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¿Massa 2023 o 2027?: las nuevas tensiones en el Gobierno que ponen suspenso sobre su futuro

El ministro lleva su agenda al margen de las disputas internas y pone distancia del armado electoral. Un reordenamiento en el oficialismo suma incógnitas
12/10/2022 - 18:00hs
¿Massa 2023 o 2027?: las nuevas tensiones en el Gobierno que ponen suspenso sobre su futuro

Cuando llegó al Ministerio de Economía, Sergio Massa recibió un respaldo tan importante por parte del peronismo que inevitablemente quedó anotado como eventual candidato presidencial de un oficialismo fracturado y en crisis, pero con el correr de la gestión esa hipótesis entró en duda. Además de lo que el propio funcionario intenta mostrar, la inflación y el realineamiento interno que está en marcha en el Frente de Todos empiezan a marcarle un límite.

Massa se mantuvo indiferente a la designación de las nuevas ministras que eligió en soledad el presidente Alberto Fernández para Trabajo (Kelly Olmos) y Desarrollo Social (Victoria Tolosa Paz) a pesar de ser áreas muy vinculadas a la suya. En cambio, se mostró enfocado en la agenda exclusiva de Economía: el nuevo "dólar Qatar" para ajustar más el cepo cambiario y el viaje a Estados Unidos para reunirse con el FMI.

Esa postura, en apariencia alejada de las internas políticas, sigue la línea de conducta que se marcó a sí mismo y a su equipo cuando asumió el Ministerio: mostrar que su gestión, iniciada en la crisis cambiaria e inflacionaria que desató la renuncia de Martín Guzmán bajo el "fuego amigo" del kirchnerismo, no está atada a sus aspiraciones políticas ni a la inminencia de las elecciones.

Con ese fin cambió su estrategia de comunicación -todo se maneja con más reserva y muy ceñido a información oficial- y envió señales de renunciamiento: "Siento que estoy dando las últimas pisadas en mi vida política", expresó Massa ante los diputados nacionales cuando presentó el Presupuesto 2023.

En la oposición no le creyeron. Suponen que intenta con su gestión evitar males mayores para llegar a las elecciones y ahí evaluar. Sin embargo, en el entorno del ministro de Economía aseguraron a iProfesional que "no tiene aspiraciones electorales" inmediatas. Y más allá de la estrategia de comunicación, el contexto político contribuye a poner dudas sobre su camino para 2023.

¿Massa 2023 o 2027?: hipótesis vieja, escenario nuevo

La posibilidad de que el tercer socio del Frente de Todos deje pasar un turno electoral y aspire a volver a la pelea política grande en 2027 no es nueva, dado que el massismo la dejó trascender durante los primeros días de su gestión en julio pasado. Por estos días, no lo repiten, aunque insisten en que Massa no está buscando una candidatura.

Massa intenta mostrar una gestión al margen de la lucha política y toma distancia del armado electoral 

Tiene lógica si se observa que la dinámica de la inflación y del frente cambiario están todavía lejos de dar señales de mejora. Ambos temas son la obsesión de Massa de aquí a 2023, remarcan en su espacio político. Pero hasta ahora solo logró mostrar algún avance en el segundo ítem, gracias a créditos de organismos y un desembolso del FMI por la aprobación de las metas acordadas.

De hecho, este miércoles Massa confirmó que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó un "desembolso de u$s700 millones, que van a ingresar en las próximas 48 horas en las reservas". El organismo oficializó el préstamo e indicó que es para que el país cubra el "financiamiento de corto plazo y proteja el gasto social a grupos vulnerables y en infraestructura".

Sin embargo, la inflación es la amenaza más directa para cualquier especulación electoral que surja del frente oficialista. El INDEC publicará el índice de precios de septiembre el viernes y Massa lo seguirá desde Washington, mientras asiste a las sesiones del FMI y del Banco Mundial. Según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central, estará apenas por debajo del 7% en el mejor de los casos, y dará una señal de estabilización en valores altísimos.

El programado aumento de tarifas presiona sobre la evolución de los precios al consumidor y el recargo para los consumos con tarjeta en moneda extranjera, llamado mediáticamente "dólar Qatar", amenaza con disparar nuevamente el "dólar blue" (esté miércoles trepó $8) por la brecha con el nuevo tipo de cambio más caro, lo que agregaría más incertidumbre sobre la inflación.

Esta situación le impide a Massa pensar en las elecciones 2023 para sí mismo, a pesar de que en el Presupuesto 2023 proyectó una baja sensible de la inflación que hasta ahora nadie cree realista. En todo caso, su gestión apunta más contener la crisis para que el resto del peronismo y en especial el kirchnerismo, como accionista mayoritario, tenga alguna luz de esperanza en 2023.

