Los hoteles de Cristina en el sur: cómo está cada uno, cuales están abiertos y los abandonados o en desuso
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El reciente fin de semana extra large, como gusta denominar a los operadores turísticos a las jornadas de cuatro días no laborables, atrajo una gran cantidad de personas a la localidad turística de El Calafate en la provincia de Santa Cruz. Turistas atraídos por el Glaciar Perito Moreno pero, también, por actividades deportivas como el séptimo rally de los Glaciares o la tercera fecha del campeonato Fueguino o las atracciones en el Campo de Doma, aseguraron una buena cantidad de turistas que podrían haber disfrutado de los servicios hoteleros de la familia de la Vicepresidenta de la Nación, si éstos se encontraran operativos.
Por lo demás, la propia residencia de Cristina Kirchner en El Calafate representa una atracción turística del lugar por el que pasan casi todos los visitantes para sacarse una foto frente a la fachada o esperar la presencia de la ex Presidente para saludarla.
De hecho, este fin de semana, Cristina volvió a su hogar en el sur del país, pero lo hizo con una fuerte custodia que se ha desplegado en los alrededores de la zona de El Calafate donde habita, para evitar un posible nuevo atentado contra su vida como el que sufrió en el barrio de La Recoleta en la Ciudad de Buenos Aires.
Durante su estadía en El Calafate, donde aprovechó para repasar los recientes acontecimientos políticos, habrá tomado nota de la gran cantidad de turistas que sus sociedades hoteleras está desperdiciando cuando se acerca el comienzo de una nueva temporada estival y, seguramente, dos de sus hoteles continuarán sin recibir huéspedes.
Cuál es el estado actual de los establecimientos hoteleros
Pero, para comprender el estado actual de los establecimientos hoteleros, hay que contextualizarlos en el marco de dos causas judiciales que se libran en la Justicia federal y que en el mes de noviembre próximo brindarán novedades.
El pasado 4 de octubre la sala I de la Cámara Federal de Casación Penal realizó la audiencia ordenatoria para comenzar a analizar los casos Hotesur y Los Sauces, el nombre de las dos empresas investigadas por lavado de dinero y que involucra tanto a Cristina Fernández como a sus hijos Máximo y Florencia Kirchner y a otros 13 imputados, y decidir si enfrentarán un juicio oral por ese delito.
Previamente, el tribunal oral Nª5 que debió llevarlo adelante, sobreseyó a los 16 imputados pero sin realizar el debate judicial. Esta irregular cuestión es la que está recurrida por la fiscalía y los jueces de Casación Penal, Daniel Petrone, Diego Barroetaveña y Ana María Figueroa, deberán tomar una decisión luego del 22 de noviembre tras escuchar los argumentos del representante público y de la defensa.
Cuatro hoteles de lujo que sobreviven como pueden
Ahora bien, más allá del derrotero judicial de la Vicepresidenta y su entorno más cercano, hay cuatro hoteles de primer nivel que recibieron inversiones millonarias para su construcción que sobreviven como pueden. De hecho, dos de ellos permanecen cerrados.
Los Sauces-Casa Patagónica de El Calafate y La Aldea, ubicada en la localidad de El Chaltén, provincia de Santa Cruz, permanecen cerrados desde antes de la pandemia de Covid-19, con deudas millonarias calificadas como irrecuperables por el Banco Central y con pocas posibilidades de volver a estar operativos en el corto plazo.
Los otros dos emprendimientos ubicados en El Calafate, Las Dunas y El Alto Calafate, están abiertos, el primero se encuentra alquilado a una corporación de inversionistas chilenos y el segundo continúa trabajando y ofreciendo sus servicios a los principales operadores turísticos pero con sus directivos observando la marcha de las acusaciones judiciales.
Se trataron de inversiones millonarias con posibilidad de retorno por el atractivo turístico de los lugares donde fueron emplazados. Los ex interventores judiciales valuaron a tres de los hoteles en 33 millones de dólares. 9 millones del Alto Calafate, 15 millones de Los Sauces y otros 9 millones para Las Dunas.
La intervención de la Justicia
Esta intervención judicial llegó a su fin en abril de 2021, cuando los jueces del Tribunal Oral Federal 5, Adrián Grunberg y Daniel Obligado, decidieron devolverle a Cristina Fernández el control de la administración de las sociedades Hotesur, Los Sauces y el condominio de Máximo y Florencia Kirchner.
Si bien el fallo prohibió cambiar la composición accionaria y previó la inhibición general de los bienes, medida que busca impedir a la sociedad responsable de los hoteles, vender o gravar, en el sentido de hipotecar una propiedad, ante el reclamo de un acreedor, los hoteles Alto Calafate y Las Dunas continúan trabajando en medio de numerosas polémicas.
El hotel Alto Calafate tiene el mirador más interesante para los turistas porque se encuentra ubicado en el antiguo portal de entrada a la ciudad y se halla en un punto panorámico que domina toda la localidad.
