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¿Nace una nueva "grieta"?: el dato de una encuesta que puede encender alarmas en JxC

Un nuevo sondeo revela una fuerte división en el electorado, debido al fenómeno Milei. Cómo puede impactar en la próxima gestión de gobierno
25/09/2023 - 18:05hs
¿Nace una nueva "grieta"?: el dato de una encuesta que puede encender alarmas en JxC

En la cuenta regresiva para las elecciones presidenciales los candidatos del oficialismo, Sergio Massa, y de La Libertad Avanza, Javier Milei, aparecen como protagonistas de una nueva "grieta" que empieza a formarse en el electorado, según una nueva encuesta, y que de cara a octubre puede afectar a Patricia Bullrich y a todo Juntos por el Cambio, hoy en estado de ebullición por la tensión entre la UCR y el ex presidente Mauricio Macri.

No obstante, la misma encuesta señala que los tres candidatos con más chances de llegar a la Presidencia enfrentan un problema en común que parece muy difícil de resolver si esa "grieta" se consolida y obtura (todavía más) los consensos políticos necesarios para encararlo sin turbulencias sociales: el alto rechazo a los aumentos de tarifas y, por tanto, a la reducción de los subsidios que todos tienen en agenda.

El trabajo fue realizado por el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG), mediante encuestas presenciales con 2.509 casos efectivos entre el 1 y el 20 de septiembre, en 30 localidades de 18 provincias. El resultado dejó datos clave para las elecciones de octubre y el posible balotaje de noviembre, pero también para el día después, cuando Milei, Massa o Bullrich asuman el Gobierno.

Según la encuesta, Milei encabeza la intención de voto para octubre y Massa le pisa los talones, mientras Bullrich se ubica tercera, a 4 puntos de distancia del ministro-candidato. Pero además, el trabajo muestra cómo la irrupción del libertario en la escena política empezó a cambiar la identificación política del electorado y, con ello, el nuevo panorama que enfrentan los dirigentes.

¿Nueva "grieta"?: cuánto midieron Milei, Massa y Bullrich en la encuesta

En el sondeo el candidato de La Libertad Avanza que ganó las elecciones PASO de agosto alcanzó un 33,2% de intención de voto, mientras que el postulante de Unión por la Patria obtuvo un 32,2%. Frente a ese empate virtual, la referente de Juntos por el Cambio apareció relegada con el 28,1%.

La encuesta muestra así la tendencia a una polarización de los comicios que es justamente lo que Bullrich intenta evitar. En este sentido, arroja otro dato relevante que ayuda a entender ese cuadro de situación de cara a octubre y podría explicar también la estrategia que eligió la candidata de Juntos por el Cambio para el último tramo de la campaña.

Milei y Massa encabezan la intención de voto y Bullrich intenta meterse en la pelea según la encuesta de la CELAG  

Cuando se les preguntó a los encuestados con qué espacio político "se sienten más identificados", el 21,8% eligió la opción "liberal/libertarios", el 19,6% tildó "kirchnerismo" y el 18,9% optó por "Juntos por el Cambio".

En los números y en las opciones que presentó la encuesta se destaca, en primer lugar, el impacto del "fenómeno Milei" en el electorado; en segundo lugar, la solidez del "kirchnerismo" como algo identitario y en tercer lugar el desplazamiento de Juntos por el Cambio, la alianza del PRO, la UCR y la Coalición Cívica cuyo origen y leit motiv siempre fue el "anti kirchnerismo".

La llamada "grieta" que marcó el ritmo del comportamiento político de los votantes y de la dirigencia en los últimos 15 años parece así estar mutando a partir de la aparición de Milei, que se presenta en este trabajo como un nuevo canal para ese "anti kirchnerismo" que, a su vez, hace que ese espacio político siga siendo gravitante y hoy favorezca a Massa.

El impacto en la campaña y las tensiones que vuelven a Juntos por el Cambio

Esa posible nueva "grieta" con los "libertarios/ liberales" de un lado y el "kirchnerismo" del otro explica por qué Milei y Massa eligen confrontar entre ellos. Tras la victoria de La Libertad Avanza en las PASO, el oficialista tiene como meta entrar al balotaje con él porque supone que en ese mano a mano podría capturar votos de otros espacios, incluidos algunos de Juntos por el Cambio.

Lo que arrojó la encuesta también podría servir para entender por qué Bullrich se aferró al discurso "anti K" para las elecciones de octubre, llegando a prometer la construcción de un penal de máxima seguridad con el nombre "Doctora Cristina Fernández de Kirchner". La candidata intenta recuperar un lugar que hoy le está copando el libertario.

Para ello, desde esta semana -que empezó con el triunfo en las elecciones de Mendoza- Bullrich refuerza su discurso "anti kirchnerista" a la vez que pone a Milei como socio de la "casta política" a la que dice combatir, con el ejemplo de su reciente acuerdo con el sindicalista Luis Barrionuevo y la sospecha de un pacto político subterráneo con el massismo.