Para ello, el objetivo de evitar a toda costa una devaluación abrupta del tipo de cambio oficial -que inevitablemente empeoraría el escenario social- se mantiene inamovible y para ser central, algo así como el "mal menor" para un peronismo que espera retener en 2023 ya no la Presidencia sino al menos las provincias que hoy gobierna, principalmente la de Buenos Aires, a donde enfoca Cristina Kirchner.

La inflación complica cualquier plan electoral del ministro de Economía, pese a la expectativa inicial 

¿Cómo se acomodará Massa ante el reordenamiento del oficialismo?

Las aspiraciones del peronismo y el interés del kirchnerismo en retener su base electoral en 2023 empezaron a generar nuevas tensiones en el Gobierno y un reposicionamiento de los distintos sectores del Frente de Todos que también ponen suspenso sobre el futuro político de Massa.

El movimiento empezará a reflejarse el 17 de octubre, fecha fundacional del peronismo para la cual hay programados múltiples actos que encontrarán a los distintos sectores del oficialismo separados y Alberto Fernández y Cristina Kirchner posiblemente ausentes.

La Cámpora y el PJ bonaerense, ambos encabezados por Máximo Kirchner, marchará a Plaza de Mayo junto a la CTA de Hugo Yasky y a la corriente sindical de Pablo Moyano. La CGT tendrá su propio encuentro en Obras Sanitarias y las agrupaciones sociales encabezadas por el Movimiento Evita harán su acto en el estadio de Deportivo Laferrere, La Matanza.

Se observa allí un acercamiento del kirchnerismo al sindicalismo combativo de Moyano, que ya empezó a elevar el tono en la pelea por el salario y la recomposición del poder adquisitivo que se devora la inflación; por otro lado los movimientos sociales que apoyan a Alberto Fernández y por el otro la CGT, que acaba de darle una fría bienvenida a la nueva ministra de Trabajo.

Distintas fuentes del peronismo coincidieron ante este medio en expresar dudas sobre cómo podría acomodarse Massa en este nuevo escenario que ofrece el peronismo. Si bien el ministro mantiene buena relación con todos esos sectores, un armado electoral para 2023 en ese contexto asoma muy complicado, sobre todo si se derogan las PASO como pretende buena parte del PJ y si la economía que le toca gestionar no da señales fuertes de mejora para marzo o abril.

El factor Alberto Fernández

Un sector del Gobierno dejó trascender que el Presidente tomó la decisión de nombrar a Olmos, Tolosa Paz y Ayelén Mazzina (Mujeres, Géneros y Diversidad) sin consultar a sus socios políticos. Si bien con Cristina Kirchner no tiene contacto, las distintas versiones indican que tampoco pidió la opinión de Massa.

La Cámpora se acerca al sindicalismo combativo y hay realineamientos en el oficialismo que dejan a Massa a la espera 

Si bien el ministro de Economía se mantuvo al margen, el referente de La Cámpora, Andrés "Cuervo" Larroque, salió rápidamente a manifestar que "no es bueno que haya trascendido que no todo el Frente ha sido consultado a la hora de tomar esas determinaciones". Blanqueó así lo que minutos antes se había hablado en la reunión del PJ bonaerense.

Los cambios en el Gabinete (forzados por la salida de Elizabeth Gómez Alcorta que apuró el alejamiento de Juan Zabaleta y de Claudio Moroni) dejaron ver así nuevas tensiones en el seno del oficialismo. Alberto Fernández dio una señal de no estar dispuesto a ver más recortado su poder dentro del Gobierno.

El movimiento del mandatario desorientó a varios dentro de la alianza oficialista y activó especulaciones sobre sus planes para 2023. Si bien nadie en el oficialismo cree hoy que tenga margen para pelear por la reelección, una decisión en ese sentido podría generar una fuerte disputa con el kirchnerismo.

Hasta ahora, Massa hizo de puente varias veces entre Fernández y Cristina Kirchner. Pero sus movimientos de los últimos días no indican que esté dispuesto a volver a serlo.   

La campaña electoral está a la vuelta de la esquina. Las negociaciones empezarán a tomar forma después del Mundial de Fútbol y tras un breve impasse por las fiestas de fin de año. Tras ello, empezará a develarse si Massa puede o quiere lanzarse o esperará a 2023, entre las otras muchas definiciones clave que hay por delante, especialmente por parte del Presidente y la vicepresidenta.