Propiedad de la firma Hotesur S.A. fue alquilado por la firma Idea S.A. de Osvaldo Sanfelice, asesor inmobiliario y supuesto testaferro del extinto presidente Néstor Kirchner, que logró mantener las puertas abiertas del hotel desde el año 2014, cuando la diputada Margarita Stolbizer presentó la denuncia que dio lugar a la causa por irregularidades patrimoniales de Cristina Kirchner, un día después que el programa televisivo, Periodismo para Todos conducido por el periodista Jorge Lanata, investigara la operatoria de integrantes de la familia Kirchner con diversos empresarios a partir de la hipótesis de la acusación que señalaba que alquilaban las habitaciones de los hoteles sin ocuparlos para lavar dinero proveniente de sobreprecios cobrados por obras públicas sin realizar.
El Alto Calafate no estuvo exento de las medidas de cuarentena y aislamiento que afectaron de una manera brutal al sector hotelero pero, a partir de fines de 2020, volvió a operar de una manera relativamente normal a como lo venía haciendo antes de la pandemia.
En la actualidad el hotel de cuatro estrellas ofrece sus servicios en la página de Despegar y promociona una habitación con vista al Lago Argentino, con acceso al spa y a las dos piscinas interiores, a un precio de 24.550 $, impuestos incluidos.
El complejo hotelero Las Dunas cuenta con 47 habitaciones entre dobles y triples, cerca de 100 plazas, con vista al Lago Argentino, es administrado por el Grupo Lariza de capitales chilenos. Su titular, Roberto Lara, había confirmado su interés en continuar operando en la Patagonia argentina a pesar de los perjuicios financieros ocasionados por las cuarentenas decretadas a lo largo del 2020.
Lariza acordó con la administración judicial un canon de locación de 9.000 dólares mensuales más impuestos hasta el 30 de noviembre del presente año pero, superada la intervención de la Justicia, debió renegociar pasivos adeudados con la familia Kirchner por un monto de 3.287 dólares más IVA a pagar desde enero de 2021 durante 23 meses posteriores.
La familia Kirchner y su historia en Las Dunas
La historia de los Kirchner en Las Dunas comenzó en el año 2008 cuando Néstor compró, en ese momento, una sencilla hostería de 15 habitaciones asentada en un predio de 1,6 hectáreas en el margen del Lago Argentino.
Luego de cuadruplicar su capacidad y construir en altura, Néstor Kirchner, le dio a Lázaro Báez el gerenciamiento del complejo hotelero a través de la empresa Valle Mitre.
De la hostería original sólo quedó la decoración del lobby de tono campestre con tapices y adornos diseñados en hierro. Los operadores turísticos que ofrecen El Calafate suelen incluir a Las Dunas, hotel de 4 estrellas, entre sus ofertas de alojamiento.
La Aldea
Distinta es la situación a 235 km de El Calafate en la localidad de El Chaltén donde al ingresar al pueblo de montaña, el turista se topa con un edificio en estado de abandono. Se trata de La Aldea, el hotel que había comenzado a reconstruirse en el año 2016, pero que sufrió los vaivenes de las causas judiciales y el golpe de knock out por la pandemia de coronavirus.
Un cartel advierte que el hotel de la familia Kirchner se encuentra cerrado permanentemente mientras que una inmobiliaria de la localidad continúa intentando hallar un concesionario.
Pero, quien o quienes se animen a gestionarlo, deberán reconstruir gran parte del hotel cuyo costo se abonaría con una reducción del canon mensual a pagar durante un tiempo a determinar.
De regreso al Calafate, la situación del complejo hotelero Los Sauces, parece ser la más compleja.
La vida se empeña en imitar al relato
Al igual que la interpretación bíblica de José del sueño del faraón, que relató haber sido testigo de cómo siete vacas feas y flacas devoraban siete vacas gordas y hermosas, lo que llevó al patriarca de las tribus de Israel, a predecir siete años de abundancia seguidos de siete años de hambruna, el hotel Los Sauces dio beneficios por cerca de 8 millones de dólares durante siete años pero permanece inactivo desde hace seis y sólo acumula cuentas a pagar.
En los siete años anteriores a 2016, los Relats, la familia que administraba el complejo, les produjeron beneficios a los Kirchner por sumas cercanas a los 8 millones de dólares pero en 2016 se presentaron ante el fallecido juez federal, Claudio Bonadio para redactar un inventario completo y retirarse del lugar.
Fue designado un interventor judicial hasta que el Tribunal Oral Federal 5 devolvió a Cristina Kirchner la administración de Los Sauces y se especula, en la actualidad, con un posible entendimiento con el grupo chileno Lariza, que ya opera Las Dunas, y que estaría interesado por tratarse de un complejo destinado a un público de alto poder adquisitivo.
Ahora bien, la negociación con los empresarios chilenos se da en un contexto de extrema fragilidad financiera para la empresa Hotesur que ha sido calificada con una de las peores categorías en la central de deudores del Banco Central, irrecuperable.
Transcurridos diez meses continuos de deudas, parte del período durante el cual la familia Kirchner ya posee el control de la empresa con un nuevo directorio nombrado, el Central aplica estas categorías de manera automática según la información de las sociedades financieras.
Irrecuperable fue el veredicto en la central de deudores y puede transformarse en una condición permanente si las causas judiciales de Cristina Fernández continúan agravándose.