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Los Firmenich, un puente clave para la "exportación" del kirchnerismo a España

Facundo Firmenich, hijo del fundador de Montoneros, se transformó en nexo con el partido Podemos y organiza manifestaciones de oposición al macrismo
23/09/2018 - 05:10hs
Los Firmenich, un puente clave para la "exportación" del kirchnerismo a España

Vive en las afueras de Cataluña, casi como un argentino más. Facundo Firmenich, hijo del fundador de la organización político-militar Montoneros –y quien fuera uno de sus principales dirigentes entre los años 1970 y 1983-, pasa sus días cómodamente en el tranquilo pueblo de Vilanova I la Geltrú, un oasis del silencio ubicado a poco menos de 50 kilómetros de la tumultuosa Barcelona.

A pesar de haber dejado atrás la Argentina, el preciado anonimato de su padre, el creador del movimiento guerrillero peronista, es apenas parcial. A solo media hora de allí en tren, en la Ciudad Condal, se encuentra la mayor cantidad de argentinos que viven en territorio europeo –más de 14.000, según el último registro oficial realizado en la región de Cataluña-. Por este motivo, el joven sabe a ciencia cierta el peso del apellido que porta, tanto en su nación de origen como en España.

Pero algo más heredó de su padre Facundo, además del famoso apellido: su afición e inquietud por la vida política, de la que se volvió un personaje clave en Argentina y también en territorio ibérico. Basta viajar unos pocos años atrás en el tiempo para recordar el poder que ostentaba la organización política La Cámpora. En pleno auge del kirchnerismo, la asociación creada en el año 2006 crecía en poder.

Y Firmenich“junior” tuvo, entonces, un papel central: se convirtió en el principal exportador de este movimiento argentino al territorio español. Cuatro años atrás, hubo un intento por parte de La Cámpora de colocar también una sede en París, a través del nombramiento de María del Carmen Squeff como embajadora argentina en la “ciudad de las luces”, pero éste fracasó, a diferencia del éxito de la presencia del joven Firmenich en Barcelona.

De hecho, y a pesar de que la “llama” camporista parece haberse ido apagando, hasta los días que corren el Facundo Firmenich tiene un papel central en algunas de las movilizaciones vinculadas a las causas argentinas que generan una respuesta social en España, en las que se busca establecer una analogía entre el macrismo con los gobiernos de derecha europeos y entre el kirchnerismo y la agenda de inclusión social que defiende Podemos.

Por citar un ejemplo reciente, él mismo fue uno de los principales organizadores de las manifestaciones realizadas en Barcelona este año para que el Seleccionado argentino tomara finalmente la decisión de no viajar a Israel a disputar un partido amistoso.

Una alianza transatlántica

Los vínculos entre el kircherismo y el partido español Podemos han resultado una alianza clave para los dos movimientos políticos, que los ha potenciado a ambos lados del “charco”. De hecho, en sus visitas a la Argentina, los miembros de la agrupación ibérica encabezada por Pablo Iglesias se han acercado hasta el Calafate para visitar a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Y Juan Carlos Monedero, una de las cabezas del frente “podemita” –como se los llama en su país-, realizó un escrache a Mauricio Macri un año atrás en su visita a Madrid.

En esta cadena transatlántica que enlaza las ciudades de Buenos Aires, Barcelona y Madrid, Facundo Firmenich resulta un eslabón más que clave. Es así que en el año 2011 el joven de 33 años creó en las tierras de Antoni Gaudí una sede oficial de La Cámpora.

En tierra ibérica su rol político se vinculó directamente a Podemos, partido del que en la actualidad ejerce el rol de asesor, papel que desempeña desde hace varios años. Además, el hijo del montonero dirige la organización Cedesur (Centro de Estudios del Sur), que desde 2016 tiene como objetivo la implementación de políticas públicas en los países latinoamericanos. Algunas de las actividades de esta agrupación incluyen charlas de miembros de Podemos, como la de su cofundador Monedero.

Consejero "low profile"

Con un perfil más bajo que el de su hijo, y a pesar de vivir en la comodidad de una casa en un pueblo catalán desde el año 1996, el fundador de Montoneros, Mario Firmenich, no se desentiende de las cuestiones que afectan a la Argentina.

Y, siguiendo el ejemplo de varios personajes que tuvieron un paso desafortunado por la cúspide de la política nacional, se da el lujo de emitir opiniones y juicios sobre los asuntos políticos del país rioplatense. Eso sí: lo hace desde Europa y a través de las redes sociales. 

Una de las últimas veces que se pronunció sobre el escenario argentino fue en el año 2015, tras la victoria de Mauricio Macri en las urnas. Allí escribió una carta abierta en la que hacía referencia a la “situación macroeconómica mala. Situación internacional desfavorable". Y sentenciaba, a la vez, "situación social precaria peligrosa. Perspectiva política conflictiva inestable”. Unos años antes, en 2004, el exmontonerotambién publicó y presentó su libro Eutopía.

Algún tiempo atrás, Mario Firmenich –que tiene ahora 70 años-, quiso aprovechar el anonimato que le brindaba la tierra catalana para dar rienda suelta a una de sus más grandes pasiones: la docencia. Pensando que no sería identificado lejos de su país, se presentó como profesor de historia en la Universidad de Barcelona (UB), donde dictó clases durante un largo período. Sin embargo, la “jugada” no tuvo un final feliz: sus alumnos terminaron identificándolo y llevando a cabo un “escrache”, que lo obligó a presentar la renuncia un tiempo después.

Un reclamo desde Argentina

La reclusión que mantiene en las afueras de Cataluña al exlíder montonero a resguardo del desprestigio que ostenta en su país de nacimiento no siempre lo salvó de tener que dar explicaciones.

De hecho, dos años atrás Claudia Rucci solicitó a la Justicia argentina que citara a declarar a Firmenich –junto a otros jefes de la organización- por el asesinato de su padre, el sindicalista José Ignacio Rucci, en 1973. Pero todo quedó en la nada cuando el juez Ariel Lijo declaró prescripta la causa. Como respuesta, los hijos de Rucci afirmaron que, por tratarse de un crimen de lesa humanidad, no vencía la causa, pero esta petición fue desestimada.

Pero la buena suerte que acompaña aFirmenich lleva años ya. Aun durante su accionar como líder de la agrupación Montoneros, su paso por la cárcel fue casi efímero. “Estuvo apenas 48 horas preso. Perón le salvó la vida”, señala Facundo Giampaolo, historiador y vicepresidente de la Juventud Peronista de la Ciudad de Buenos Aires.