Teletrabajo: los expertos dudan que las empresas argentinas puedan aplicarlo masivamente
La epidemia del coronavirus está llevando a gobiernos a tomar medidas drásticas. Y el teletrabajo es la opción más rápida para evitar la circulación de personas en momentos en que ya existen decenas de casos importados de coronavirus en la Argentina.
¿Están las empresas preparadas, tanto desde la conectividad como desde los sistemas, para que más empleados teletrabajen? La respuesta depende del tipo de compañía. Las que ya se subieron a la nube podrán adaptarse mejor, mientras que las que todavía dudan deberán acelerar el proceso.Las grandes organizaciones se perfilan como las mejor preparadas para adoptar el home office a nivel masivo. De hecho, son las que ya tienen implementados uno o dos días de labor remota para sus empleados, porque esa alternativa suele ser una forma de atraer y retener a sus profesionales.
¿Pero qué pasa con las Pymes que, además de ser las principales creadoras de trabajo, son las que deben actualizarse a nivel de sistemas y también impulsar una nueva cultura laboral?El 70% de las pequeñas y medianas empresas argentinas usan servidores físicos y aplicaciones móviles, casi la mitad en la nube, de acuerdo con un estudio de Microsoft de 2018 elaborado por Kantar Millward Brown.
El 99% tiene conectividad, el 73% usa servidores físicos de almacenamiento y el 68%, aplicaciones móviles. Esto deja en evidencia que, además de Internet, el smartphone es una herramienta de trabajo más.
El sondeo reveló, a su vez, que el 48% que adoptó la nube lo hace, básicamente, para el almacenamiento y el procesamiento de la información del negocio. Y cuando se miran esos datos con un poco más de profundidad, las herramientas de productividad y colaboración son las más utilizadas, en el 80% de los casos, prácticamente.
Visto así, pareciera que las Pymes argentinas están más que preparadas para afrontar una adopción masiva de teletrabajo. Pero que se tengan aplicaciones en la nube orientadas a mejorar los procesos de negocios, la productividad y a la colaboración no quiere decir, necesariamente, que la organización de la compañía esté alineada a tener a una determinada cantidad de personas haciendo home office.
En este punto, las miradas difieren.
Sebastián Aveille, gerente de Pymes de Microsoft en la Argentina, aseguró a iProfesional que el alto porcentaje de uso de herramientas de colaboración y productividad permite pensar que "aquellas empresas que ya cuentan con soluciones de nube no deberían tener mayores inconvenientes en moverse hacia el teletrabajo".
"Para las que aún no, es importante que tengan en claro que la implementación de herramientas de colaboración implica pocos requerimientos de hardware y bajos esfuerzos de implantación, ya que son soluciones de software como servicio que se pagan por uso. Somos optimistas en relación a la evolución que tenga el teletrabajo en esta coyuntura", agregó.
"En estos últimos años, muchas empresas han adoptado el teletrabajo como parte de su política de atracción y retención de talentos. Como partner de Microsoft y de Citrix, hemos asesorado en la implementación de tecnologías necesarias que permitan a los empleados tener acceso a su desktop y aplicaciones desde cualquier dispositivo y lugar", explicó a iProfesional Fernanda Bruno, directora de soluciones corporativas de IT de Grupo DATCO.
Es decir, hay un movimiento orientado en esa dirección. De hecho, un reporte de la consultora IDC para este 2020 señalaba que "el 40% de las principales empresas de América latina dependerán exclusivamente de mejorar sus productos y servicios, dando el salto hacia la digitalización", pero advierte que en "la Argentina queda mucho camino por recorrer en materia de concientización y de políticas que impulsen la migración hacia el 4.0".
Y como cloud es ese primer paso para avanzar hacia la transformación digital, aquellas firmas que todavía dudan quedarán aún más rezagadas. Y, en caso de tener que implementar estrategias de home office, se les complicará aún más.
De hecho, el mismo estudio de Microsoft señala que es todavía alto el porcentaje de resistencia para migrar a un entorno cloud. Entonces, si no hay nube, ¿cómo puede haber teletrabajo?"La situación es heterogénea porque, así como en algunos espacios hay madurez y en otros no, en ciertos lugares es más fácil implementar estas estrategias que en otros. Hay empresas más flexibles y otras que no lo son tanto. Las empresas medianas y grandes vienen impulsando el teletrabajo desde hace años y el hecho de subir aplicaciones en la nube les facilita las cosas que se pueden hacer vía home office", contó a iProfesional Mónica Bobrowski, directora de Capital Humano de Practia.
Trabajo individual y en equipo
"Creo que en la Argentina hay una gran cantidad de empresas que tienen un desafío por delante y deberán trabajar en ese sentido. Porque, además de herramientas colaborativas que permitan llamadas en línea y chat, también se necesitarán aquellas que habiliten a los equipos a trabajar de manera conjunta y remotamente", agregó Bruno.
De todos modos, consideró que la mayor prueba se les presenta a las Pymes que, según su criterio, "deberán implementar soluciones en la nube o entornos virtuales que les permitan a los empleados acceder a sus aplicaciones desde cualquier dispositivo y lugar, como también herramientas que les faciliten a sus equipos a trabajar en forma colaborativa, además de realizar videoconferencias, chatear y compartir información".
