El nombre que empieza a sonar fuerte en el peronismo tras el renunciamiento de Cristina Kirchner
Lo dijo. Nadie lo esperaba, pero lo dijo. Cristina Kirchner habló por su canal de youtube luego de la sentencia condenatoria en la causa vialidad, algo así como una hora y cuarto. La primera hora la usó para brindar detalles del affaire de Lago Escondido, y los últimos 15 minutos, perdió el control, lloró, gritó, golpeó la mesa primero con una mano y luego con la otra reiteradamente, y proclamó que en 2023 no sería candidata a nada.
Y el peronismo se tambaleó. Dentro de él, el kirchnerismo miró absorto como su única carta viable de mantener una porción de poder, se desvanecía. El impacto fue duro, muy duro. La persona que en sus peores momentos mantiene un caudal electoral que ronda el 25% de las voluntades, ya no estará para garantizar un piso que siempre se acerca a la victoria.
El impacto fue duro, incluso para los que no la quieren. La ventaja electoral que significa el apellido Kirchner en una boleta, para la candidatura que sea, nadie la subestima.
"Y si, estamos en problemas, incluso los que no la queremos, sabemos que da un plus que los demás no tenemos. Va a ponerse cuesta arriba el 2023", dice una fuente del peronismo más tradicional.
Sin Cristina, comenzó la búsqueda de un candidato kirchnerista: ¿Kicillof?
La exploración en la búsqueda de un candidato y el fracaso del operativo clamor, ya empezó a rondar sobre las cabezas de algunos, que rehuyen cualquier posibilidad de alejarse de su pago chico. Por ejemplo, Axel Kicillof, quien se sentía seguro parapetado en la provincia de Buenos Aires, ahora empieza a tener otras presiones.
"Ellos hablan de Wado (Eduardo de Pedro, ministro del Interior), pero saben que no tiene votos, Cristina no puede transferirlos sin estar, por eso fue en la fórmula con Alberto (Fernández), es perfectamente consciente que en política no se transfieren los votos, así que hay que buscar un candidato que tenga sus propios votos, hoy Axel ya los tiene", dice un pope del peronismo.
En el entorno del gobernador bonaerense agradecen la confianza, pero aclaran que el economista de Parque Chas no quiere saber nada. "Paren un poco, ni siquiera saben si lo de Cristina es definitivo, nosotros podemos garantizar nada menos que la Provincia, Axel tiene enormes posibilidades de reelegir acá. Y va ser fundamental, si se pierde la nacional, no entregar también la Provincia, déjense de joder", dice una fuente estrechamente cercana al gobernador.
Es cierto, los números le dan. La oposición no encuentra un contendiente de fuste y eso incrementa sus chances. Y es falso también lo que argumentan algunos camporistas, que en la provincia "nos sobran candidatos". No al menos con las posibilidades de Kicillof, hay que trabajar mucho, instalar la sucesión y ponerle mucho ahínco al interior de la Provincia, porque más allá del conurbano, si la oposición levanta un poco los votos en el segundo cordón, la cosa empieza a decidirse en las ciudades importantes del interior del distrito.
¿Hay otros nombres o comienza el operativo clamor?
"Hay que tranquilizarse, esperar que baje la espuma de las declaraciones de Cristina, incentivar el operativo clamor y ver que pasa. Hay otros gobernadores también, que arriesgan mucho menos y se la pueden jugar. Yo creo que Coqui (Jorge Capitanich, gobernador del Chaco), podría ser", dice cerca de Axel, otra fuente que prefería no involucrarse en la pelea nacional.
La idea de Capitanich candidato tampoco está mal vista por La Cámpora. Siempre fue leal, indican, y podría representar la idea. "Le creemos mucho más de lo que nunca le creímos a Alberto", dice un diputado kirchnerista acérrimo.
De tal modo, si la Jefa mantiene su postura y Kicillof consigue resistir con aguante, posiblemente la responsabilidad vaya a recaer sobre el Coqui, que la tomaría gustoso.
"Bueno, seguramente sea un buen paso. No se si puede ganar, pero en principio, si le ganaríamos una primaria a Alberto, queremos que se postule y ganarle. Después, aunque la nacional se pierda, porque el peronismo no tiene muchas chances después de este gobierno horrible, quedamos bien parados, posicionados para la próxima, le damos pelea a la centralidad que propone (Sergio) Massa", dice un chaqueño reputado.
Los deseos de Capitanich
Por ahí viene la cosa. Capitanich quiere ser, incluso, si Cristina era la candidata, Coqui quería ser su vice. Pero ahora va por el espacio libre. Apuesta a lo que muchos creen y él mismo deja trascender: Massa no se la va a jugar en este turno y la disputa será con el actual presidente. Ganarle puede no ser tan complicado y luego de cuatro años de gobierno de la actual oposición, el que dió pelea en el mal momento, podría ser un buen candidato si hizo una elección decorosa.
"Sergio, aunque su gestión en Economía sea razonable y nos lleve hasta diciembre de 2023 sin volar por los aires, en 4 años sin un cargo en el que mostrarse, va a estar desdibujado, en ese momento Coqui puede ser presidente, si no llega en esta vuelta", opina un analista justicialista.
Todo está por verse, por cierto. Lo dicho por Cristina en un ataque de ira, puede modificarse en un par de meses. Pero hay algo claro: La Cámpora la tomó en serio y empezó a buscar candidatos. Kicillof no quiere y va a resistirse todo lo que pueda. Capitanich ama la idea, y De Pedro no mide, ni va a medir. "Chaco puede", decía un viejo slogan publicitario.