Chip sexual: cómo se coloca y cómo actúa este dispositivo en el cuerpo
El chip sexual se ha transformado en un elemento del que muchas personas hablan. Es un pequeño dispositivo que se coloca debajo de la piel y que tiene como objetivo el aumento del deseo sexual y la mejoría de la calidad de la sexualidad de quien se lo coloca.
Varias personas famosas de la Argentina, como la actriz Catherine Fulop y el exfutbolista Sergio Goycochea, han contado públicamente que se colocaron el chip sexual y que sus vidas sexuales mejoraron significativamente.
Luego de que los famosos argentinos hayan difundido que se colocaron el chip sexual, el tema se transformó en uno de los más buscados. ¿Cómo es el chip sexual? ¿De qué se trata? ¿Cómo funciona el chip sexual en el cuerpo? ¿Cómo se coloca? ¿Se cambia el chip sexual?
Estas son algunas de las preguntas que quienes desconocen el uso del chip sexual pueden hacerse en torno a este elemento. Es por eso que los expertos han explicado en varias oportunidades cuáles son las principales características del chip sexual, de modo que las personas puedan estar informadas y tengan la posibilidad de tomar una decisión adecuada en relación a sus necesidades, sus cualidades y sus intereses.
El chip sexual en realidad se llama pellet, y su nombre responde a los pellets de madera que son diminutos y alargados utilizados como combustible en las industrias. Específicamente la palabra pellet tiene su origen en el latín pilula, que es diminutivo de pila. En este caso se trata de una pequeña cápsula hormonal del tamaño de un grano de arroz, que contiene testosterona y cuyos resultados son visibles en poco tiempo. La aplicación del chip sexual es subcutánea, es decir, por debajo de la capa superficial de la piel. En la mayoría de los casos el chip sexual es solicitado por mujeres, aunque los hombres también hacen consultas para colocarse este dispositivo en su cuerpo.
Cómo se coloca el chip sexual
El chip sexual se coloca a través de una incisión de unos tres milímetros en la zona de la cintura, en el tejido adiposo. La colocación del chip sexual es un tratamiento ambulatorio, lo cual implica que se hace en un consultorio y la persona se puede ir en el mismo día. Cabe mencionar que para poder colocar adecuadamente el chip sexual, y para que la molestia sea más leve, los médicos suelen colocar un poco de anestesia local.
Cómo funciona el chip sexual en el cuerpo
Antes de colocar el chip sexual el especialista que lo haga analizará algunos elementos esenciales de la persona que se lo quiere colocar. Es muy importante que se tengan en cuenta los aspectos psicológicos de la persona y su estado clínico en general. En este sentido, los expertos recomiendan un chequeo de salud previo al procedimiento de colocación del chip sexual. De acuerdo a los resultados de los estudios, el médico puede determinar cuál es la dosis que necesita el o la paciente, de acuerdo a su peso, edad y otras características básicas.
"Cada chip sexual tiene dosis bajas de testosterona y diferentes a las que se utiliza para el hombre; va liberando las hormonas paulatinamente. Entre los tres y seis meses, se degradan en el organismo solas", explicó al diario argentino La Nación la ginecóloga Clelia Magaril.
¿Quiénes pueden usar el chip sexual?
El chip sexual es un elemento que tiene mayor demanda entre mujeres que atraviesan el período de la menopausia. Sin embargo, no son el único grupo de personas que pregunta por él. Son muchos los hombres que también recurren a la colocación del chip sexual con el objetivo de aumentar el deseo sexual y, de esta manera, mejorar la calidad de su vida sexual, que se puede ver afectada por diversos motivos.
Se lo han colocado más las mujeres porque la menopausia es un hito en la declinación de muchas actividades que son más frecuentes y gratificantes anteriores a ese período.
La carencia de hormonas puede llevar a necesitar refuerzos para mejorar su líbido, su deseo sexual, su respuesta orgásmica, y su capacidad de tener relaciones, factores que se pueden ver afectados por la disminución de las hormonas que sucede con la menopausia.
