Alberto Fernández cree que Cristina Kirchner cometió un "error histórico" y apuesta a relanzar su gestión
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Por primera vez desde que llegó a la Casa Rosada, Alberto Fernández puso sobre la mesa sus profundas diferencias con el kirchnerismo y con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Justo el día en que el Senado aprobaba el acuerdo con el FMI consideró que la exmandataria cometió "un error histórico".
"¿Dónde están los ajustes? Ajuste tendríamos que haber hecho si caíamos en default. Este programa no tiene ajustes". Desde la provincia de Salta, Alberto Fernández hizo una enfática defensa del acuerdo con el Fondo Monetario, que el Congreso acaba de aprobar abriendo la puerta a que el organismo ponga el sello final en los próximos días.
Lo más relevante de esa frase estuvo, más que en su veredicto, en su relevancia política y el destinatario del mensaje.
El jefe de Estado -aseguran desde su entorno- cree que nadie había pronosticado este escenario político: un acuerdo con el FMI alejado de Cristina Kirchner y respaldado por la sociedad, que aprueba ese trato, y tras un entendimiento de mínima con Juntos por el Cambio, que prestó sus votos en ambas cámaras.
Alberto Fernández prepara su relanzamiento
En diálogo con iProfesional, uno de los colaboradores de mayor confianza del jefe de Estado asegura que Fernández se valdrá del acuerdo con el FMI para una especie de "relanzamiento" de la gestión.
"Error histórico", califican desde Balcarce 50 cuando analizan la posición de CFK y del kirchnerismo en el debate por el Fondo Monetario. Es más, añade la fuente: "Terminaron justificando la lentitud para lograr el acuerdo, que -está visto- resultó mejor al que se podía pensar".
Cerca de Fernández confían en que, desde el Gobierno, el Presidente tiene grandes chances de sacarles ventaja a los líderes de Juntos por el Cambio. "Ellos van a estar muy pendientes de las fugas de votos hacia Milei. Nosotros podemos acaparar el centro de la escena más tranquilos, con el kirchnerismo relegado", se entusiasma la fuente, un hombre que suele visitar al menos una o dos veces por semana la quinta presidencial.
El pronóstico del Gobierno sobre la inflación
En el entorno más cercano a AF son optimistas, aunque admiten que el escenario no es nada fácil desde el plano económico.
La guerra en Ucrania provocó una disparada de los precios de las materias primas, y los efectos ya están impactando en el mercado interno, con fuertes -y sucesivas- remarcaciones en los precios de los alimentos.
La inflación del 7,5% en los alimentos de febrero fue apenas una insinuación de lo que puede suceder en las próximas semanas y meses. De hecho, el índice de precios de marzo será más caliente que el del mes pasado. La pregunta es de cuánto será.
Para los asesores presidenciales, el golpe inflacionario será transitorio. Y que después de este traspié, la inflación puede bajar a un valor en torno del 3% mensual, y no más. De todas formas, es imposible hacer pronósticos de ese tipo con una economía global bajo presión.
Esa incertidumbre, aceptan, juega en contra del operativo "buena onda" que Alberto F. intentará desplegar desde la próxima semana.
Un test clave para Alberto Fernández
Los anuncios de hoy en torno a la "guerra contra la inflación" darán lugar a un nuevo intento de concertar con empresarios y sindicalistas un acuerdo sobre precios y salarios para los próximos meses.
Los movimientos que vienen requerirán de gestión, una cualidad en la que este Gobierno demuestra un serio déficit. La demora en el cierre de las negociaciones con los acreedores privados y con el FMI son una muestra de esa lentitud. Lo mismo que la imposibilidad de concretar el demorado acuerdo de precios y salarios con la CGT y los empresarios.
La clave del optimismo presidencial hay que buscarla en un hecho lineal: Fernández está convencido de que el acuerdo con el FMI es ordenador de la economía. Y que la estabilidad cambiaria (el organismo no pidió una devaluación para el acuerdo) potenciará la dinámica económica y mejorará las expectativas.
Todo a pesar de las dudas que generó el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Por qué surge el optimismo en el Gobierno
¿Logrará el Presidente convencer a los agentes económicos que comienza una etapa distinta de su administración? En la Casa Rosada confían. Ofrecen algunos datos "objetivos":
Desde el círculo chico del Presidente son optimistas: aseguran que tras el acuerdo con el Fondo, las reservas del Banco Central mostrarán una recuperación -que Guzmán estimó en unos u$s6.200 millones- y que ese hecho junto a la confirmación de la estabilidad cambiaria le dará una dosis de poder al Gobierno, que hoy no tiene.
Al contrario de lo que aseguran algunos informes de consultoras económicas -que prevén efectos negativos sobre la economía por la guerra en Europa-, los funcionarios piden mantener la calma.
"Tesla acelera las inversiones en el norte argentino por el litio. Vaca Muerta, con los actuales precios, vuelve a ser súper apetecible para las inversiones. Argentina va a quedar muy bien posicionada a ojos de los inversores. A corto plazo tenemos un desafío muy grande con el precio de los alimentos, pero vamos a encontrar las soluciones de la mejor manera posible", reitera el funcionario consultado por iProfesional.
"Van a ver que en las próximas semanas, el escenario interno se va a aclarar", insiste la fuente oficial.
Lo que se viene tras el acuerdo es una gestión del día a día de la economía, y ya se percibió que ese tránsito no es nada fácil. De hecho, el mismo día de la votación en el Senado, nada menos que el secretario de Energía salió públicamente a denostar a su superior, el ministro de Economía, porque Guzmán ya había empezado con el ajuste sobre los subsidios.
¿Cuál escenario prevalecerá? ¿La crisis que creen en el kirchnerismo? ¿O la estabilidad y la oportunidad de triunfo electoral en 2023, a la que apuestan desde el "albertismo"?
La historia está en pleno movimiento.