¿Qué es el Proyecto Santo Domingo, único en la Argentina?

Santo Domingo surgió como un proyecto de plantación forestal ideado para un objetivo muy específico: compensar las emisiones de dióxido de carbono y generar, de forma sustentable, productos forestales con alto valor agregado.

Ubicado en Ituzaingó, provincia de Corrientes, cuenta con 3.405 hectáreas, en las que se han plantado más de 3 millones de ejemplares de árboles desde su comienzo, hace 12 años. De esa superficie, el 24% está cubierta por reservas de bosques nativos, pastizales, corredores riparios y vertientes naturales de agua.

Con una inversión inicial de más de 13 millones de dólares y en asociación con GMF Latinoamericana, Santo Domingo es único por su triple impacto: económico, ambiental y social. Los datos más impactantes se visualizan en la acumulación de la huella de carbono, que hasta octubre de 2018 asciende a la suma de 452 mil toneladas de dióxido de carbono, el equivalente a lo que emiten 140 mil autos (15.000 km/auto naftero) en promedio en un año o el consumo eléctrico de 350 mil viviendas en un año, de las cuales 100 mil toneladas de CO2, ya fueron certificadas por la ONU. De esta manera, Santo Domingo se convierte en el más exitoso de los 4 proyectos que tiene Novartis en Colombia, Mali y China.

Es bien conocido que la contaminación del medio ambiente a partir de la superproducción de dióxido de carbono, entre otras formas de polución, es uno de los principales problemas que hoy afectan al planeta. Es por eso que muchas empresas han tomado la responsabilidad de compensar las emisiones de gases y contribuir a la reducción del daño ambiental.

Con relación al impacto socioeconómico, los beneficios se observan en las comunidades locales, dado que el mismo genera, de forma indirecta, la creación de empleo. Logrando un impacto positivo que vincula a la producción de un tipo de madera considerada de alto valor. Es así que este proyecto innovador en materia de sustentabilidad se posiciona como un plan de desarrollo sostenible de acuerdo con los objetivos establecidos por el pacto Global de las Naciones Unidas.

Entre sus metas para el 2020, Novartis se propuso reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y los residuos reciclables no operacionales en un 30% versus 2010. De esta manera, apunta a haber eliminado 600 mil toneladas de dióxido de carbono para el final del próximo año.