¿Cristina, candidata?: desde el kirchnerismo hacen correr múltiples fórmulas en una interna clave
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Tras el alejamiento de una candidatura que Cristina Kirchner ensayó en La Plata, una parte del kirchnerismo empezó a desplegar un nuevo juego, en el que combinan versiones sobre múltiples fórmulas para que la vicepresidenta esté finalmente en la boleta del Frente de Todos con algún gesto hacia el sector del presidente Alberto Fernández, donde esperan un encuentro mano a mano.
"No voy a ser candidata a nada", afirmó una Cristina Kirchner visiblemente enojada luego de la sentencia en su contra en la causa Vialidad. Los dirigentes que la siguen no se resignaron y activaron un "operativo clamor" al que, sin embargo, ella misma le bajó el tono: "Ya di lo que tenía que dar" y "Presidenta no" fueron las dos frases que le dejó a la militancia una semana atrás.
Sin embargo, en las últimas horas algunas de las usinas del kirchnerismo volvieron a la carga con una presunta marcha atrás de la vicepresidenta en aquella decisión e hicieron trascender que finalmente será candidata. El suspenso con el que juega la dirigente permite que las versiones corran, aunque sus más allegados envían señales que van en otras direcciones.
El senador Oscar Parrilli, uno de los más cercanos a Cristina Kirchner, afirmó por ejemplo que "nadie va a impedir que haya PASO en el Frente de Todos" como quiere Fernández y hasta mencionó a los potenciales candidatos, pero se cuidó de no incluir a la vicepresidenta. Por su parte, el sector que mueve el "operativo clamor" echa a rodar candidaturas que van de presidenta a gobernadora o senadora.
Elecciones: múltiples fórmulas para Cristina Kirchner, con interna en la Provincia
La posibilidad de una candidatura a gobernadora de la provincia de Buenos Aires para Cristina Kirchner es una novedad y fue la punta de lanza de la campaña que algunos operadores del kirchnerismo buscan instalar mientras persiste la falta de definiciones concretas en la alianza oficialista.
Completan esa alquimia con una eventual candidatura de su hijo, el diputado Máximo Kirchner, a senador nacional por la Provincia, el mismo lugar que hasta hace poco manejaban como posibilidad más firme para la vicepresidenta dentro de su espacio político. El intento por darle vida a esta nueva campaña tuvo un notorio ensayo en Twitter, la red social más política.
Un aspecto notable de esa versión es que empezó a correr un día después de que el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, ratificara su deseo de ir por la reelección porque, según dijo, "es lo natural", y tomara distancia de la candidatura presidencial a la que busca subirlo desde hace meses un sector del peronismo donde talla Máximo Kirchner.
No obstante, Kicillof dejó la puerta entreabierta a cualquier cambio de planes al aclarar que "no es una decisión individual ni una cuestión de aventuras personales" y que su lanzamiento oficial "será en el momento oportuno". Y es que tanto los dirigentes de primera línea como los operadores más laterales saben que, más allá de cualquier posibilidad, la última palabra la tendrá Cristina Kirchner.
Así, procuran no desactivar en ningún momento el "clamor" por una candidatura presidencial. Por las dudas. Algunos incluso se entusiasman con el recuerdo de que en 2011, cuando la entonces presidenta se acercaba al fin de su primer mandato, pronunció la misma frase de la semana pasada en La Plata: "Yo ya di todo lo que tenía que dar". Poco después anunciaba su reelección.
¿Habrá PASO?: gestos y condicionamientos del kirchnerismo
En paralelo algunos de los dirigentes que se mueven más cerca de Cristina Kirchner envían señales de unidad con los distintos sectores de la alianza y de una tregua condicionada con el albertismo. Luego de que el Presidente dejara en claro al renunciar a su reelección el deseo de dirimir la candidatura en una PASO, Parrilli envío una señal favorable.
El senador kirchnerista dijo que nadie se opondrá a esa herramienta aunque aclaró que primer se debe "discutir si el Frente de Todos va a tener un programa único o no", en línea con lo que reclamó días atrás la vicepresidenta: un proyecto económico y político en común, antes de una candidatura.
"Todos los integrantes del Frente de Todos, no solamente del Partido Justicialista sino también los del Frente Renovador y de los movimientos sociales son buenos candidatos", indicó el colaborador de la vicepresidenta al tiempo que mencionó a Sergio Massa, Juan Grabois, Daniel Scioli y Eduardo "Wado" De Pedro. "Yo no descarto a nadie", agregó.
Parrilli obvió a Cristina Kirchner, cuya posible candidatura presidencial cancelaría una PASO en el Frente de Todos, según coinciden en todos los sectores de la alianza. También olvidó nombrar al jefe de Gabinete, Agustín Rossi, que corre por ahora con el respaldo de Fernández para competir.
El albertismo pide cumbre
No obstante, el solo hecho de conceder que podría haber una primaria para definir la candidatura es en sí mismo un gesto hacia el reclamo público de Alberto Fernández, quien está a la espera de una reunión con Cristina Kirchner. Así se vislumbra en el pedido que viene reiterando la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, de inocultable cercanía con el Presidente.
"Primero el Presidente y la vicepresidenta se van a sentar, van a dialogar, luego vienen las candidaturas", sostuvo Tolosa Paz en paralelo a una reunión de gestión (ese fue el motivo oficial) que mantuvo con el jefe del bloque de senadores del Frente de Todos, José Mayans, otro dirigente de diálogo frecuente con Cristina Kirchner.
Ya había dicho poco antes que "la dirección técnica de este partido que se juega el 13 de agosto la tienen Alberto y Cristina y son ellos quienes deben definir cómo arman este equipo y cuáles son las reglas de juego". El pedido del albertismo de un encuentro que ordene la interna ya está sobre la mesa.
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La decisión, finalmente, vuelve a ser de la vicepresidenta. Tanto para una cumbre con Fernández -que incluiría también a Massa- como para confirmar o desechar candidaturas, especialmente la suya, los movimientos de Cristina Kirchner serán lo que defina el futuro electoral del Frente de Todos y el reloj ya está corriendo.