Massa juega al límite en la previa a las elecciones: cuáles son sus apuestas para poner freno al dólar y la inflación
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Menos de un mes para las elecciones presidenciales, acaso las más trascendentales e inciertas desde la que en 1983 -hace 40 años- coronó a Raúl Alfonsín tras la dictadura militar. Ahora, el desafío por delante es enfrentar una durísima crisis económica, comparable con alguna que la Argentina ha soportado desde la década del 70 para acá.
Sin chance de saber de antemano quién será el próximo Presidente y, mucho menos, cuál será el plan económico que se pondrá en marcha, la incertidumbre es total.
Los próximos 27 días, hasta las elecciones generales, estarán bajo tensión extrema. A todo nivel. Algo de eso ya se está percibiendo en el mercado financiero.
A lo largo de la semana pasada, los bonos de la deuda pública sufrieron fuertes caídas. Una tendencia negativa que había empezado este mes pero que con el correr de las semanas se fue profundizando.
En la última negociación en Washington, Massa le había pedido al FMI poder intervenir y es lo que el ministro vino haciendo en las últimas semanas. Eso fue lo que le permitió mantener en calma las cotizaciones de los dólares financieros después de la devaluación.
La duda ahora, es qué va a pasar en el mercado ahora que se termina el "soja 4", el mecanismo que le permitió al Banco Central la compra de dólares que usó para intervenir en la brecha, precisamente.
Dólar, inflación y actividad: semanas cruciales
"La presión dolarizadora ya se siente, y va a consolidarse cuando empiece octubre, porque a fin de este mes termina el dólar soja 4", dice a iProfesional Emiliano Anselmi, economista jefe de PPI.
Según Anselmi, la caída en las cotizaciones de los bonos en pesos se vincula con la salida de inversores, que prefieren tomar coberturas en dólares.
La baja en las cotizaciones se aceleró en la última semana. En el caso de los bonos CER, la caída ya ronda el 15% desde comienzos de mes. En los duales y los papeles en dólares, la baja llega al 8%.
Las mayores tensiones en el mercado bursátil pronto se deberían reflejar en las cotizaciones de los dólares financieros, sospechan los expertos.
Inflación y faltantes en las góndolas rumbo a las elecciones
El mercado cambiario no será el único bajo presión: la aceleración de los precios tras la devaluación post PASO puso en alerta a funcionarios y empresarios. La primera reacción de los ejecutivos fue trasladar los mayores costos a los precios finales, algo que obligó a Sergio Massa a encarar una rápida negociación con las empresas fabricantes y con los supermercados.
Algunos precios se moderaron, pero en las góndolas ya se notan faltantes, producto de empresas que resisten los controles post devaluación.
Compañías líderes ya plantearon que no pueden cumplir con el pedido de ponerle un tope del 5% mensual a los aumentos. Economía rechazó el reclamo, y la reacción fue inmediata: solo se producen los productos que dejan un margen de ganancia. Por eso mismo, cualquier lector atento ya habrá detectado las góndolas más raleadas en los supermercados.
Los industriales de la UIA salieron a reclamar una deuda que para este Gobierno ya es imposible de pagar: u$s18.000 millones en los últimos tres años de permisos para importar que se han acumulado por la falta de divisas.
Apuesta a la carne para mostrar un freno en los precios
Es muy complicado que la inflación de este mes quede por debajo de los dos dígitos. Sin embargo, al día de hoy, hay dos variables que juegan a favor del Gobierno.
Los congelamientos decretados en distintos rubros (desde las tarifas del transporte público hasta el servicio de luz y gas) le ponen frío a la inflación de este mes.
Pero lo que más juega a favor es el precio de la carne. La hacienda en pie ya bajó 22% desde las subas post PASO, con lo cual volvió al valor que mostraba antes de la devaluación. Es muy probable que esa baja se refleje en las carnicerías a partir de la próxima semana. Según el consultor ganadero Andrés Costamagna, el descenso debería ser de al menos $500 por kilo en el mostrador, según comentó a iProfesional.
La súbita rebaja se vincula con el notorio descenso en el nivel de consumo. Las ventas de carne se derrumbaron entre 35% y 45% -según las zonas del AMBA- luego de la devaluación y la disparada de los precios.
Massa podría mostrar un menor índice de precios -el IPC de septiembre se difunde diez días antes de las elecciones-, pero esa realidad no será un alivio para los castigados bolsillos de los argentinos.
Una de las cuestiones a develar en la etapa final de la campaña será el impacto de la acelerada de la inflación en la actividad económica. Y ahí no hay mucho más por hacer: el enfriamiento del consumo ya se hace evidente. Y no hay a la vista ningún plan que vaya a mejorar el escenario en el corto plazo, al menos.