El oficialismo no logra reactivar la Cámara de Diputados: fisuras internas y un duro desacuerdo con la oposición
El oficialismo no logró llevar a cabo la última sesión de la Cámara de Diputados que se preveía para este año y la parálisis legislativa que lleva más de un mes no encuentra solución. La oposición volvió a quitarle el quórum y expuso la debilidad del Frente de Todos, donde también surgen diferencias internas del bloque que complican los planes a futuro.
Desde la pelea a los gritos en el recinto entre diputados de Juntos por el Cambio y del Frente de Todos, enmarcada por el conflicto sobre el Consejo de la Magistratura, la relación entre ambos espacios "se quebró". El oficialismo intenta desde hace semanas recomponer el diálogo pero no lo consigue.
"En Juntos por el Cambio están muy duros", sintetizan fuentes del bloque oficialista, que intentó armar un acuerdo para retomar el temario de proyectos que se frustró el mes pasado, con la creación de nuevas universidades nacionales (algunas propuestas por un sector de la oposición) y, principalmente, la ley para la nueva moratoria previsional.
Todo se frustró con la negativa de la oposición a bajar al recinto. El argumento fue que el oficialismo no consensuó con ellos el temario y convocó a una sesión especial "inconsulta". Sin embargo, también hubo miembros del oficialismo ausentes, algunos por causa de fuerza mayor y otros como el santafesino Roberto Mirabella, por malestar con sus compañeros.
En este contexto, la Cámara de Diputados se encamina a cerrar el año paralizada y postergar todo a febrero, cuando se prevé que el presidente Alberto Fernández convoque a sesiones extraordinarias, aunque la crisis parlamentaria podría extenderse dado que al oficialismo se le complica cada vez más tener las 129 presencias para el quórum sin la oposición.Cámara de Diputados paralizada: una nueva fisura en el oficialismo
En la sesión que se cayó este miércoles, el Frente de Todos llegó a las 124 presencias en el recinto, incluida la del Frente de Izquierda. Allí se advierte que los "faltazos" de Juntos por el Cambio ponen de manifiesto que la debilidad del oficialismo no tiene que ver solo con tener apenas 117 legisladores propios, sino también con sus propias internas.
"El Frente de Todos no está conteniendo a todos sus diputados", deslizó a iProfesional un legislador que forma parte de los "neutrales" de la grieta. En efecto, la bancada oficialista que preside Germán Martínez tuvo varias ausencias, algunas por motivos de salud como fue el caso de Eduardo Fernández pero otras por razones políticas como la de Mirabella
Una fuente del oficialismo confirmó a este medio que el diputado santafesino -hombre del gobernador Omar Perotti- se volvió a su provincia antes de la sesión para no dar quórum, molesto porque no se ponen en agenda los proyectos que reclama ese distrito, como la ampliación de juzgados federales y otro referido a la maquinaria agrícola.
El enojo es tan fuerte que incluso evaluó dar un portazo y abandonar formalmente el bloque, según la fuente consultada. Ese malestar se hace extensivo a la relación entre Perotti y el presidente Alberto Fernández, lo que vuelve más compleja la trama interna del Frente de Todos y amenaza con seguir impactando en el Congreso.
La oposición en pie de guerra: ¿cuál es el desacuerdo que traba a Diputados?
Tanto Martínez como la presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, confiaban en contar con la ayuda del bloque Evolución, línea interna del radicalismo que forma parte de Juntos por el Cambio, para destrabar la situación y volver a sesionar.
La llave eran los proyectos para crear nuevas universidades nacionales, entre los cuales hay dos son propuestas por ese sector de la oposición. Pero no se dio. "Tuvimos un acuerdo político con la oposición para sesionar", afirmó Martínez luego del fracaso con el quórum y, visiblemente molesto, acusó a la oposición de ceder a "presiones" que atribuyó a los medios de comunicación para "que no se sesione".
Fuentes de Evolución negaron a iProfesional haber cerrado un acuerdo con el oficialismo. Sin embargo, reconocieron que el tema les interesa (dado que Evolución tiene dirigentes muy vinculados al ámbito universitario) y que hubo un fuerte debate interno en Juntos por el Cambio. Finalmente, lo que pesó fue la necesidad opositora de mostrar "unidad".
Por otro lado, una fuente de la principal bancada opositora señaló que además estaban en contra del proyecto para establecer una nueva moratoria previsional, el cual podría haber sido convertido en ley. Se evaluó dar quórum para tratar el tema de las universidades y retirarse después, pero finalmente optaron por una postura de mayor alcance.
La definición de Juntos por el Cambio es que el Frente de Todos tendrá que dejar de convocar a sesiones especiales (que se hacen con temario cerrado) y consensuar con ellos una lista de proyectos para volver a sesionar si no logra reunir el quórum por sí solo.
Por esa razón no cedieron ante la decisión del oficialismo de incluir a último momento en el temario los dos proyectos para reformar la Ley de Alquileres. Para la oposición, fue una jugada intempestiva que intentó ponerles una trampa. Lo cierto es que Juntos por el Cambio tampoco tenía a todos sus diputados como para ganar en esa votación.
Futuro incierto y una parálisis que alcanza al Senado
El fracaso de la sesión con la que el oficialismo esperaba cerrar el año fue la confirmación de que la crisis política que vive la Cámara de Diputados puede extenderse y afectar incluso, las sesiones extraordinarias.
Y es que la postura de Juntos por el Cambio condiciona el funcionamiento de la Cámara baja hacia adelante. El Frente de Todos, en tanto, los acusa de buscar deliberadamente que no se pueda sesionar. En ese contexto al día de hoy parece muy difícil que ambos espacios logren un acuerdo, especialmente cuando el año próximo se enfrentarán en las elecciones.
La situación alcanza también al Senado, territorio inexpugnable de Cristina Kirchner donde el oficialismo tiene el número justo para poder sesionar con la ayuda de tres aliados, pero también enfrenta dificultades porque cualquier baja le impide llegar al quórum de 37 si no se sientan los senadores de la oposición.
Como contó iProfesional, el kirchnerismo tenía la intención de sesionar este jueves. Si embargo ese plan se frustró porque tenían un senador con problemas personales y Juntos por el Cambio no les garantizaba el quórum, según una fuente del oficialismo consultada por este medio. "Hasta el año que viene, nada", resumió.
Otras versiones señalan que uno de los motivos que complicó la posibilidad de sesionar fue la Ley de "Alcohol Cero" para conducir. Las provincias vitivinícolas, como Mendoza y San Juan no están tan de acuerdo con esa norma que el Senado tiene pendiente de sanción definitiva. Es otro de los temas que quedará para febrero, siempre y cuando se dé el consenso entre oficialismo y la oposición para poder sacar al Congreso de la parálisis, lo que todavía parece muy difícil.