Grieta y discursos violentos: qué dicen las encuestas que miran los políticos
Pese a que desde ambos lados de la grieta política se intentó imponer un discurso propio acerca del atentado que sufrió la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, el electorado parece inclinarse por terminar con los discursos violentos y de división en la Argentina.
Una encuesta llevada a cabo por la consultora Zuban Córdoba y Asociados luego del intento de asesinato de la funcionaria, indica que la población está escéptica de que la Justicia pueda resolver el caso, y si bien quienes se consideran opositores son los que más desconfían de lo ocurrido, también favorecen un acuerdo político.
La consulta se llevó a cabo entre el 5 y el 7 de septiembre, a 1.200 personas mayores de 16 años de los principales conglomerados urbanos del país.
Mostró además una tendencia que se mantiene: la desaprobación de la gestión nacional sigue alta, en tanto que crece a paso sostenido el apoyo a los partidos libertarios de derecha.
Desconfianza en la Justicia
El debate sobre si lo que registra una cámara es la realidad objetiva, con o sin mediación, es uno que excede los límites del tiempo.
Los consultores de Zuban Córdoba aseguran que la historia política argentina se recuerda en imágenes, que van desde el Funeral de Evita, pasando por la guerra de Malvinas, hasta el discurso de Raúl Alfonsín con el regreso de la democracia, y nuevamente un funeral con Néstor Kirchner y su viuda -y entonces Presidenta de la Nación- Cristina Kirchner, al lado de su féretro.
Se sumó en los últimos días la inolvidable imagen, captada desde distintos ángulos y difundida en todas las plataformas existentes en cuestión de minutos: la de un arma apuntando a centímetros de la cabeza de la actual vicepresidenta de la Nación.
"Esos pequeños instantes filmados por muchos celulares van a permanecer en la historia. Nadie podría cuestionar esa realidad. Lo discutible son las causales y efectos sociales y políticos de ese evento y como percibió la sociedad argentina a este atentado fallido", reflexionan en Zuban Córdoba.
Su última encuesta es prueba del escepticismo que aún abunda, no sobre si el hecho ocurrió –eso está claro- sino sobre sus orígenes y sobre la posibilidad de su esclarecimiento.
Un 93% de los consultados aseguró estar informado sobre lo sucedido. "Pocos eventos en nuestra historia reciente logran ese nivel de conocimiento público", reflexionan los analistas.
El 55% cree que el atacante fue parte de una organización o conspiración. Solo un 15% adhiere a la tesis del "loco suelto" que actuó por su cuenta, y esto fue antes de que se descubriera que hubo intentos anteriores de atacar a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Sin embargo, un 71% de los consultados no tiene confianza en que la justicia vaya a esclarecer lo sucedido. "Las distintas desprolijidades que surgieron al respecto de la investigación, como el formateo del celular del atacante, sin dudas contribuyen y alimentan esta desconfianza", concluyeron los encuestadores.
Una oportunidad desperdiciada
"Lo que en las primeras horas parecía ser una oportunidad de unir a nuestra clase política y generar nuevos acuerdos democráticos, rápidamente se transformó en otro hecho diluido por la polarización", reflexionan decepcionados en Zuban Córdoba sobre lo ocurrido tras el atentado, las expresiones de los principales referentes políticos, y hasta la famosa "misa por la paz" que realizó el oficialismo en la última semana.
En lugar de intentar que este fuera un momento bisagra para la política, "todos los sectores se refugiaron en sus núcleos duros", apuntan.
Lo mismo ocurre en el electorado. Los votantes del Frente de Todos (FdT) dijeron que ven en el oficialismo más madurez; y lo mismo piensan sus votantes de Juntos por el Cambio (JxC)
Pero cuando se le pregunta a la opinión pública que sector influye positivamente para neutralizar y disminuir los discursos de odio, la primera opción en aparecer es "ninguno" con un 32%. Le siguen JxC (24%) y el Fdt (20,1%), así como los libertarios (10%).
Cuál podría ser una "nueva política"
Si hay un hartazgo de la grieta política y si la mayoría está desencantada de cómo los principales referentes y espacios se comportan ante hechos relevantes como el intento de magnicidio, ¿cómo debería ser una nueva política que deje de lado ese esquema de división tajante?
Un 71% de los consultados de Zuban Córdoba dice que tanto el oficialismo como la oposición deberían moderarse luego del atentado. Un porcentaje prácticamente idéntico afirma que se debería firmar un acuerdo de convivencia democrática. Un 42,6% se mostró "muy de acuerdo" con esto último; un 29% "algo de acuerdo"; un 6,7% "algo en desacuerdo" y el 15% "muy en desacuerdo".
Un 59,7% está muy de acuerdo con que se bajen los niveles de violencia del debate público en la Argentina, y a ellos se suma otro 22,4% algo de acuerdo con esa necesidad. Solo un 8,6% se mostró muy en desacuerdo con nivelar esa discusión.
Al ser consultados por los responsables de difundir el discurso de odio, la mayoría (36,6%) se inclinó por el gobierno nacional, seguido de los medios de comunicación y los periodistas (24,2%) y Juntos por el Cambio (12,5%). El resto culpa a las redes sociales y otras fuentes.
"La polarización, aunque exacerbada y agresiva, no elimina el carácter democrático de la sociedad argentina. Ese es un límite que aún no cruzamos, aunque no debemos dejar de alertar que el debilitamiento del debate político y el debilitamiento de la conversación publica ponen en serio riesgo esta democracia que con tanto dolor y esfuerzo cívico supimos conseguir", se lee en el reporte.
¿Por qué crece Milei?
Sería lógico pensar que el hartazgo con la grieta derive en el apoyo a una tercera fuerza que venga a romper la dicotomía de la política argentina. Sin embargo, la que crece en este contexto no es la expresión más dialoguista y menos belicosa del espectro político precisamente.
Mientras la desaprobación de la gestión nacional sigue en niveles altos (69,2% en septiembre) y parece estancarse en torno a siete de cada 10 argentinos, el espacio que crece es el de los libertarios, liderado por el economista y legislador, Javier Milei.
Más aún, con un 45% de imagen positiva y un 46,8% de detractores, Milei se posiciona tercero en intención de voto a nivel nacional, detrás de dos candidatos de JxC como Patricia Bullrich (46,4% vs. 50,2%) y Horacio Rodríguez Larreta (45,6% vs. 48,5%)
"Luego que registráramos un explosivo crecimiento de su imagen negativa, hoy estamos viendo una recomposición de su imagen pública, recuperando valores previos", dicen en la consultora sobre el candidato que hoy concentra cerca del 24% de intención de voto, cerca del 26% que logra el oficialismo.
Tan solo en junio, los partidos libertarios tocaron un piso reciente del 16,4% de aprobación.