Encuesta: casi 7 de cada diez argentinos creen que la sociedad "está rota" y "en declive"

Como si se tratara de corrientes oceánicas, en las últimas décadas los gobiernos de muchos países alternan entre proyectos conservadores y progresistas. Los electorados eligen propuestas de derecha o neoliberales y al cabo de uno o dos períodos cambian por otras de izquierda o populistas. Pero en esta alternancia hay problemas profundos que no se resuelven y las sociedades se sienten entrampadas o desesperanzadas.

En gran parte de los 25 países monitoreados en 2021 por Ipsos Global Advisor, mediante una encuesta online a 19.017 personas de entre 16 y 74 años, una mayoría de los ciudadanos expresa sentimientos de alienación al pensar en su país. En promedio, más de la mitad de los entrevistados cree que la sociedad de su país está rota (56%) y en declive (57%).

Los argentinos consultados tienen un mayor nivel de acuerdo en estos puntos, 68% en ambos casos, pero hace cinco años esos porcentajes eran 70% y 58%, respectivamente. La tendencia indica que hoy que se percibe una mayor decadencia que en el pasado, con 10 puntos más, pero sin una ruptura social tan aumentada.

Para bucear en la opinión de los ciudadanos, por primera vez la consultora elabora un Índice de Populismo, que está basado en cinco declaraciones sobre la incidencia del poder político y económico sobre sus sociedades. El promedio global de países marca 2,94, encabezado por Chile con 3,26, la Argentina registra 3,03 y el nivel más bajo se da en Países Bajos con el 2,56.

Fuente: Ipsos

Los políticos protegen sus privilegios

Entre los argentinos consultados, el porcentaje de acuerdo para cada una de las declaraciones es: "La principal brecha en nuestra sociedad es entre los ciudadanos comunes y la élite económica y política" (70%), "esos poderosos no se preocupan por las personas trabajadoras" (82%), "los políticos siempre terminan encontrando maneras de proteger sus privilegios" (87%), "esos dirigentes deberían poder decir lo que piensan independientemente de lo que los demás piensen de sus opiniones" (67%) y "los problemas políticos más importantes en el país deberían resolverlos directamente las personas a través de referéndums y no mediante los funcionarios electos" (67%).

A la luz de estos diagnósticos de los ciudadanos y ante la inminencia de elecciones, como ahora en el país, surgen alternativas para tratar de revertir esta realidad. A nivel global, en promedio sólo el 15% de los encuestados de cada país se identifica con la élite de su sociedad, la Argentina apenas por encima (16%), Perú surge como la más afín (29%) y Estados Unidos es la menos empática con los poderosos (4%).

En el promedio global, 55% piensa que la elite tiende a tomar decisiones basado en sus propios intereses y que las necesidades del resto del país no les importan. Para los argentinos, el egoísmo de los poderosos eleva ese porcentaje al 72%.

La economía favorece a los ricos

Por otro lado, por tercera vez Ipsos elabora un Índice del Sistema Roto, que gira en torno a otras cinco declaraciones relativas a percepciones críticas y anhelos sobre su propia sociedad. El promedio global de países da 2,77, encabezado por Colombia con 3,11, la Argentina se sitúa en 2,80 y al final de la lista aparece Suecia con 2,15.

Este indicador muestra altos niveles de correlación con las medidas que indican cuánto se están cumpliendo las necesidades sociales y ambientales de los ciudadanos (Índice del Progreso Social 2020), y además qué tanta corrupción se percibe en el sistema público (Índice de Percepción de Corrupción 2020 de Transparencia Internacional).

El porcentaje de acuerdo para cada una de las afirmaciones entre los entrevistados de la Argentina es: "La economía de mi país está amañada para favorecer a ricos y poderosos" (68%), "los partidos tradicionales y los políticos no se preocupan por gente como yo" (71%), "el país necesita un líder fuerte que lo saque de las manos de ricos y poderosos" (63%), "los expertos de este país no saben cómo vive la gente como yo" (71) y "para que se arregle el país necesitamos un líder fuerte que se salte las reglas" (40%).

Como este estudio se realizó con anterioridad en 2016 y 2019, se puede ver la evolución de las respuestas. En el promedio para los cinco ítems, este año bajó en 5 puntos el porcentaje para la Argentina con relación a 2019 y subió en 4 puntos contra 2016.

Los inmigrantes como amenaza

A nivel global, en muchos lugares prevalece la percepción de ruptura política y económica de la sociedad, si bien el porcentaje global baja entre la primera (61%) y esta última encuesta (56%). Este diagnóstico tiende a estar acompañado por sentimientos populistas y anti elite, junto con un creciente nativismo, es decir priorizar en sus necesidades a los ciudadanos locales frente a los inmigrantes. Más allá del resurgimiento de nacionalismos xenófobos y conflictos con refugiados, muchos países recibieron corrientes migrantes en los últimos años, que llevaron a los locales a ver amenazadas sus fuentes de trabajo y prerrogativas como nacionales de origen.

Frente a esta realidad, por primera vez Ipsos elaboró el Índice de Nativismo, que se pondera en base a tres declaraciones y que arrojó un promedio global de 2,24, con Turquía a la cabeza (3,08), la Argentina cerca del promedio (2,27) y Canadá al final de la lista ((1,68).

Los porcentajes afirmativos de los argentinos ante cada opinión son: "El país sería más fuerte si detuviéramos la inmigración" (37%), "cuando escasea el empleo, los empleadores deberían dar prioridad a la contratación de personas de este país antes que a inmigrantes" (58%) y "los inmigrantes le quitan los empleos a los verdaderos habitantes del país" (37%). Estos porcentajes están casi en línea con el promedio de los 25 países que participan del estudio global.