Primer día de la cuarentena: la conectividad y la transformación digital fueron los desafíos
La determinación del Gobierno nacional de instar a las empresas a volcarse al teletrabajo como medida para prevenir la circulación del coronavirus en la Argentina llevará a que aquellos hogares sin conectividad decidan tenerla y los que ya tengan acceso busquen aumentar la velocidad. Por el otro lado, movilizará a aquellas compañías que aún no se decidieron migrar a la nube, a que lo hagan.
Son dos de los primeros efectos que está produciendo este nuevo comportamiento social al que obliga la pandemia: home office y tele-educación. Para responder a esta situación, hay una especie de doble juego que se da en simultáneo al día a día de las decisiones oficiales, que genera nuevas definiciones a nivel de empresas y hogares.
Por el lado de los hogares hubo más demanda de conectividad, de acuerdo a un primer relevamiento que pudo hacer iProfesional. Este aspecto se advirtió especialmente en las localidades más alejadas de las principales urbes –generalmente bien conectadas- sea porque no contaban con una conexión a internet o porque, producto de responder al teletrabajo por un lado, y a la tele-educación de los chicos en casa por el otro, hubo que subir la velocidad de acceso.
Las operadoras de telecomunicaciones fueron reclamadas, a su vez, por sus clientes empresas exigidas por satisfacer, al mismo tiempo, a sus usuarios. Una cadena que también se ve reflejada a nivel de sistemas. Aquellas compañías que tenían alguna duda sobre migrar a la nube o encarar más adelante un proceso de transformación digital debieron comenzar a tomar decisiones en el marco de una coyuntura global que se impone por sobre la local.
"Hemos estado registrando más demanda de nuevos servicios de conectividad hogareños, en principio por esta decisión de suspender las clases pero de llevar a los estudiantes a que se mantengan en línea para realizar sus tareas", explicó a iProfesional, Ariel Fernández Alvarado, presidente de CATEL, la cámara que reúne a las cooperativas de telecomunicaciones más grandes del país.
La conectividad de banda ancha alcanza al 65,8% del país con más de 9,1 millones de accesos, de acuerdo a un informe de la Cámara de Empresas de Internet (CABASE) en base a datos del Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM), la distribución no es pareja.
Si bien más del 60% de las conexiones están por encima de los 6 mb de velocidad, cuando en un hogar los adultos teletrabajan y los chicos se tele-educan es necesario contar con un mejor acceso ya no sólo en términos de rapidez sino, fundamentalmente, de estabilidad. En otras palabras, que internet funcione sin que sufra microcortes que suelen producir estrés y dolores de cabeza.
"Para nosotros es un doble desafío porque esta situación no estaba planificada por ninguna empresa. Entonces están ajustando estrategias hacia adelante. El problema pasa porque se necesitan insumos que no se producen en la Argentina y, para responder a esta demanda, es necesario facilitar ese equipamiento", agregó el directivo de CATEL.
El tráfico de este lunes creció respecto del comportamiento que venía registrando en marzo, pero a niveles preexistentes, según CABASE. Y esto es producto, básicamente, del consumo multimedia que se viene registrando en los hogares argentinos.
"La demanda hogareña de banda ancha está organizada en función de consumos multimedia, como Youtube, Netflix y juegos en línea, de modo que el teletrabajo no genera un cuello de botella en un escenario masivo de gente haciendo home office", explicaron desde CABASE.
Fuentes de la cámara señalaron que el consumo de tráfico se ubicó en el mismo nivel de hace cuatro lunes atrás, cuando los chicos estaban todavía de vacaciones. "Con la presencia masiva de chicos fuera de las escuelas se produce un mayor consumo de contenidos multimedia durante todo el día. El volumen de tráfico no tiene grandes variaciones respecto de febrero pero sí se dan picos diurnos que compiten con el pico histórico que se da los días hábiles entre las nueve y las doce de la noche", agregaron.
Que los proveedores de internet, a su vez, tengan mayor demanda de servicios de parte de sus clientes, sean empresas o usuarios finales, implica que también deban organizarse de modo diferente para responder a los requerimientos y proteger a los trabajadores implicados en esas tareas.
Teletrabajo: los expertos dudan que las empresas argentinas puedan aplicarlo masivamente
En otras palabras, la demanda de servicio tecnológico implica un cambio en la cultura de la organización del mismo modo en que en estos días, aquellos hogares en los que convivan el teletrabajo con la tele-educación, también exigen otro modo de acomodarse.
Así, desde Telecom señalaron que la situación plantea una situación a resolver para los planteles técnicos "dedicados a dar la mejor experiencia de nuestros servicios de conectividad. Por eso, también estamos reorganizando nuestra forma de trabajar para que, al ingresar a los domicilios nuestros técnicos y nuestros clientes estén seguros".
Desde Telecom explicaron que esta situación está generando cambios a nivel de personal, procesos sistemas en todo el país. Y que, en razón de esta situación, podrían producirse demoras en la atención domiciliaria pues se pedirá a los usuarios más información de la habitual en virtud de la coyuntura.
Adopción rápida
Para CATEL la mayor demanda de servicio representa una oportunidad para la transformación digital. "Cuando sucede algo así la curva de adopción sube rápido, es corta. Pero se fija un nuevo hito y es parir de ahí donde hay que volver a trabajar. Es un momento ideal para hacer visible la situación de la conectividad en el interior y ocuparnos", sostuvo Fernández Alvarado.
Los desafíos que se plantean en términos de transformación digital competen más que nada a las empresas, que deben responder también a nuevas demandas a nivel de procesos y de organización del trabajo remoto.
Confusión sobre la presunta muerte del primo de Carlos Slim por coronavirus
La transformación digital se encuentra aún en etapas primigenias en el sector corporativo, donde la mitad ya migró servicios a la nube, pero todavía queda otra mitad que no. Esta situación de evolución hacia esta forma de automatización de procesos es todavía más incipiente entre las pyme, que generan el 80% del trabajo en el país.
Los números de IDC muestran parte de este proceso. La mitad de la infraestructura de las organizaciones de más de 100 empleados en la nube está en la nube, tanto pública como privada. La expectativa es que el uso de la nube pública crezca a razón de doble dígito por año.
"En cuanto a la madurez en su transformación digital, en Argentina, el 85% de las organizaciones de más de 100 empleados están en las primeras etapas de su transformación (digital). Este número es aún mayor entre las pyme", detallaron desde IDC.
En un contexto donde la infraestructura tecnológica es la base para continuar realizando actividades laborales, académicas y de comunicación social para que la economía también siga su andar, también se pone en evidencia la necesidad de evolucionar hacia las nuevas formas de automatización.
Y tomar la decisión en este momento también será clave para determinar prioridades y un plan a seguir. "Nuestra recomendación es elegir las cargas de trabajo y las áreas de la organización que más rápidamente se verán beneficiadas con una estrategia de transformación digital, y dentro de esa estrategia definir las aplicaciones que son más críticas", agregaron desde IDC.
Para aquellas organizaciones que por estos días debieron tomar decisiones contundentes en materia tecnológica para responder a la coyuntura resulta crucial definir prioridades a nivel del negocio y de los costos.
"Actualmente existe una necesidad concreta en el contexto de las restricciones que son de público conocimiento. Ese puede ser un comienzo pero es recomendable pensar en una estrategia de mediano plazo", concluyeron desde IDC.