Pero así como la transformación digital no consiste sólo en la incorporación de tecnología para automatizar procesos, pues hace falta una nueva manera de hacer los negocios, con el teletrabajo pareciera que sucede algo similar.
"Para aquellas empresas que no están acostumbradas a trabajar de manera remota, lo principal es que desde la cúpula se tome la decisión y se trabaje con firmeza para habilitar a los empleados con las herramientas necesarias. Sabemos que la transformación digital no es algo que sucede de un día para el otro, pero dada la coyuntura es necesario actuar rápido y con convicción", enfatizó Aveille.
Bobrowski sostuvo que si bien las empresas van hacia la nube, "de ahí a que les permitan a sus empleados trabajar de manera remota es otra cosa. Y si están realmente preparadas lo vamos a ver cuando esto ocurra".Agregó que "si bien muchas empresas ya tienen implementada la modalidad de teletrabajo dos veces por semana habrá que ver qué ocurre si hay que pasar a todos los días. Porque ahí se verá efectivamente cómo funciona el sistema y cómo se organiza internamente el trabajo. Y si llegara el caso de la suspensión de clases, ahí habría otro problema a resolver".
Para la ejecutiva, uno de los aspectos a resolver en materia de teletrabajo dentro de las empresas medianas y chicas tiene que ver con "cómo se mantiene la identidad de la gente, qué actividades de clima y contención se encaran a través de los sistemas. Hay un recorrido que está hecho, pero lo principal a considerar es la contención".
La ejecutiva indicó que, una vez resuelto lo tecnológico, el siguiente paso es cómo organizar a las distintas áreas, porque quienes hagan home office deberán contar con un espacio para hacer sus tareas de manera individual y otro en donde se facilite el encuentro, la reunión.
Ingresar a la compañía de manera remota vía una VPN (red privada virtual) y acceder a la información con las estrategias de seguridad pertinentes (este punto suele ser un argumento para evitar pasar a la nube) suelen ser los caminos por los que las compañías se embarcan en el home office.
Por esa razón, los especialistas coincidieron en que el mayor problema lo tienen aquellas firmas que hicieron poco o casi nada. Las que no migraron todavía a la nube son las que se encuentran en mayor desventaja para implementar una estrategia de este tipo.
¿Y el acceso a Internet?
¿Qué pasa con la conectividad? Más allá de la discusión sobre quién absorbe el costo del home office, lo cierto es que este aspecto parece presentar dos costados. Por un lado, la demanda de mayor ancho de banda producto de un incremento de la actividad en línea. Por el otro, la conectividad hogareña. Dos mundos que, por ahora, no parecen ir muy de la mano."La conectividad en la Argentina no es una barrera pensando en un escenario en el que, por cuestiones sanitarias, las empresas deban enviar masivamente a sus trabajadores a hacer home office", indicó Ariel Graizer, presidente de la Cámara Argentina de Empresas de Internet (CABASE).
El directivo recordó que la Argentina cuenta con un 70% de penetración del servicio de banda ancha, con velocidades que superan los 6 Mb. "La totalidad de los centros urbanos del país tiene buena cobertura y calidad del servicio", añadió.
Argumentó, en ese sentido, que hoy millones de hogares cuentan con conexiones que les permiten acceder a contenidos multimedia como Netflix, Youtube o juegos en línea "que consumen mucho más ancho de banda que las aplicaciones corporativas que podrían necesitar la mayoría de las personas para teletrabajar".
Si bien esto es así, hay quienes ponen el acento en la estabilidad o nivel de latencia que, por momentos, suelen tener los proveedores hogareños. Porque una cosa es en enlace que puede contratar una compañía, y otra distinta poder teletrabajar en casa sin interrupciones."Cuando se hace home office no se está permanentemente conectado ni subido a la nube o haciendo una videoconferencia. El tema es el proveedor hogareño, porque te pueden vender una cosa pero si el día que se teletrabaja están todos conectados al mismo tiempo y eso colapsa, no lo vamos a saber hasta ese momento", consideró Bobrowski.
Desde Microsoft, la mirada presente y futura es más auspiciosa. Aveille indicó que "es probable que la situación haya obligado a muchas empresas a moverse al trabajo remoto y que esto les haya demostrado que los niveles de productividad que se alcanzan son mayores. El cambio es real y está aquí: los trabajos están cambiando y seguirán haciéndolo. Esto será positivo para la sociedad. La tecnología evolucionó al punto de poder demostrarnos que se puede trabajar de manera remota de la misma forma que podríamos hacerlo habitualmente".
Las empresas que ya encararon una cultura de teletrabajo están mejor preparadas para un advenimiento masivo de esta modalidad. Aquellas que ni siquiera tienen una estrategia cloud tendrán más inconvenientes.
La conectividad promete responder frente a una demanda masiva, aunque hay quienes consideran que todo dependerá de lo que suceda si es que llegan a coincidir millones de personas haciendo home office en simultáneo.