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"Gorila": cuál es el origen de la palabra que se usa para definir al antiperonista

La historia del sentido de esta palabra tiene su origen en la broma espontánea de un programa de radio: "deben ser los gorilas, deben ser"
16/10/2021 - 08:30hs
"Gorila": cuál es el origen de la palabra que se usa para definir al antiperonista

Una simple muletilla. Todo comienza en 1952, cuando en la radio debuta un programa cómico creado por Délfor Dicásolo, con libretos de Aldo Cammarota y la locución de Cacho Fontana: "La Revista Dislocada".

Un año después, en 1953, se estrena la película de Estados Unidos, "Mogambo" con Clark Gable, Ava Gadner y Grace Kelly como protagonistas, que tenía como escenario África y los animales salvajes.

¿Cómo se unen entonces estos dos hechos divergentes para desembocar en uno de los argentinismos que marcan el lenguaje a fuego?

La película Mogambo: el origen de la palabra Gorila, que se usa para definir al antiperonista

Sucede que en una de las escenas de la película, Clark Gable y Grace Kelly escuchan un rugido fuerte. La joven se arroja a los brazos del cazador, y Gable le responde: "calma, deben ser los gorilas".

Esta escena insignificante e inocente es incorporada por la "Revista Dislocada" como parte del sketch donde el elenco parodia a "Mogambo". Allí aparece una y otra vez un científico alcoholizado que ante cada imprevisto responde: "deben ser los gorilas, deben ser".

Es tal el éxito que hasta crean un jingle que comercializa 60.000 copias sólo en su primera semana al aire:

"El domingo en la tribuna, un gordo se resbaló

Si supieran la avalancha que por el gordo se armó.

Rodando por los tablones, hasta el suelo fue a parar.

Mientras todos los muchachos se pusieron a gritar:

deben ser los gorilas, deben ser, que andarán por allí;

deben ser los gorilas, deben ser, que andarán por aquí".

Este acto cómico, todavía lejos de la política, logra incrustarse en el lenguaje de los argentinos de entonces, al punto que la sociedad comienza a utilizar la frase como muletilla ante cualquier situación que no tenga una explicación evidente: "deben ser los gorilas, deben ser".

Cuando en 1955 comienzan a circular rumores de que el Ejército planeaba un golpe de Estado contra el presidente Juan Domingo Perón, que efectivamente sucede el 16 de septiembre de ese mismo año, se extiende un murmuro entre los argentinos, siempre tan sarcásticos: "deben ser los gorilas, deben ser".

Es Aldo Cammarota, guionista de "La Revista Dislocada", quien explica en primera persona, en una columna para el diario Clarín, cómo es que una cosa directamente comienza a tener que ver con la otra:

"La frase fue adoptada por la gente. Ante cada cosa que se escuchaba y sucedía, la moda era repetir ‘deben ser los gorilas, deben ser’. Primero vino un intento fallido de golpe y luego el Golpe Militar de 1955. Al ingenio popular le quedó picando la pelota: ‘deben ser los gorilas, deben ser’. Los golpistas se calzaron gustosos aquel mote".

Qué es un "Gorila"

En la actualidad, el "gorila" es el sujeto político antiperonista, no importa si su ideología es de "derecha" o de "izquierda".

Lo paradójico es que, tras el derrocamiento de Perón, el término fue utilizado exclusivamente para hacer referencia a los militares golpistas antiperonistas de la Marina, que muy orgullosamente se autodenominaban a sí mismos como "gorilas".

Los militares de la Marina muy orgullosamente se autodenominaban a sí mismos como "gorilas"

Incluso, años más tarde, el término fue revindicado en las elecciones de 1963 por el Partido de la Revolución Libertadora, que llevaba como lema electoral: "Llene el Congreso de gorilas".

El Partido de la Revolución Libertadora llevaba como lema electoral: "Llene el Congreso de gorilas"

Con el paso del tiempo, el apelativo decanta hacia un calificativo utilizado en forma despectiva. Cabe recordar el canto que le regala la agrupación Montoneros al mismo Perón: "¿qué pasa, qué pasa, qué pasa General, que está lleno de gorilas el Gobierno Popular?".

Es difícil definir "gorila" porque desde sus orígenes y hasta el día de hoy, se limita al ser antiperonista. Sin embargo, el peronismo es dinámico, entonces el antiperonismo también sigue el mismo camino.

En este sentido, lo que significa ser "gorila" fue mutando a través del tiempo y es imposible encasillarlo en una definición. Hoy por hoy, el ser gorila no se relaciona directamente con un partido político, sino con una forma de ser con y en el mundo.

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