En cuanto al chequeo previo de salud, en mujeres será trascendental hacer mamografía, papanicolau, ecografía ginecológica, entre otros exámenes físicos para descartar patologías hormonodependientes que puedan agravarse con el suministro de hormonas. En el hombre, para colocar el chip sexual, los estudios estarán más enfocados al funcionamiento de la próstata.
Qué otros beneficios tiene el chip sexual
Si bien el chip sexual está diseñado para reordenar el sistema hormonal en las personas, también puede tener otros beneficios para el cuerpo de quien se coloca. Según explicaron desde el sitio Sputnik News, el doctor Adrián Carlos Di Sanzo, especialista en Diagnóstico por Imágenes, posgrado en Medicina Metabólica, Medicina Biológica, Medicina China y Homeopatía enumeró algunos de estos beneficios del chip sexual, además de la mejora de la sexualidad:
- disminuye el cansancio
- mejora el ánimo
- elimina dolencias
- aumenta la masa muscular
- la fuerza física
- mejora las varices y la circulación porque produce mayor vascularización
- reduce el apetito, la flacidez y disminuye la grasa corporal
- mejora la piel, la memoria y la concentración
- previene la osteoporosis y la osteopenia y las mejora
- ayuda con la anemia y los niveles de energía, el sistema inmunológico, el sueño, el síndrome metabólico, enfermedades autoinmunes y diabetes
- en el hombre, mejora la erección
- en la mujer, la atrofia mucosa del tejido vaginal y aminora notablemente los calores producidos en la menopausia
A pesar de todos estos beneficios que tiene el chip sexual, no todas las personas pueden acceder actualmente a este tipo de tratamientos. Al ser de última generación, la aplicación del chip sexual tiene un costo muy elevado, tanto por la intervención como por el producto en sí.
Si se tiene en cuenta que la vida útil del chip sexual, hasta ser absorbido por el cuerpo y dejar de cumplir su función, es de tres a seis meses, realmente se trata de una posibilidad al alcance de pocas manos.
Qué factores pueden afectar el deseo sexual
La falta de deseo sexual es el bajo nivel de interés en tener relaciones sexuales donde la persona afectada no responde a la voluntad o deseo de actividad sexual de su pareja. Según los expertos la falta de deseo sexual suele ir acompañada de problemas físicos o psíquicos, y es muy frecuente que curse con una disfunción sexual.
Se trata de un trastorno que puede afectar a ambos géneros, pero es más frecuente en mujeres. Según el sitio Topdoctors, de España, ientras que en las mujeres afecta entre el 22% y el 51% en hombres afecta entre el 10% y el 15%.
Existen diversos tipos de falta de deseo sexual:
- Falta de deseo sexual primaria. Afecta, sobre todo, a mujeres que nunca han tenido un deseo sexual suficiente. Se traduce como la nula capacidad para tener fantasías sexuales o escasas conductas con finalidad sexual. Se manifiesta durante la adolescencia pero se hace peor en la persona adulta.
- Falta de deseo sexual secundaria. Se da en personas que han disfrutado de un deseo sexual normal pero que, con el tiempo, pierden el interés por ello.
- Falta de deseo sexual generalizada. La persona afectada no tiene deseo ni por su pareja ni por nadie.
- Falta de deseo sexual situacional. El afectado no tiene deseo sexual por su pareja pero sí por otras personas.
Síntomas de falta de deseo sexual
Las personas con falta de deseo sexual suelen poner excusas para evitar las relaciones sexuales con la pareja. Así, casi nunca se van a dormir a la vez que su pareja y siempre tienen excusas o cosas que hacer.
A veces es esta "huida" la que genera un gran sentimiento de culpa, al sentir que no da respuesta a un compromiso, lo que genera más nervios según se dilata el encuentro sexual.
El paciente que sufre falta de deseo sexual tiende a sabotear inconscientemente la relación. En esto no ayuda la sociedad actual, donde las personas tienen una sobrecarga de estímulos, trabajo y tareas en un tiempo limitado: familia, amigos, trabajo, relaciones sociales, viajes, ocio, tareas del hogar, entre otros. Todo esto hace que la persona deje el sexo en el último lugar de prioridades.
