¿Es sana la dieta keto? Estudios señalan que tendría riesgos: conocé cuáles
Las dietas que existen actualmente son muchas. Algunas dicen cumplir objetivos específicos, como adelgazar o ganar masa muscular, y otras simplemente prometen mejorar el estado de la salud y fomentar el bienestar a nivel general.
La dieta keto o cetogénica es una de las que ha cobrado mayor popularidad en los últimos años. Se trata de un plan de alimentación que parece ser saludable, parece fomentar la buena salud, pero que podría tener ciertos riesgos para quienes la siguen.
Así es la dieta keto o cetogénica
La dieta cetogénica es un plan de alimentación que está en auge actualmente. Se trata de una dieta en la que, básicamente, se consumen pocas harinas y una gran cantidad de grasas. Los detalles de la dieta cetogénica son más amplios y hay otras pautas a tener en cuenta al momento de ponerla en práctica, pero esencialmente esa es la información básica que la define.
La principal característica de la dieta cetogénica es que el cuerpo usa a las grasas como combustible, sustancias que al metabolizarse producen un residuo que se denomina cetonas o cuerpos cetónicos.
La dieta keto podría tener algunos riesgos
A veces las dietas o planes de alimentación se ponen de moda y muchas personas comienzan a seguirlas, a veces con el acuerdo de un profesional de la salud y, otras veces, de manera inconsulta. Muchas de ellas, como la dieta keto, parecen positivas pero podrían tener algunos efectos adversos para la salud.
De acuerdo a las conclusiones de un grupo de investigadores del National Jewish Health, la dieta keto podría representar un riesgo para la salud cardíaca y de las arterias. Los expertos revisaron los hallazgos descubiertos por estudios científicos sobre la dieta keto, así como investigaciones sobre dietas intermitentes. El objetivo fue estudiar los supuestos beneficios que se le atribuyen a esta dieta.
Los resultados indican que esta dieta parece favorecer la pérdida de peso en el corto plazo y que podría ser positiva para la salud cardiovascular. Sin embargo, también se ha encontrado que el consumo de ciertos alimentos podría poner en riesgo el sistema cardiovascular.
Puntualmente los especialistas a cargo del trabajo señalan que la dieta keto fomenta la ingesta en altas cantidades de grasas saturadas, que son conocidas por ser especialmentenocivas para el corazón. Además, este tipo de grasas también se asocian a un incremento de los lípidos en sangre.
Según las conclusiones de los expertos, existirían evidencias de que llevar esta dieta por un tiempo prolongado podría provocar un estrechamiento de las arterias, lo que dificultaría la circulación de la sangre en el cuerpo.
Además, las investigaciones indicaron que estos alimentos no son tan efectivos para la prevención de enfermedades del corazón.
Otros motivos para no seguir una dieta keto
Seguir este plan de alimentación, entonces, puede tener una serie de efectos adversos en el organismo, que se constituyen como motivos para no hacerlo. Algunos de ellos se presentan a corto plazo, es decir, en las primeras semanas en que la persona se alimenta de esta manera; otros, aparecen en el largo plazo, cuando el cuerpo ya lleva varios meses adaptado a esta dieta.
El exceso de cuerpos cetogénicos y la pérdida rápida de agua y electrolitos puede provocar mal aliento y sudor y orina con olor muy fuerte, especialmente en las primeras semanas. La falta de glucosa en el cerebro puede ocasionar falta de concentración, mareo, dolor de cabeza y letargo.
Es probable que se produzca una reducción en la masa muscular y la velocidad del metabolismo. Este punto tiene un claro impacto negativo en el rendimiento deportivo, sobre todo en aquellos individuos que hacen ejercicio de manera exigente.
A medio y largo plazo, supone un riesgo para la salud en general, dado que es deficitaria en algunos tipos de micronutrientes. Además, es uno de los tipos de dieta que puede favorecer el efecto rebote, es decir, que apenas la persona deja de seguirla de manera estricta, vuelve a ganar todos los kilos que perdió.
Puede provocar pérdidas de memoria, dado que priva al cerebro de su principal combustible para funcionar adecuadamente.También puede favorecer la aparición de problemas intestinales y estreñimiento por la falta de fibra prebiótica que proviene de verduras, frutas y cereales integrales.
Además, puede contribuir al aumento del riesgo de desarrollar ciertas patologías, como los cálculos renales -porque los cuerpos cetogénicos se expulsan por la orina- y la osteoporosis -por la menor fijación del calcio y el exceso de proteínas-.
Según los especialistas, también puede favorece la inflamación y envejecimiento prematuro por la acumulación de radicales libres.