evidenciados desde el mismo lunes. Una vez que el Gobierno decidió suspender las clases las universidades comenzaron a avisar a sus profesores que se implementaría la modalidad virtual.

Pero no pasó mucho tiempo de esa determinación para que se vislumbraran los primeros problemas, de acuerdo a una serie de consultas realizadas por este medio:

-Algunas universidades no contaban con la suficiente cantidad de licencias de su servicio de plataforma virtual para atender a docentes y alumnos.

-Otras universidades, algunas de ellas ubicadas en las provincias, no cuentan con una conectividad acorde que les permita a los profesores trabajar de forma remota y atender las consultas de los estudiantes.

-Un porcentaje menor informó a sus alumnos que estaban aprovechando este tiempo para preparar a sus profesores con las herramientas adecuadas para transformar sus clases presenciales a la modalidad virtual, además de preparar la tecnología y el soporte para garantizar el servicio educativo.

Como se advierte, es muy amplia la variedad de situaciones en el sistema educativo. Muchas de ellas necesitan incorporar herramientas, adoptar y adaptarse. Resolver estas distintas situaciones es más urgente que la capacidad de las empresas tecnológicas para escalar sus soluciones o brindar sus prestaciones gratuitas por un tiempo.

"En el caso de nuestra plataforma Webex hemos tenido la capacidad de sostener el servicio a escala, servicios que escalan mucho más fácil cuando están en cloud. Lo que aún no tiene respuesta es cuánto se van a saturar los accesos cuando cada vez más personas estén conectadas a los distintos servicios", agregó Sakata.

Cuando se trata de los docentes, el problema no es el uso de la aplicación sino que tenga sus clases en un formato que, rápidamente, pueda migrar a lo digital. Si es un PPT es más fácil pero esto, que es muy común en los niveles secundario y universitario, no lo es tanto en la primaria.

Adopción y adaptación

"Hoy el mayor desafío es la adopción de estas herramientas por parte de los docentes. Y cuando hay muchas escuelas y alumnos los números son más difíciles de manejar porque hay que hacer un esfuerzo grande en la adaptación", amplió el CEO de Cisco.

Tal como ocurre con el proceso de transformación digital dentro de las empresas el cambio más profundo sucede a nivel de los procesos y de la manera de hacer las cosas. Porque la tecnología está.

"La educación a distancia presenta desafíos para los niños, los adolescentes y los padres. Cómo la tecnología cambiará los paradigmas de aprendizaje dentro y fuera del aula. Hoy la formación superior se dicta en modalidad on line, aunque no todas en un 100%. Pero la educación de niveles primarios no es así. Ese será un camino nuevo para explorar y recorrer entre los distintos actores", señaló, por su parte, Alberto Pardo, CEO de Adsmóvil.

"Esta situación de cambio fuerza la adopción. Cuando esto termine habremos aprendido a estudiar diferente. Por eso es necesario que, en este contexto, también se piense con visión de futuro no sólo de bombero. Hoy hay que improvisar pero también hay que hacerlo con un sentido acerca de qué le dejamos al sistema educativo", consideró Sakata.

En el encuentro virtual con el presidente Alberto Fernández se habló de geolocalización, plataformas educativas y de capacitación, y también de software de trabajo remoto y pago electrónico, espacios virtuales y hasta remoción de noticias falsas en redes sociales, según el comunicado oficial.

Unitech, Amazon Web Services, Red Hat, G&L Group, Melladia Argentina, Oracle, IBM, Microsoft, la Cámara de Empresas de Software (CESSI), de telecomunicaciones (CICOMRA), Google, Practia, PwC, Intel, Cadesol y Datawise fueron algunas de las empresas participantes.

El Gobierno viene insistiendo, más allá de la urgencia impuesta por el Covid19, en la necesidad de diseñar políticas que apunten a la inclusión, la equidad y el desarrollo. Y ponen a la conectividad como uno de los aspectos para llegar a ello.

En la visión de Sakata la tecnología también puede hacer su contribución. "La tecnología reduce la brecha social. Si la educación a distancia se adopta, se podrá implementar también la justicia, la salud a distancia. Si aprendemos bien de esto y vemos cómo llevar los servicios a donde no están se logrará la inclusión", subrayó.

Hoy 13 millones de estudiantes y más de 800.000 docentes dependen de que haya una adopción rápida de las distintas herramientas tecnológicas por parte de establecimientos y docentes para no perder frente al distanciamiento social que impone el coronavirus, y con incertidumbre sobre cuándo será efectivamente su fecha de finalización.