Trump contó qué toma para prevenir el Covid-19: ¿qué es y qué riesgos tiene?
Desde el comienzo de la pandemia los fármacos que se han probado contra el coronavirus fueron muchos. Desde drogas nuevas, que se han pensado específicamente contra esta enfermedad, hasta medicamentos existentes que se utilizaban para otras patologías. Las investigaciones en curso son diversas y todas están en la carrera para encontrar un tratamiento, una vacuna y una cura.
Algunos de ellos se han mostrado efectivos, mientras que otros han resultado inefectivos para tratar a los pacientes con esta enfermedad. De todos modos, los estudios siguen porque la situación mundial así lo requiere.
En este sentido, sorprendió la noticia que el presidente Donald Trump difundió en una de sus conferencias de prensa. El primer mandatario estadounidense contó que toma hidroxicloroquina para prevenir el contagio de coronavirus, un fármaco del que se ha hablado mucho pero que ha mostrado resultados dudosos en relación al Covid-19.
Según explicó Trump, se encuentra en ese "tratamiento" desde hace una semana. Toma una pastilla por día, a pesar de no haber manifestado síntomas y haber dado negativo en los tests que se le realizaron. Así lo explicó el médico de la Casa Blanca, después de que el primer mandatario hubiera dicho:"todo lo que puedo decir es que hasta ahora parece estar bien".
Es importante recordar que en abril la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus iniciales en inglés) había emitido una advertencia de seguridad sobre la hidroxicloroquina y la cloroquina. A su vez, cabe mencionar que el presidente Trump ha promovido la producción y el uso de ambos medicamentos de manera insistente. Es por eso que se utilizan en todo el país para tratar a los pacientes con Covid-19, a pesar de la falta de evidencias de que funcionen en forma efectiva.
Efectos adversos de la hidroxicloroquina
Cabe recordar que tiempo atrás se realizó un estudio en Brasil con estos medicamentos y los resultados fueron negativos en los pacientes. Muchos de ellos -infectados con Covid-19- sufrieron anomalías severas en el ritmo cardíaco, lo cual llevó a la FDA a emitir una advertencia acerca de estas investigaciones. En aquel momento, el organismo de control había señalado que cualquier estudio de estas características debería realizarse en centros de salud con capacidad para monitorear en profundidad a los pacientes con problemas cardíacos.
Según informó el periódico The New York Times, hay varios médicos que se han manifestado alarmados por esta información acerca del Presidente. De acuerdo a lo publicado por dicho medio, es preocupante que Trump use su lugar de ejecutivo de la nación para decirle a los ciudadanos y al mundo que toma un medicamento que no se ha mostrado efectivo contra el virus y que, además, tiene riesgos conocidos y probados.
A pesar de ello, Donald Trump, quien actualmente tiene 73 años, afirmó: "no me lastimaré". Al mismo tiempo, explicó que estaba comunicando esa información para ser transparente con los estadounidenses. "Ha existido durante 40 años para la malaria, el lupus y otras cosas. Lo tomo. Los trabajadores de primera línea lo toman. Muchos médicos lo toman", señaló.
¿Qué es y para qué se usa la hidroxicloroquina?
Se trata de un derivado del antipalúdico cloroquina, una droga que se usa para tratar el paludismo, es decir, la malaria, así como para inmunizar a quienes visitan países con presencia de estas enfermedades.
Además de su efecto positivo en el tratamiento del paludismo y en la inmunización de pacientes contra esta patología, los fármacos de este grupo también se usan para tratar algunas enfermedades autoinmunes sistémicas, como el lupus eritematoso o la artritis reumatoide. Una investigación publicada en 2016 en la revista Scielo asegura que la "hidroxicloroquina es, por lejos, la más utilizada en el tratamiento de las enfermedades autoinmunes sistémicas y otras enfermedades reumatológicas. Sin embargo, no en todos los casos en que se la emplea están claros los beneficios que su uso determina".
A su vez, aclara que el objetivo del estudio fue actualizar los aspectos farmacológicos más relevantes, los beneficios del tratamiento en diversas enfermedades autoinmunes y reumatológicas y la seguridad de su uso. Este último punto resulta fundamental, dado que se trata de un medicamento que puede tener una serie de efectos adversos que deben ser analizados antes de prescribirla a un paciente.
Los medicamentos antipalúdicos tienen algunas particularidades farmacológicas relevantes. Es característica la variabilidad interindividual en la absorción, lo cual implica que cada paciente puede requerir dosis distintas en función de sus características particulares y de cómo el fármaco se absorbe en su cuerpo. Además, las concentraciones de plasma en la sangre pueden alterarse con el nivel dentro del propio individuo, ya no solo entre dos diferentes.
Una vez que se toma la hidroxicloroquina se distribuye ampliamente en el tejido muscular, hígado, bazo, riñones, pulmones, células de la sangre, glándulas pituitaria y suprarrenal y tejidos que contienen melanina; al igual que todos los medicamentos de este grupo, se metaboliza en el hígado y se excreta por vía renal.
La vida media de eliminación de esta droga del cuerpo es de 30 a 50 días y demora cerca de 4 a 6 semanas para producir su efecto antiinflamatorio. Esto significa que desde el momento en que se comienza a tomar tarda entre 4 y 6 semanas en producir el efecto deseado, sobre todo el patologías autoinmunes, y que desde finalizada la toma tarda entre un mes y un mes y medio en irse por completo del organismo por vía renal.
La seguridad del tratamiento con esta droga ha sido analizada por diversos especialistas, no solo en su aplicación en enfermedades autoinmunes, sino también en otras patologías. Así, se puede decir que, de acuerdo a lo mencionado por los autores del estudio citado, los efectos adversos más frecuentes son leves; algunos de ellos pueden ser molestias gastrointestinales, prurito acuagénico -una condición que hace que el contacto con el agua produzca picazón- y pigmentación cutánea.
Es común que aparezcan al inicio y mejoren con la prolongación del tratamiento; excepcionalmente determinan su interrupción. La psoriasis, por ejemplo, es una de las enfermedades que se puede ver afectada por la toma de esta medicación. Si bien hidroxicloroquina no la provoca, se ha propuesto que su uso puede determinar exacerbación de la enfermedad, lo cual no se ha confirmado consistentemente.
El efecto adverso más severo conocido hasta el momento es su potencial daño oftalmológico, específicamente a nivel de la retina. El mecanismo por el cual estos medicamentos pueden dañar la retina no está claramente establecido, pero es conocido que los antimaláricos se unen a la melanina de la capa epitelial pigmentada de la retina, pudiendo afectar a los conos y bastones. Existen lesiones tempranas, denominadas pre-maculares y se manifiestan como edema, granularidad y pigmentación macular. Si bien es una lesión potencialmente reversible, en caso de no detectarse y suspender el tratamiento en ese momento podría llevar a la progresión al extremo más temido e irreversible, la maculopatía en "ojo de buey". Es importante tener en cuenta que la frecuencia de estas complicaciones con el tratamiento es muy baja, en el orden de 1 a 3/1.000 pacientes expuestos durante los primeros 5 a 10 años de tratamiento.
A nivel cardiovascular se han reportado trastornos de la conducción y falla cardiaca por antimaláricos, pero ambas complicaciones son muy poco frecuentes con el uso de esta droga puntualmente. Por último, cabe destacar que el fármaco es seguro durante el embarazo y lactancia. Su interrupción es riesgosa para la gestación, por lo que debe mantenerse durante todo el período grávido-puerperal.