¿Cuáles son las causas de la falta de deseo sexual?
En la falta de deseo sexual pueden influir diversas causas, que bien pueden ser de tipo orgánico o psicológico.
Entre las causas orgánicas se destacan las siguientes:
- Alteraciones hormonales o problemas endocrinos
- Estar sometido a tratamiento con medicamentos específicos
- Enfermedades crónicas
- Enfermedades metabólicas
Entre los factores psicológicos están:
- Disfunciones sexuales: disfunción eréctil, vaginismo o anorgasmia
- Problemas en la pareja
- Estrés y ansiedad
- Trastornos en el estado de ánimo
- Fatiga y cansancio
- Miedos personales a no satisfacer a la pareja
- Monotonía en la relación
- Tener una vida sexual poco satisfactoria
¿Se puede prevenir la falta de deseo sexual?
La falta de deseo sexual no se puede prevenir. Es una condición que nunca se sabe a ciencia cierta cuándo puede aparecer. Sí influencian las causas mencionadas anteriormente, de manera que llevar un control de dichos factores puede ayudar.
Tratamientos para la falta de deseo sexual
Lo primero que debe llevarse a cabo en la falta de deseo sexual es un estudio de la causa que lo está generando. Posteriormente deben abordarse las vías de placer. Existen unas vías neuronales que se relacionan con el deseo sexual y el placer. Para que todo funcione bien el tránsito del deseo al placer tiene que estar lleno de estímulos gratos para ambas partes, de la misma manera que debe serlo el encuentro sexual. Las personas con falta de deseo sexual no sienten esas reacciones en el camino. Esto se considera tratable cuando la ausencia de ganas de deseo sexual es persistente y ocurre desde hace más de 6 meses, ya que no debe confundirse con algo temporal o puntual.
Si la falta de deseo sexual es temporal no debe preocupar en exceso al paciente, pero le vendrán bien los refuerzos positivos, y dedicar un tiempo a mimarse y cuidarse. En esos refuerzos se debe favorecer el erotismo con los estímulos adecuados. Además, para combatir la falta de deseo sexual es esencial querer superarlo. Si el paciente está dispuesto se puede educar el deseo y, poco a poco, ir descubriendo modos de querer tener encuentros sexuales. La terapia de pareja y la terapia sexual pueden ser útiles. En estos casos ayudarán al paciente los especialistas en sexología, así como los especialistas en Psicología expertos en estos ámbitos.
En otros casos se ha recomendado el tratamiento con testosterona, relacionando esta hormona típicamente masculina con el hecho de mantener el deseo y la respuesta sexual femenina, sobre todo cuando la falta de deseo sexual coincide con la menopausia. De ahí que algunos especialistas recomienden el tratamiento con parches de testosterona, prolongando la vida sexual de las mujeres con trastorno de deseo sexual hipoactivo. En cambio, otros especialistas no están del todo de acuerdo con esta terapia, por el hecho de provocar efectos secundarios: alteraciones en los niveles de colesterol, cambios en la voz, aparición de acné, aumento de presencia de vello en la cara y otras partes del cuerpo… Sin embargo, estos efectos se dan si la dosis no es adecuada, por lo que el especialista en Ginecología y Obstetricia debe establecer la dosis más eficaz, habiendo hecho estudios previos para restablecer el equilibrio hormonal natural.
El tratamiento de los problemas sexuales debe tener en cuenta todos los recursos disponibles y, para ello, es esencial un diagnóstico personalizado, para beneficiarse del tratamiento más adecuado.
¿Qué especialista lo trata?
Son muchos los especialistas que pueden ayudar al paciente en el tratamiento de la falta de deseo sexual, dado que el abordaje puede ser bastante multidisciplinar. En función de las causas del cuadro de cada persona, se podrá conocer el enfoque que se le debe dar al tratamiento. Así, serán principalmente los especialistas en Andrología, pero también en Ginecología y Obstetricia, Medicina Interna, Psicología, Psiquiatría, Sexología y Urología.