Interna PRO en EE.UU.: tras la gira de Larreta con los demócratas, Bullrich hace el suya en Miami con los republicanos
Cuando el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, estaba aterrizando en Buenos Aires, proveniente de Washington, luego de tres días de gira, la titular del PRO, Patricia Bullrich estaba en pleno vuelo hacia Coral Gables, Florida, para protagonizar una nueva escala en Estados Unidos. Fue para hacer lo mismo que hizo su mayor contrincante dentro del PRO: sumar respaldo y marco internacional para su precandidatura presidencial.
El alcalde se concentró en la capital norteamericana para dedicar el 90% de su agenda a encontrarse con funcionarios y legisladores del gobernante Partido Demócrata, liderado actualmente por el presidente Joe Biden. El exvice de Barack Obama cierra el año mucho mejor de lo esperado. Su administración afrontó en noviembre los esperados comicios legislativos de medio término. Los pronósticos de las encuestas le auguraban una dura derrota ante los candidatos del Partido Republicano, en un proceso que alimentaba la candidatura anticipada del expresidente Donald Trump para jugar una nueva candidatura en las próximas generales de 2024.
Pero la proyección de los sondeos no se concretó. La "ola roja" republicana no fue tal, los demócratas casi no tuvieron grandes y se diluyó la expectativa trumpista. El dato más doloroso para el magnate vino de la Florida, porque el más fortalecido de los republicanos fue el gobernador Ron DeSantis, uno de los más críticos de Trump. Según un sondeo publicado esta semana por el periódico USA Today, De Santis le lleva 23 puntos de diferencia a Trump cuando miden su intención de voto entre el electorado republicano. Esa foto adelanta los interrogantes sobre el surgimiento un "trumpismo sin Trump" entre republicanos y conservadores.
El proceso que debilita a Trump pero que refuerza a la derecha republicana tiene como epicentro el estado de Florida. Hacia allá fue Bullrich este lunes, para participar del foro "Política y Crimen Organizado", que organizó el Instituto Interamericano para la Democracia, un think tank muy vinculado al Partido Republicano que la recibió para que profundice su perfil público como precandidata presidencial del PRO.
Bullrich, busca seducir a republicanos y en especial a trumpistas
La ex ministra de Seguridad se rodeó de dirigentes republicanos con domicilio en Miami. Fue recibida por el ex alcalde de Miami entre 2009 y 2017: Tomás Regalado de origen cubano y considerado un "duro" de la derecha republicana que reivindica a Trump, aunque ahora se mide ante la era que lidera De Santis. Bullrich no fue la única argentina: también estuvo Mariano Caucino, ex embajador argentino en Israel durante la presidencia de Mauricio Macri e integrante del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), que actualmente conduce el exgobernador mendocino José Octavio Bordón.
Bullrich, al igual que Caucino, agita en los foros internacionales una mirada que le encanta al trumpismo: demoler a los gobiernos de origen popular y sembrar dudas sobre su legitimidad. Para la titular del PRO, la cercanía de la sentencia del Tribunal Oral Federal 2 contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner la puso en otro lugar para los anfitriones republicanos. "Tengo el orgullo de haber sido la primera denunciante junto a Elisa Carrió y luego a otros funcionarios de nuestro gobierno sobre la existencia de una asociación ilícita en la provincia de Santa Cruz, que terminó en la condena de los 6 años -y creo que en la condena más importante que recibió la actual vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, que es no poder presentarse nunca más a ningún cargo público", reivindicó la exminiistra.
"La negación de los hechos ilícitos denunciados se traduce en una clara deslegitimación que vienen haciendo los funcionarios del actual Gobierno, igual que el Grupo de Puebla, que quiere ir a la Argentina a deslegitimar a nuestra Constitución, a nuestro sistema republicano, a nuestra república democrática, al Poder Judicial, y absolutamente a todas las instituciones, para proteger a quien ha sido condenada por un delito de malversación de fondos", lanzó Bullrich en un anticipo de la ofensiva que preparan para el lunes próximo, cuando se reunirá el Grupo de Puebla en Buenos Aires, con la presencia de la vicepresidenta.
El discurso de Bullrich parece pensado para el público trumpista de Miami. En el PRO estiman que la dirigente no viajó solamente a hablar sino también a buscar aportes para su campaña. En la conducción del partido amarillo no hubo señales sobre otras escalas del viaje de Bullrich. Al parecer, solo se concentró en Miami y en el público más duro del partido republicano.
"La mezcla que se genera es tan clara y la deslegitimación del poder judicial es la contracara inmediata del crecimiento del delito, del crimen organizado y de la idea de que el territorio está liberado para todo aquel que sienta que, si las instituciones no son escollos para la vicepresidenta poder atacarlos, tampoco son escollos para que los ataque el narcotráfico", arengó Bullrich y luego agitó sus planes para que las fuerzas armadas puedan intervenir en cuestiones de seguridad interior. "La mejor forma de atacar al narcotráfico es en equipo, en conjunto con los países vecinos y a futuro quisiéramos lograr que nuestras fuerzas de seguridad y nuestras fuerzas federales puedan trabajar en conjunto para tener una mirada que vaya más allá de nuestras propias fronteras", dijo.
Rodríguez Larreta estuvo hasta el sábado en Estados Unidos. Fue recibido por parte de los funcionarios de la administración Biden e incluso entró a la Casa Blanca para ser recibido por Juan González, director para América Latina del Consejo de Seguridad Nacional. En medio del road show, el alcalde se encontró con un sólo repubicano: el senador Bill Cassidy, uno de los que no cree que el magnate sea candidato republicano en 2024.