Ensayo electoral y encuesta: el dato que preocupa al Gobierno y obliga a JxC a ordenarse para la interna
Las elecciones de Marcos Juárez fueron un ensayo a pequeña escala para Juntos por el Cambio de cara a los comicios nacionales de 2023 y un botón de muestra para el Gobierno respecto del escenario político desfavorable que enfrenta el peronismo en sus distintas variantes, lo que se vio reflejado también en una reciente encuesta donde todas las figuras opositoras aparecen como favoritas y los libertarios se acercan peligrosamente al Frente de Todos.
La ciudad cordobesa de Marcos Juárez el dio un triunfo contundente a Juntos por el Cambio al elegir con el 55,1% de los votos a Sara Majorel como nueva intendenta, seguida de lejos por Verónica Crescente, la candidata del gobernador Juan Schiaretti, con el 38,4%, en una contienda sin presencia del Frente de Todos.
Si bien por ser un distrito pequeño y gobernado por Juntos por el Cambio la compulsa no tuvo la importancia a nivel nacional que los referentes opositores le dieron, fue un anticipo y una primera muestra de que el clima pre electoral es adverso para el peronismo incluso en sus vertientes más alejadas del Gobierno nacional, como es el caso de Schiaretti.
Esa es la evaluación que hicieron en la alianza opositora en las horas posteriores a los comicios, según supo iProfesional de fuentes del espacio. Pero entienden que ese mismo escenario los obliga de aquí a 2023 a bajar las tensiones internas y ordenar la pulseada por las candidaturas, especialmente dentro del PRO pero también con la UCR.
La celebración conjunta del triunfo es una foto, pero la película de la interna continúa, con Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich, Mauricio Macri y el radical Facundo Manes como protagonistas. En la oposición preocupa evitar que la disputa desacelere el envión que le dio Marcos Juárez y que le muestran las encuestas.
Encuesta: un dato preocupante para el Gobierno
El Gobierno no tuvo candidatos propios en Marcos Juárez así como tampoco tiene esperanzas de lograr cualquier buen resultado en la provincia de Córdoba, donde el anti kirchnerismo es casi una marca desde hace años, pero tomaron nota de la distancia que la oposición le sacó al peronismo de Schiaretti, que busca asegurar su sucesión en 2023 frente al crecimiento de Juntos por el Cambio.
Una reciente encuesta de la consultora Zuban Córdoba y Asociados indicó que si las elecciones fueran hoy, el 33,5% votaría por Juntos por el Cambio mientras que el 25,9% lo haría por el Frente de Todos. Un dato llamativo es que el 24,6% se inclina por "partidos liberales/libertarios" como los de Javier Milei y José Luis Espert. Muy cerca.
El estudio, realizado sobre 1.200 casos en conglomerados urbanos de todo el país entre el 5 y el 7 de septiembre, arrojó un 13,5% de indecisos. Es un margen importante de crecimiento para cualquier espacio, pero el Frente de Todos sufre otros dos contratiempos: la alta desaprobación de la gestión y mala imagen de sus principales referentes.
Según este sondeo, el nivel de aprobación del Gobierno es del 29,3% y la desaprobación del 69,2%. En tanto, el presidente Alberto Fernández tiene una imagen negativa del 71,6% y una positiva de apenas el 27,8%.
El atentado contra la vicepresidenta Cristina Kirchner no modificó la percepción sobre ella como figura política, según el sondeo. La dirigente, que hoy alinea a casi todo el peronismo detrás suyo, tiene un 36,3% de imagen positiva contra 63,4% de negativa.
El tercer socio del Frente de Todos y ministro de Economía, Sergio Massa, tiene por su parte un 29% de imagen positiva y un 66,4% de negativa en el estudio realizado por Zuban Córdoba. Ningún otro dirigente del oficialismo supera el guarismo de la vicepresidenta pero todos son inferiores a los de los dirigentes de Juntos por el Cambio.
Mientras Bullrich encabezó el sondeo con un 46,4% de imagen positiva y un 50,2% de negativa, Rodríguez Larreta mostró un 45,6% a favor y un 48,5% en contra. Le siguió el libertario Milei con 45% de positiva y 46,8% de negativa.
Más atrás, pero también por arriba de las figuras del oficialismo, Manes se anotó con un 42,8% de imagen favorable y un 35,1% desfavorable, mientras que Macri apareció con 37% de imagen positiva y 61,4% negativa. De acuerdo a este estudio, el ex presidente se mueve en un rango muy similar al de la vicepresidenta pero por arriba del actual mandatario.
Juntos por el Cambio, obligado a ordenar la interna
En este contexto, Juntos por el Cambio emerge como principal alternativa para 2023 pero se ve obligado a encarrilar la dura interna que se da en el PRO y al mismo tiempo la disputa con la UCR. Un dato llamativo fue que luego del triunfo de la macrista Majorel en Marcos Juárez celebraran los tres referentes nacionales del PRO y también el líder de la UCR, Gerardo Morales, pero no Manes, principal aspirante del radicalismo con públicas diferencias con el partido amarillo.
Dentro del PRO la interna está también lejos de ser resuelta. Macri se encamina a presentar su segundo libro y tanto Rodríguez Larreta como Bullrich temen que sirva como una plataforma para que el ex presidente los relegue en la carrera o bien gane fuerza para marcarles la hoja de ruta.
En tanto, el Gobierno encara un escenario político muy desfavorable en el que se juega todo a la difícil misión que le encargaron a Massa: acomodar la macroeconomía para llegar con algo de músculo a las elecciones. El ministro arranca una semana caliente, con el FMI, el índice de inflación de agosto y la presentación del Presupuesto 2023 en agenda.
La derrota de Schiaretti en Marcos Juárez, pese a ser la cuna de Juntos por el Cambio y bastión del anti kirchnerismo, encendió otra luz de alarma para los gobernadores peronistas que sí juegan con el Frente de Todos.
Si bien se agrupan en la defensa de Cristina Kirchner, los mandatarios provinciales no ignoran la mala imagen que arrojan las encuestas para ella y el Gobierno en general. En ese contexto, se preparan para discutir con Massa el reparto de recursos para obra pública en medio del ajuste y del debate parlamentario sobre el Presupuesto, preocupados por no verse arrastrados en sus distritos por una posible derrota nacional.
Mientras la interna de Juntos por el Cambio ya empezó con algunos peligros en el horizonte, la del peronismo todavía está en suspenso, pero llegará.