Crece la identificación de una parte del electorado como "libertario" en oposición con el "kirchnerismo"

Pero este tema tiene otra arista. La reciente promesa de Massa de un gobierno de "unidad nacional" durante un acto en el que estuvieron los gobernadores radicales Gerardo Morales (Jujuy) y Gustavo Valdés (Corrientes) reavivaron la mala relación que tiene parte de la UCR con Macri y, con ello, el fantasma de la ruptura de Juntos por el Cambio si sale derrotado en octubre.

El lugar de marca identitaria en el que empieza a posicionarse Milei agiganta ese riesgo ante el escenario hipotético de un balotaje que lo encuentre a él con Massa. ¿Cómo jugarían los radicales, denostados hasta el cansancio por el libertario, y qué haría la parte del PRO más identificada con Bullrich y con Macri, que hasta antes de las PASO mostraban simpatía con el economista? Casi nadie en Juntos por el Cambio quiere hoy responder esas preguntas que incomodan.

Bullrich necesita evitar los cortocircuitos y ahuyentar esa hipótesis de ruptura (lo intenta desde el domingo, junto a los mismos radicales que se sienten usados por la "picardía" de Massa) y el discurso "anti kirchnerista" con el que intenta correr a Milei y crecer para meterse al balotaje puede serle útil para eso, dado que allí se encuentra precisamente la razón de ser de la alianza opositora desde que se fundó en 2015.

La próxima gestión económica: ¿tendrán plafón los candidatos para acomodar variables?  

Por otra parte, la formación incipiente de una nueva "grieta" con Milei como protagonista podría ser un problema también para él y para Massa, si en efecto existe un pacto para polarizar y después tejer un acuerdo de gobernabilidad. Se abre un interrogante sobre cómo podría caer en ese sector del electorado que ya se identifica como "libertario" y en el kirchnerismo que se sostiene.

No obstante, la posibilidad de que las posiciones políticas vuelvan a extremarse y traben cualquier consenso político implica una dificultad para todos, incluida Bullrich, especialmente ante el hecho de que posiblemente nadie tendrá mayoría propia en el Congreso a partir de 2024.

Y es que tanto Milei como Massa y Bullrich tienen en la agenda de su futuro gobierno el achicamiento del déficit que incluye la quita de los subsidios a las tarifas, algo que no solo se presenta como uno de los elementos para equilibrar las variables económicas sino que también es una exigencia del FMI. Si bien el ministro-candidato ya empezó a transitar ese camino, la campaña lo puso en suspenso.

El trabajo muestra el rechazo que podría enfrentar el próximo gobierno si decide recortar subsidios a los servicios

En la encuesta de la CELAG se preguntó por los aumentos en las tarifas de servicios públicos de luz, agua y gas que se darían inevitablemente si se recortan los subsidios. El 78,6% respondió que "no es momento" de una suba y apenas el 18,9% dijo que esos aumentos "son necesarios para ordenar la economía".

Si ese nivel de rechazo se mantiene, la ausencia de un consenso político entre distintas fuerzas con representación parlamentaria puede poner al próximo Gobierno ante un problema muy complejo desde el arranque de la gestión. La encuesta deja así otro interrogante central: qué capacidad tendrá la futura administración para lidiar con la presión del FMI y ordenar la economía en un contexto de altísima inflación sin que el descontento social la desborde.

Para más, la encuesta también arrojó que el 64,8% piensa que "las instrucciones del FMI condicionan la política económica y empeorarán aún más la crisis", mientras que el 32,2% señala que son "la única forma de estabilizar la economía". Esto implica que la presión del organismo, a la que apeló Massa para explicar la devaluación con la felicitación de Cristina Kirchner por la sinceridad, podrían tener poco efecto como excusa cuando se toquen puntos sensibles como las tarifas. 

Cuáles son las mayores debilidades de los candidatos según la encuesta

Otro de los capítulos de la encuesta indagó en las debilidades de los candidatos desde la perspectiva de los votantes. En el caso de Milei, esta debilidad apareció por el lado de la "estabilidad emocional", mientras que el punto flaco de Massa y Bullrich es la economía, aunque por razones diferentes.

Entre las palabras negativas que se dio a elegir a los encuestados para definir a los candidatos, Milei apareció asociado en un 30,4% a la "violencia" y, ante la pregunta sobre si "es valiente o emocionalmente inestable" el 58% eligió la segunda.

Massa apareció asociado mayoritariamente a la palabra "fracaso" en un 32,7%. Consultados sobre los cambios que anunció sobre el Impuesto a las Ganancias y devolución del IVA, entre otras medidas para "recomponer los ingresos", el 58,5% sostuvo que "son totalmente insuficientes" porque "la inflación evapora sus efectos".

Los tres candidatos enfrentan un panorama político y social muy distinto para 2024 

Por su parte, Bullrich fue asociada a la palabra "represión" en un 30,4% y, frente a la pregunta sobre si "entiende de economía", el 57,8% de los encuestados señaló que "no entiende nada".

Así, los tres candidatos se encaminan a las elecciones de octubre en medio de un cambio en la identificación del electorado y una evaluación negativa bastante alta que genera una mayor incertidumbre sobre la pregunta central: cómo se moverá el próximo gobierno.