La cumbre mundial de teléfonos móviles amenaza con irse de Barcelona
John Hoffman, el consejero delegado de la GSMA, la asociación que organiza y tiene la patente del Mobile World Congress (MWC), visitó el miércoles Barcelona, la sede del mayor encuentro anual mundial de telecomunicaciones.
El ejecutivo estadounidense puso en duda la continuidad de la gran cita del mundo de la tecnología móvil en Barcelona.
Según confirmaron a La Vanguardia diversas fuentes presentes en su visita, admitió que sus asociados, las empresas e inversores que configuran esta especie de patronal de la tecnología móvil, se están planteando la continuidad del MWC en su actual sede a partir de la edición del 2019 si no se dan suficientes condiciones de estabilidad política y social para su buen funcionamiento.
Todas las fuentes coinciden en señalar que Hoffman, en su intervención inicial ante los miembros del patronato –en el que están las administraciones públicas, la Fira, la GSMA y algunas de las principales empresas del sector–, expresó "inquietud" y "temor" ante la posibilidad de que la situación generada por el proceso independentista catalán y la reacción del Gobierno español se agrave.
En principio, la GSMA mantiene su propósito, difícilmente alterable a estas alturas por una razón de calendario, de celebrar la próxima edición del MWC en las instalaciones de Fira de Barcelona entre el 26 de febrero y el 1 de marzo.
Pero uno de los congresos más importantes del mundo podría hacer la mudanza en el 2019 pesar de que el contrato con Barcelona no expira hasta el 2023.